Cuando piense "rico", su persona no será "pobre".
Seguro que hemos oído hablar mucho de historias y ejemplos de superación desde los primeros días de colegio, y siempre admiramos y respetamos a las personas que siempre intentan superar la adversidad para triunfar. Sin embargo, ese no es el caso de la sociedad actual. Creo firmemente que "Superar la felicidad es más difícil que superar el sufrimiento" es una historia que no pertenece a nadie, ni siquiera a mí.
Contrariamente al concepto popular de "superación de la felicidad", es otra forma de describir a los jóvenes que crecieron en familias condicionadas, rodeados de padres, arreglados y estrechamente conectados con una vida llena de tecnología e información. Las personas que sufren saben que nada queda atrás y que sólo tienen un camino para seguir adelante. Han superado el sufrimiento durante generaciones, por lo que tienen experiencia. Mientras, para los que superan la felicidad, frente a ellos hay muchas opciones que no saben hacia dónde ir, tienen muy poca experiencia de referencia.
Estoy disfrutando de una vida estable y llena de todo que consiste en tener un hogar al que volver, wifi que usar y tres comidas al día, etc. Aunque mis padres no son expertos en tecnología y tienen algunas ideas anticuadas, siempre respetan mis decisiones razonables y mis opiniones convincentes. El aprendizaje es un buen ejemplo. Estoy seguro de que no soy sólo yo; actualmente, los adolescentes también padecen dos enfermedades que dan miedo: la "pereza" y la "procrastinación". Sin embargo, mis padres siguen sin poner pegas a mis estudios porque me han hecho saber que: "Estudiar para mí, no para los padres, mi futuro depende de mí mismo. Aunque sea un mendigo, así será mi vida". Esos son los dichos de mi padre que más aprecio y recuerdo. Le estoy muy agradecido por haberme dado las ideas correctas y las lecciones profundas. A partir de ahí, fui capaz de superarme a mí mismo. No tengo carencias materiales ni espirituales, pero necesito superarme. No tienes que ser mejor que nadie porque nadie es una medida exacta de la perfección. Tampoco tienes que ser perfecto porque un pequeño defecto creará tu propio carácter único. Siempre que hoy seas mejor de lo que eras ayer. Las pequeñas cosas que aprendí cada día se convirtieron en el gran yo que llevo dentro. Si te quedas en tu zona segura para siempre, nunca tendrás la oportunidad de desarrollar tus capacidades inherentes. Eso significa que siempre estás atascado, nunca avanzas y nunca creces.
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Yo salí con confianza de mi zona de confort, así que tú deberías intentarlo porque "dentro de veinte años te arrepentirás más de las cosas que no hiciste que de las que hiciste". Cuando pienses "rico", tu persona no será "pobre".