Cuerpos Gordos: Aprendiendo a Cuidar de Nuestros Pliegues y Rollos

Las personas gordas tienen necesidades únicas cuando se trata del cuidado del cuerpo y a menudo no se nos enseña cuáles son esas necesidades. Debido a que hemos sido educados para sentir vergüenza por nuestros cuerpos y verlos como un castigo por la forma en que lucimos, a menudo se nos desanima incluso a aprender las técnicas adecuadas para cuidar de nosotros mismos.

Esta guía está aquí para ayudar a corregir eso. Está diseñada para guiarte a través de algunos de los pasos iniciales que tomé para mí misma y que revolucionaron la forma en que cuidaba de mi cuerpo gordo, especialmente de mi piel. También hablaré sobre algunos de los estereotipos y juicios que tuve que enfrentar durante este viaje. Aunque discutiré un poco mis propias experiencias en este artículo, espero que lo veas como un punto de partida para comenzar tu propia relación con el cuidado de tu cuerpo. La lista de consejos y trucos que tengo a continuación no es en absoluto exhaustiva, ¡y me encantaría saber qué métodos han funcionado para ti a lo largo de los años!

No Tengas Miedo de Tocar Tu Cuerpo

Uno de los mayores problemas que tuve cuando empecé a descubrir cómo cuidar de mi cuerpo gordo fue mi propio malestar con él. No quería acercarme y ser personal con mi estómago, con los pliegues de mi espalda, con nada de eso. Se sentía más fácil simplemente ignorarlo todo y cuidar de mi cuerpo en general de la misma manera.

Pero descubrí que algunas partes de mi cuerpo necesitaban una atención más especial que otras. En las áreas donde la piel se superpone, es más fácil experimentar rozaduras o irritación. Si no trato estas áreas con más amabilidad que otras, pueden causarme dolor y malestar.

El primer paso para cuidar de tu cuerpo es permitirte aprender cómo se siente. Entonces, ¡es hora de acercarte a tu cuerpo! Siente dónde algunas partes de tu piel se superponen entre sí. ¿Tiene tu espalda pliegues que descansan unos sobre otros? ¿Se sienta tu estómago sobre tus muslos cuando te sientas o te pones de pie? Comienza identificando qué áreas de tu cuerpo tocan entre sí. Luego, tócarlas: observa cómo se sienten. ¿Alguna de ellas está más caliente o húmeda que otras partes de tu piel? Es importante tener una línea de base de cómo se siente tu piel para que puedas encontrar qué tipos de cuidado necesita y reconocer cuándo puede estar irritada.

Manteniendo Secas las Áreas Húmedas

Ahora que has identificado qué partes de tu cuerpo necesitan un poco de atención extra, ¡vamos a descubrir qué tipo de atención pueden necesitar!

Si tienes áreas de piel que experimentan fricción, se sienten más cálidas o están húmedas al tacto, será importante mantener estas áreas secas. Cuando los pliegues de tu piel acumulan humedad, también pueden acumular bacterias y otros patógenos que pueden provocar irritación y erupciones. Algunas áreas comunes que pueden volverse cálidas y húmedas son justo debajo del vientre, entre tus muslos y ingle, y dentro del ombligo.

Los polvos para el cuerpo pueden hacer maravillas para la prevención al reducir la humedad en áreas de piel que no suelen separarse entre sí. Puedes usar productos diseñados específicamente para reducir la fricción, pero hay que experimentar y probar diferentes productos hasta encontrar uno que se sienta bien para tu nivel de actividad y tipo de piel.

Manteniendo Humedas las Áreas Secas

No solo tenemos que intentar mantener algunas de nuestras áreas húmedas secas, sino que tenemos que intentar mantener algunas de nuestra piel seca hidratada. Hidratar la piel seca es una forma importante de evitar que se agriete y pique, especialmente durante las temporadas más frías o secas del año.

Puedes usar lociones, mantequillas, aceites y muchos otros productos para mantener tu piel hidratada. Escoge el método que te resulte más cómodo para tu tipo de piel y tus preferencias personales. A menudo, nuestra talla de cuerpo puede también impactar qué partes de nuestros cuerpos están más secas que otras.

Todo sobre el Rozamiento de Muslos, También Conocido como “Chub Rub”

Cuando eres gordo, hay partes de tu cuerpo que inevitablemente se frotan entre sí. Si alguna vez has usado un par de pantalones cortos en verano, puedes conocer esa sensación familiar de dolor entre tus piernas mientras se deslizan una contra la otra. El roce excesivo puede llevar a rozaduras entre tus muslos, a menudo llamadas “chub rub.”

Una solución a este problema es usar pantalones más largos que cubran tus áreas de roce habituales para prevenir la fricción extra. La ropa que absorbe la humedad o los tejidos transpirables como el algodón y el bambú son especialmente agradables en verano y te ayudarán a no calentarte demasiado mientras cubres estas áreas de alta fricción.

Usando Ropa Suelta y Transpirable

La ropa es una forma en que el mundo a nuestro alrededor ama vigilar los cuerpos gordos. No solo es a menudo imposible encontrar ropa que se ajuste cómodamente, sino que muchos artículos de ropa que podrían ajustarse incluyen tecnología "adelgazante" como capas adicionales de spandex para mantener nuestros cuerpos luciendo más pequeños y suaves.

Elegir y probar ropa es una parte profundamente personal y difícil de las rutinas de muchas personas gordas. Primero que nada, siempre debes priorizar la ropa que te haga sentir bien contigo misma y con tu cuerpo. Luego, puedes investigar telas que absorben la humedad y son transpirables, así como prendas más sueltas como materiales de bambú o algodón.

Todo sobre Duchar y Jabones

Hablemos de cómo mantener tu cuerpo limpio. Es importante quitar todos estos polvos y cremas y limpiar tu cuerpo a fondo después. Asegúrate de exfoliar cualquier área a la que estés aplicando productos para evitar el acumulamiento de productos e irritación en la piel.

Tu Cuerpo Merece Amabilidad y Cuidado

Incluso en los días en que parece imposible, tu cuerpo merece ser cuidado. Mereces tener una piel que no queme, muslos que no duelan, y tocar amorosamente cada ranura y curva de tu cuerpo. No te voy a decir que tienes que amar tu cuerpo para cuidarlo. Cuidar de la piel es una necesidad básica que todos merecemos tener satisfecha. ¡Ojalá algunos de estos consejos te ayuden a comenzar tu propio viaje hacia el amor y la aceptación de tu cuerpo en todas sus bellas protuberancias, bultos, pliegues y rollos!

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