Hermione Granger - This Is Me
"¡Libros! ¡Y la inteligencia! Hay cosas más importantes: la amistad y la valentía".
La cita anterior resume el carácter de Hermione Granger. De empollona mandona a heroína decidida que no teme enfrentarse a la discriminación, Hermione es una inspiración para millones de niñas de todo el mundo. Puede que al principio se muestre inflexible con las normas y los deberes, pero a medida que crece y se relaciona con Harry y Ron, se va dando cuenta de la importancia del valor, la lealtad y la determinación. Esta es la cita que, en última instancia, coloca a Hermione en Gryffindor: su resistencia y nervio se imponen a su ansia de conocimiento.
Las primeras impresiones sobre los personajes a veces crean ideas erróneas sobre sus valores internos. Hermione, nacida en Muggles, entra en el mundo mágico de Hogwarts, entusiasmada por el conocimiento y por hacer amigos que desafíen su propio intelecto sobresaliente. Sin embargo, pronto se da cuenta de que es una niña muy diferente, ya que los niños de su edad no suelen sumergirse en los deberes con tanto entusiasmo. Hermione levanta la cabeza a la defensiva, y su falta de experiencia en socializar hace que otros niños se mantengan alejados, pero ella se niega a retroceder. Sin embargo, tras esta gruesa capa de puro empollón y exceso de confianza se esconde un torbellino de miedos, siendo el miedo al fracaso el más destacado de todos.
"This is Me Trying" de Taylor Swift
La estrella de 'This Is Us', Mandy Moore, recuerda las "terroríficas" opciones alternativas de cómo podría haber lucido la anciana Rebecca: "Me pusieron cejas falsas
Al principio, Hermione no tiene amigos. Le cuesta, pero lo oculta, decidida a guardar su vulnerabilidad. Se concentra en sus estudios, decidida a obtener las mejores notas en sus exámenes e impresionar a todos sus profesores y compañeros. Sin embargo, cuando los insultos de "empollona" y "sabelotodo" llegan a sus oídos, se derrumba. La realidad de no tener amigos y la creciente soledad la golpean con toda su fuerza.
Es entonces cuando aparecen Harry y Ron, que salvan a Hermione del trol de la montaña. Hermione, por primera vez en su vida, da el primer paso para convertirse en la mujer valiente que es ahora: miente a un profesor. Aunque a la mayoría esto no le parezca gran cosa, para Hermione es un paso importante y poco a poco se enfrenta a la verdad de que estudiar no es ni mucho menos lo más importante de este mundo. Se da cuenta de la importancia de la amistad y, al pasar tiempo con Harry y Ron, por fin disfruta de su vida en Hogwarts. Hermione empieza a utilizar su inteligencia para romper ocasionalmente las reglas, lo que empieza siendo pequeño y luego se va haciendo gradualmente más conmovedor.
Su naturaleza seguidora de las normas, aunque presente a lo largo de los libros, se ve sin duda atenuada. Empieza a comprender la necesidad de saltarse las normas y a entender cuándo hay que hacerlo y cuándo hay que evitarlo. Ayuda a equilibrar el grupo de amigos, reprendiendo a Harry y Ron cada vez que sus aventuras se les van de las manos.
El rasgo más evidente de Hermione es, sin duda, su inteligencia. Preparar la poción de Polyjuice no sólo pone a prueba la valentía de Hermione, sino también su habilidad para hacer pociones, en la que destaca absolutamente. Consigue preparar una poción muy avanzada a los trece años, lo que demuestra su enervante ingenio. Ese mismo año, Hermione descubre por sí misma el misterio del monstruo de Slytherin, con la ayuda de varios libros de la biblioteca, a través de pistas e indicios. Además, de todos los alumnos de Hogwarts, sólo Hermione es lo bastante precavida como para darse cuenta de la sorprendente verdad sobre la identidad de Lupin.
Sin embargo, los defectos de Hermione siguen siendo evidentes, y son éstos los que la hacen identificable con los estudiantes que tienen dificultades con sus asignaturas. A lo largo de su tercer año, se estresa demasiado, cursando una inmensa cantidad de asignaturas, que apenas puede manejar con la ayuda del girador de tiempo. Duerme muy poco, se presiona demasiado y se pasa todo el tiempo metida en los libros y los deberes. Por suerte, Harry y Ron pueden ayudarla a relajarse y a disfrutar del mundo fuera del estudio y de lo académico.
