Gratitud (cuando NADA te sale bien)
¿Alguna vez has tenido uno de esos días, o semanas, o (a veces) incluso meses en los que parece que nada podría ir peor?
Créeme, he pasado por eso.
De, EL DÍA DE SAN VALENTÍN, recibir un mensaje de buenos días de mi novio diciendo que, en menos de una semana, se va del país en un viaje de trabajo de meses.
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Quien bien te quiere... ¡te hará feliz!. El vídeo viral del momento.
A que me rechacen una beca y un trabajo que solicité (y que REALMENTE quería) en la misma semana.
A esos días en los que llego tarde a clase, llueve, no tengo paraguas y me pierdo en el campus (eso también es una historia real).
Pero hazme caso, no todo es tan malo. Tenemos malos momentos, pero eso no tiene que definir nuestra vida, año, mes, semana o incluso día. Y la clave para detener esos momentos horribles aún más rápido es la gratitud.
Mis consejos:1. 1. ¡Respira!
Sepa que todo se solucionará y recuérdese de otros casos que parecían realmente malos y que, al final, salieron bien.
2. ¡Saca tu Ego!
No estoy tratando de ser el malo de la película y disminuir tu lucha personal. Entiendo que lo que sea que estés enfrentando es realmente duro, y no quiero quitarle importancia a eso. Sólo quiero dar un poco de perspectiva. Una de mis frases favoritas de un programa de televisión fue en la serie de Shonda Rhimes "Inventando a Anna", cuando una de las protagonistas iba a tener un bebé y estaba sufriendo y diciendo que no podía dar a luz. Su marido le dice entonces que "no es especial" y que las mujeres tienen bebés todo el tiempo (algo que ella le había dicho sólo unos días antes). Y esto le dio la motivación para superar el dolor. Creo que, a veces, es saludable recordarnos a nosotros mismos que "no somos especiales" en nuestras dificultades. No disminuye el dolor, sino que nos ayuda a recordar que no somos los únicos que están luchando o que han estado en malas situaciones. Todo el mundo tiene días malos y le pasan cosas malas, y nadie es inmune a ello.
3. Pregúntate a ti mismo: "¿Cómo está funcionando esto para mí?"
Te he dicho que no eres especial cuando tienes un mal día, así que déjame decirte algo edificante. Tal vez, sólo tal vez, tu mala situación no es tan mala. Puede significar un ajuste porque no era lo que esperabas, pero puede que no sea mala. Cuando enviaron a mi novio a Guatemala cinco días después del día de San Valentín con menos de una semana de antelación, me quedé destrozada. Él iba a ir a Irak en un viaje de trabajo en mayo que duraría cinco meses, así que sentí como un gran golpe que me quitaran dos meses más para verlo. Pero entonces pensé: "¿Cómo me favorece esta situación?". Entonces hice una lista de aspectos positivos:
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- Tengo más tiempo para dedicarme a las tareas de la escuela y a encontrar un trabajo, sin distracciones.
- Este viaje es una buena práctica de larga distancia para cuando vaya a Irak por un periodo de tiempo mucho más largo.
- Puedo pasar más tiempo con mi madre, a la que no pude ver tanto el verano pasado porque los dos estábamos trabajando mucho.
- Puedo volver a conectar con amigos con los que no había pasado tanto tiempo después de que mi novio entrara en escena.
Y de repente, me sentí un poco mejor. No me sentía tan desesperada porque identificaba lo que estaba bajo mi control y lo que no. Por supuesto, tenía días malos y momentos en los que la situación era difícil desde el punto de vista emocional, pero la había transformado en algo más positivo en general.
4.Tómate tiempo para llorar, pero no dejes que el dolor se trague lo bueno
Está bien que proceses tus emociones y es muy saludable que te des espacio para sentir todo lo que sientes. Pero a veces dejamos que nuestro dolor nos supere hasta el punto de no poder disfrutar de las cosas buenas de nuestra vida. A veces incluso apartamos esas cosas buenas. El tiempo que uno necesita para hacer el duelo depende completamente de la persona y de la situación, pero con el tiempo es saludable empezar a integrarse de nuevo en la vida normal. Incluso si eso significa obligarse a hacer algo divertido, ir a clase o salir a dar un paseo, sólo para permitirse estar triste después. Algo que va unido a esto es cómo nos relacionamos con nuestros amigos y familiares. Por supuesto, es bueno confiar en la gente, pero llega un punto en el que accidentalmente podemos empezar a sobrecargar emocionalmente a nuestros seres queridos, lo que puede hacer que te sientas peor.
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- Quiero señalar aquí que hay una diferencia entre confiar en las personas que te importan y abrumar emocionalmente a alguien. No hay NADA malo en compartir tus sentimientos. El agobio emocional suele ocurrir cuando se habla exactamente de lo mismo una y otra vez. Un ejemplo de esto es un pariente que tengo. Estaba disgustada por una operación a la que se sometió antes de que mi madre y yo nos fuéramos de vacaciones con ella. Habló de la operación, de las cinco horas que tardó en llegar, de los dos días que estuvimos allí y de las cinco horas de vuelta. No había lugar para ayudarla porque contaba la misma historia una y otra vez, y seguía alterándose más y más mientras la contaba.
¡Y estos son mis principales consejos! La gratitud puede ser difícil de encontrar, pero a veces nos ponemos en nuestro propio camino. Para conseguir la gratitud, tenemos que mirar la vida con una lente diferente. Estos consejos suelen ayudarme a hacerlo, y espero que te ayuden a ti a hacer lo mismo. Además, debes saber que si las cosas van realmente mal, no dudes en pedir ayuda.