Amistad entre un demonio y un ángel

Amistad entre un demonio y un ángel

Buenos Presagios fue publicado por los autores Terry Pratchett y Neil Gaimen en 1990. Ha sido traducido a un total de 37 idiomas de todo el mundo y en cada uno de ellos se han introducido algunos cambios en el nombre del personaje o en algunas partes de la novela en función de la cultura y el idioma del país. Buenos Presagios ha ganado varios premios, entre ellos el World Fantasy Award a la mejor novela y el Locus Award a la mejor novela fantástica en 1991, el Mir Fantastiki Special Ward al "libro más esperado" y el FantLab.ru a la "mejor novela traducida" en 2012. Además, en 2003, la novela apareció en el número 68 de la encuesta de la BBC The Big Read. Esta novela también ha sido llevada al cine y a la televisión.

Desde tiempos remotos, la brújula moral de la humanidad había estado en manos del ángel Aziraphale y del demonio Crowley. Un día, Crowley encontró en una cesta al Anticristo recién nacido, Adam Young, que adquiriría plenos poderes a la edad de 11 años. Crowley fue puesto bajo la supervisión de Aziraphale junto a Thaddeus Dowling, el agregado cultural estadounidense. El Anticristo, Adam Young, acabó viviendo con los Young en Lower Tadfield, Oxfordshire, Inglaterra. A medida que se acercaba el undécimo cumpleaños de Adam, otros personajes se unieron a la historia, como el Dispositivo Anatema, el Cazador de Brujas Shadwell y los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Con el libro de profecías de Agnes en su poder, Aziraphale tomó la decisión de ayudar a evitar el Fin de los Tiempos. Por ejemplo, el levantamiento de la Atlántida, las ciudades invadidas por la naturaleza, la desaparición del plutonio de los reactores nucleares y la autopista M25 convertida en una letal ruta de ardiente perdición eran algunos de los signos y presagios que indicaban que el Fin de los Tiempos estaba cerca. El último choque tendría lugar en la Base Aérea de Tadfield, que era donde se concentraba esta terrible fuerza. Con la ayuda de objetos mágicos, Adam y sus compañeros se enfrentaron a los Jinetes y los derrotaron. El más fuerte de los cuatro jinetes. La Muerte, se retiró derrotada. El representante y contrapunto de Dios, El Metatrón y Belcebú, ordenaron a Adán que se sometiera al Destino y dejara que tuviera lugar la Batalla Final. La rebelión de Adán, según Aziraphale y Crowley, fue un elemento imprevisto del plan. Metatrón y Belcebú regresaron a sus superiores en busca de más instrucciones tras quedar perplejos, y la vida en la Tierra se reanudó como de costumbre.

En su esfuerzo por influir en el Anticristo, Aziraphale y Crowley discutieron cómo interactúan la herencia y el entorno. Según Aziraphale, todos los esfuerzos por influir en el Anticristo serían ineficaces debido a su propensión innata al mal. Por otro lado, Crowley sostenía que, dado que los niños no estaban formados, la crianza ejercía una mayor influencia. Hizo referencia a su propio maestro, Satanás, que originalmente era un ángel pero evolucionó hasta convertirse en la esencia misma del mal. En el mundo real, la discusión continuaba entre los que sostenían que el entorno y la herencia trabajaban juntos para influir en el comportamiento y los que sostenían que el desarrollo humano era un proceso tremendamente complicado, dinámico y emergente. La reacción de Adán a las exigencias del Cielo y el Infierno parecía decantarse a favor de la crianza, ya que finalmente se vio impulsado a expulsar sus propios demonios por su exposición a elementos ambientales como los idílicos bosques de Lower Tadfield, la destrucción ecológica y las relaciones entre iguales.

Aziraphale y Crowley argumentaron que ni los ángeles ni los demonios poseían la libertad. Mientras Crowley negaba la posibilidad del mal, a Aziraphale le preocupaba si otorgar su espada ardiente a Adán y Eva era lo más adecuado. Al final, ambos se apartaron de su yo fundamental: Aziraphale mintió y desobedeció las órdenes celestiales, mientras que Crowley realizó buenas acciones. Aún no estaba claro si su rebelión y la decisión de Adán de no desencadenar el insondable plan de Dios, así como si sus decisiones se tomaron voluntariamente o como parte de un plan mayor e imprevisto. El libre albedrío planteaba la cuestión de la participación de Dios en las actividades cotidianas de las personas. Mientras algunos sostenían que todo estaba predeterminado por Dios, otros contestaban que Dios concede al hombre libre albedrío. En referencia al deísmo, la noción religiosa de que Dios era como un relojero que observa tranquilamente cómo se mueven los engranajes sin intervenir. El universo de Buenos Presagios proponía una idea religiosa híbrida: Dios tenía un Plan Divino y quería que sus siervos lo siguieran, pero la gente se apartaba con frecuencia de él porque quería hacer las cosas a su manera.

"Crowley se hizo con Glasgow, Aziraphale con Edimburgo (ninguno de los dos tenía responsabilidad alguna sobre Milton Keynes, pero ambos informaron de que había sido un éxito)" Aziraphale y Crowley llegaron a un acuerdo tácito para dividir el globo en sus propios dominios y respetar mutuamente sus fronteras como emisarios del Cielo y del Infierno que habían jurado influir en la humanidad. Milton Keynes se definía como una comunidad "moderna, eficiente y saludable" a unos 80 kilómetros al noroeste de Londres en una breve nota a pie de página "para estadounidenses y otros extranjeros". The Guardian informó, sin embargo, de que Milton Keynes había sido desprestigiada como "sin alma" y "un no-lugar". Los escritores parodian ese subconjunto del diseño urbano tan discutido: el suburbio. En los últimos 70 años, un gran número de personas se había trasladado a los suburbios, alabando sus casas espaciosas y sus zonas abiertas, mientras que sus detractores habían criticado su monotonía anodina y su territorialismo. Los escritores decían que se trataba del bien o del mal.

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