Hermione es una persona muy lógica. Esto crea un agudo contraste con la tendencia de Harry a seguir sus emociones e instintos, así como con la alocada imaginación de Luna. Se niega a creer que las cosas sean ciertas a menos que haya pruebas fehacientes ante sus ojos. Un ejemplo puede ser la teoría de las Reliquias de la Muerte. Hermione choca constantemente con la impulsividad de Harry, pero esto actúa como un obstáculo importante para que Harry pueda calmarse y mantener la calma. Es Hermione la que permite a Harry pensar con lógica y mantener la cabeza fría en situaciones críticas. Esto impide que Harry tome decisiones precipitadas y se aleje demasiado de su objetivo de destruir los horrocruxes, mientras que Ron actúa como amortiguador para evitar que ambos intensifiquen las discusiones. El trío se equilibra mutuamente, permitiendo que sus buenas cualidades florezcan y que sus defectos queden relegados a un segundo plano. El empeño de Hermione por conseguir pruebas puede parecer un defecto, pero sin duda es extremadamente significativo, sobre todo para Harry.
También le insiste en que trabaje la Oclumancia y se centre en bloquear a Voldemort de su mente. Actúa como la hermana mayor de Harry, regañándole repetidamente y tratando de mantenerle en el buen camino. No quiere que Harry tenga visiones sobre Voldemort, ya que esto no suele acabar bien, pero la curiosidad de Harry a menudo gana a su deseo de despejar su propia mente. Su conflicto crea equilibrio, y sólo en el equilibrio hay poder dentro del trío.
Hermione es una Gryffindor de corazón. Al igual que Terry Boot, ¿por qué Hermione no está clasificada en Ravenclaw? Ravenclaw valora a los que tienen deseos de saber, a los que son ingeniosos, inteligentes y sabios. Hermione encarna la mayoría de estos rasgos, pero es lo que valora y elige lo que la coloca en Gryffindor. Volviendo a la cita anterior:
"¡Libros! ¡Y la inteligencia! Hay cosas más importantes: la amistad y la valentía".
(De Harry Potter y la piedra filosofal)
Harry y Ron son amigos que Hermione posiblemente nunca tuvo. Ella los ama, ya que le dan felicidad. En última instancia, es su amor por sus amigos lo que la motiva a enfrentarse a sus miedos y caminar hacia la trampilla, arriesgándose a ser expulsada.
Hermione choca de vez en cuando con sus amigos. Sabe que es diferente y comprende que Harry y Ron puedan ser imprudentes a veces. Su indiferencia hacia el Quidditch y los deportes en general la separa de los chicos de tercer curso.
Ron y él la miraban fijamente, ambos con la Saeta de Fuego en la mano. Hermione los rodeó, se sentó, cogió el libro más cercano y ocultó la cara tras él.
"Así que es eso, ¿no?", dijo la profesora McGonagall con un abalorio, acercándose a la chimenea y mirando fijamente el Rayo de Fuego. "La señorita Granger acaba de informarme de que te han enviado una escoba, Potter".
Harry y Ron miraron a Hermione. Podían ver su frente enrojecida sobre su libro, que estaba al revés.
...
La profesora McGonagall giró sobre sus talones y sacó la Saeta de Fuego por el agujero del retrato, que se cerró tras ella. Harry se quedó mirándola fijamente, con la lata de polaco de alto acabado en las manos. Ron, sin embargo, se acercó a Hermione.
"¿Por qué fuiste corriendo a McGonagall?"
Hermione tiró su libro a un lado. Aún tenía la cara rosada, pero se levantó y miró a Ron desafiante.
"Porque pensé, y la profesora McGonagall está de acuerdo conmigo, que esa escoba probablemente se la envió Sirius Black a Harry".
(De Harry Potter y el prisionero de Azkaban)
Al enterarse de que Harry ha recibido una escoba nueva de un desconocido, Hermione no se deja cegar por la obsesión hacia el Quidditch. Se muestra escéptica y llega a la conclusión lógica de que la escoba ha sido enviada por el asesino en serie, dadas las circunstancias actuales. Harry y Ron actúan de forma extremadamente precipitada, sin pensar en las consecuencias y valorando el Quidditch por encima de su propia seguridad. Hermione, sin embargo, comprende la situación mejor que ninguno de sus amigos. Pone la situación en manos de un adulto de confianza, plenamente consciente de que eso puede dañar su amistad, que es lo que más valora. Se preocupa por la seguridad de Harry y está dispuesta a sacrificar su amistad para mantenerlo alejado del peligro. Piensa en lo mejor y demuestra valentía al enfrentarse a sus amigos de forma desafiante, sabiendo que está haciendo lo correcto. Como dijo Dumbledore: "Hace falta mucho valor para enfrentarse a nuestros enemigos, pero también para enfrentarse a nuestros amigos".
