Cómo tener amistades más profundas en la adolescencia

Cómo tener amistades más profundas en la adolescencia

Siendo adolescente, el mundo se te echa encima. Algunos días nos sentimos adultos, otros recordamos que sólo somos niños. Nos volvemos más conscientes de nosotros mismos, por suerte y por desgracia. Sin embargo, seguimos intentando averiguar quién es exactamente ese "yo".

A pesar de lo maravillosa que puede ser la experiencia del instituto, al principio resulta difícil encontrar el lugar al que pertenecer. Encontrar a aquellos que ven el mundo de la misma manera, se ríen de los mismos absurdos y sueñan los mismos sueños puede ser la mejor guía que uno necesita para aceptar lo que se nos echa encima con los brazos abiertos.

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A pesar de lo que otros puedan decir sobre los adolescentes, creo que nuestras amistades pueden ser y son fructíferas y profundas. He aquí tres maneras de crear estas relaciones profundas, asegurándonos de que sobrevivan al instituto, a las universidades a distancia y a la vida posterior.

Descubrir nuevos lugares y aficiones con un amigo es una forma apasionante de conocerse mejor. Visitar una ciudad cercana o aprender un instrumento juntos os proporciona una experiencia con la que estrechar lazos. También os demuestra lo bien que vivís la vida juntos. Puede que incluso descubras algún talento o interés de tus amigos que desconocías.

Para una chica tan unida a su familia como yo, es muy importante comprobar si mis dos personas favoritas congenian bien. Además de poner a prueba la compatibilidad entre las personas que más quieres, el hogar de cada uno suele ser el lugar donde se sienten más auténticos y cómodos. Ver este lado de tu amigo o permitir que tu amigo vea este lado tuyo conduce a una mayor conexión y autenticidad, esenciales en cualquier relación.

Me encanta invitar a amigos a cenar (o a preparar la cena), no sólo para presentarles a las personas que me han criado y me han formado como soy, sino también porque me siento cómoda siendo totalmente yo misma en casa y por fin puedo compartirlo con alguien fuera de ella. Si tus padres están de acuerdo, invitar a un amigo de vacaciones con tu familia también es una buena forma de hacerlo.

Ninguna amistad es perfecta. Hay desacuerdos, falta de comunicación y momentos de imperfección. Sin embargo, con una actitud madura y comprensiva, estos desacuerdos pueden dar lugar a un vínculo mayor que antes. Sé lo que es querer dejar pasar algo, ya sea por miedo a la confrontación o a que tu amigo se enfade contigo. También sé lo que es querer recurrir a la mezquindad. Es fácil preocuparse sólo de cómo te han hecho daño o de cómo te sientes.

En lugar de ignorar la situación o crear un ambiente tenso para los dos, te propongo que hables de ello. Diles cómo te sientes de verdad y sé receptivo a su versión de los hechos. Compréndelos y, después de todo, sé indulgente. No todos los conflictos son iguales, y el perdón puede no ser una opción. Pero al menos te has dado el tiempo necesario para ti y para que tu amigo piense sin enfados ni mezquindades.

Para saber más sobre la amistad, consulta Cómo alegrar el día a un amigo.

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