El coste del éxito

El coste del éxito

Cuando se trata de alcanzar el éxito, ¿hasta dónde es demasiado lejos? Numerosos niños de todo el mundo se enfrentan a la desalentadora realidad de la pobreza y las desventajas económicas. Incluso a una edad tan temprana, los niños demuestran reconocer estas discriminaciones de clase social y se proponen ser los mejores entre los mejores pasando su dorada infancia estudiando. La Academia KIPP, conocida por su preparación y educación para niños desfavorecidos, ejemplifica una oportunidad que permite a los estudiantes elegir entre dos factores importantes de su vida: el éxito y la vida social. En esta academia, los estudiantes pasan horas esforzándose por conseguir una vida mejor y trabajando para tener la oportunidad de salir de la pobreza. Dicho esto, ¿merece realmente la pena el esfuerzo y el sacrificio? A pesar del potencial aumento del índice de logros, los niños no deberían elegir el éxito por encima de su vida social, porque las vías alternativas al éxito y los recuerdos irremplazables de su infancia son opciones mucho más valiosas y sabias para su futuro.

No hay alegría en estar en un ciclo repetitivo de un interminable camino hacia el éxito, y hay formas alternativas de alcanzar el mismo objetivo. El éxito no depende únicamente de los títulos o la educación. Por supuesto, los títulos o la educación ayudan al éxito, pero no dependen totalmente de ellos. Bill Gates, Mark Zuckerberg, Elon Musk - Todos estos empresarios tienen algo en común además de ser ricos: Todos ellos abandonaron la universidad antes de obtener sus títulos. Determinación, perseverancia y un poco de ánimo ayudaron a estos hombres a triunfar. Ni un solo título a la vista y, sin embargo, poseen algunas de las empresas más exitosas del mundo. Gates, Zuckerberg y Musk dejaron la universidad por la pasión que sentían por sus empresas; querían perseguir sus sueños fuera del sistema educativo. Del mismo modo, varios actores y actrices influyentes nunca adquirieron formación profesional ni acudieron a la universidad para recibir clases de interpretación. Por nombrar uno, Leonardo DiCaprio abandonó la escuela secundaria. Figura icónica y superior de la industria cinematográfica, Leonardo DiCaprio demuestra que no se necesita una formación formal para alcanzar el éxito. Una vez más, la pasión animó a DiCaprio a buscar y presentarse a audiciones para películas, lo que le llevó a los logros que ha conseguido hoy en día. La universidad no es necesaria cuando un individuo tiene pasión y suerte. Teniendo en cuenta estos puntos, hay pruebas vivas de que los niños de doce años no tienen por qué sacrificar su juventud trabajando como treintañeros cuando hay formas diferentes, posiblemente más fáciles, de triunfar.

Igualmente importante, la felicidad es vida. Es la motivación de muchos, incluidos estos niños de KIPP. Estos alumnos trabajan muy duro para asegurarse esa felicidad labrándose un futuro estable tanto para ellos como para sus familias. Independientemente de sus intenciones, todo el mundo sólo tiene una infancia para crear recuerdos sentimentales y experiencias para toda la vida. Los alumnos de KIPP no tienen que sacrificar su pasado y su presente por su futuro. Por decirlo de otra manera, la victoria no valdrá la pérdida. Es importante tener en cuenta que el desarrollo del carácter depende en gran medida de las experiencias de la infancia. Las experiencias perduran y siguen teniendo impacto hasta la edad adulta y más allá. Hay una razón por la que sólo se aprende a montar en bici una vez. Alguien puede evitar montar en bici durante una década, pero cuando vuelve a hacerlo no está aprendiendo, sino simplemente recordando lo que aprendió hace años. En psicología se ha demostrado que el desarrollo infantil se produce a partir de los doce meses y es especialmente importante en torno a los cinco años. Los hábitos y la personalidad no cambian fácilmente, especialmente cuando se enseñan a una edad temprana. Es posible que los niños de KIPP no aprecien su infancia y adquieran mentalidades poco saludables si todos sus recuerdos de juventud están llenos de noches sin dormir y montones de deberes. En consecuencia, los recuerdos de la infancia son preciosos, así de simple. Según se enseña en psicología AP, la neurona olfativa es una neurona de la nariz que está conectada al cerebro. Esta neurona envía señales a ciertas partes del cerebro -asociadas con el almacenamiento de la memoria y las emociones-, lo que explica el recuerdo vívido y las emociones poderosas que a veces experimentan los individuos cuando huelen un olor específico. Dicho esto, cuando los alumnos no tienen almacenados en sus cerebros olores específicos de recuerdos impagables de su infancia, no podrán sentir esa sensación conmovedora de la juventud. De hecho, los estudiantes de KIPP pueden seguir creando sus recuerdos de infancia mientras asisten a la escuela, pero la mayoría de los recuerdos estarán llenos de estudio y deberes. En definitiva, la infancia es demasiado corta y temprana para preocuparse por el posible futuro. Por no mencionar que el mero hecho de disfrutar de la infancia producirá historias de valor incalculable para las generaciones venideras.

En definitiva, seguir otros métodos para alcanzar el éxito y crear recuerdos irrepetibles en la infancia son hábitos más saludables para los niños que resolver problemas matemáticos a medianoche. Elegir la vida social en lugar del éxito no garantiza el fracaso, sólo ilustra un enfoque diferente para alcanzar el éxito. Cuando se trata de alcanzar el éxito, el límite está en lo lejos que el individuo desee llegar.

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