La valentía de Hermione también queda demostrada cuando se enfrenta a Harry, discutiendo con él sobre su reciente visión del Sirius capturado. Harry acaba de ver cómo torturaban a Sirius en el Departamento de Misterios y su primer instinto es irrumpir en el Ministerio sin un plan y sin pruebas. Le aterroriza la idea de perder al único miembro de su familia y está decidido a hacer cualquier cosa para salvarlo. Harry está cegado por la emoción, perdiendo todo sentido del razonamiento y el pensamiento. Hermione, sin embargo, mantiene la cabeza despejada y explica su lógica a Harry. Una vez más, da prioridad a la seguridad de su amigo sobre la ira de éste hacia ella. Sabe que la situación que Harry acaba de ver es muy improbable y es plenamente consciente de que Harry está cayendo en la trampa de Voldemort, corriendo directamente hacia el peligro. Discutiendo con Harry, Hermione espera hacerle ver que no hay ninguna prueba o evidencia de que Sirius haya sido capturado. Su lógica choca con el impulso de Harry, pero aun así se mantiene desafiante y valiente, sabiendo que está pensando en lo mejor.
Al comprender que Umbridge nunca enseñará a los alumnos verdaderas técnicas defensivas, Hermione es la primera persona en actuar. Decide crear una organización ilegal de defensa y, a pesar de saber que está infringiendo las normas, sigue adelante con su plan, sabiendo que en este caso infringir las normas es necesario. Hermione también está dispuesta a correr cualquier riesgo para embarcarse en la peligrosa caza del Horrocrux. Es plenamente consciente de que corre un alto riesgo de que la maten o la interroguen debido a su condición de nacida de muggles, pero aun así está dispuesta a ponerse en peligro por un bien mayor. Hermione modifica la memoria de sus padres para mantenerlos a salvo, sacrificando su propia felicidad y su familia por el bien del mundo mágico.
Cuando Ron abandona la tienda furioso, el corazón de Hermione se rompe en mil pedazos. Al permanecer al lado de Harry, está eligiendo el bien mayor por encima de Ron, la persona a la que ama profundamente. Esta valiente elección le provoca una inmensa angustia emocional y solloza incontrolablemente, sin apenas dormir ni comer. Una vez más, sabe que está tomando la mejor decisión y, por lo tanto, actúa de acuerdo con ella. Esta hazaña excepcionalmente valiente no la consigue cualquiera. Su resistencia emocional y su fuerza le permiten, en última instancia, tomar las decisiones correctas.
Sin embargo, el rasgo que más define a Hermione es su lucha contra la discriminación en el mundo de los magos. Como nacida de muggles, Hermione sufre mucho acoso y odio en Hogwarts. Sin embargo, mantiene la cabeza alta e ignora sus comentarios, negándose a mostrar su lado vulnerable. Esto hace que desarrolle una fuerte determinación para proteger a aquellos que son oprimidos por los magos, incluidos los elfos domésticos, los duendes, los gigantes y los hombres lobo. Al darse cuenta de que a los elfos domésticos se les maltrata y se les lava el cerebro haciéndoles creer que están destinados a servir a una familia durante toda su vida, Hermione se escandaliza y actúa de inmediato.
Dentro había unas cincuenta insignias, todas de distintos colores, pero con las mismas letras: S.P.E.W.
"'Spew'?", dijo Harry, cogiendo una placa y mirándola. "¿De qué va esto?".
"No es vomitar", dijo Hermione impaciente. "Es S-P-E-W. Significa Sociedad para la Promoción del Bienestar de los Elfos".
"Nunca he oído hablar de él", dijo Ron.
"Pues claro que no", dijo Hermione enérgicamente, "acabo de empezarlo".
"¿Sí?", dijo Ron ligeramente sorprendido. "¿Cuántos miembros tienes?".
"Bueno - si ustedes dos se unen - tres", dijo Hermione.
"¿Y tú crees que queremos ir por ahí con insignias que digan 'vomitar'?", dijo Ron.
"Iba a poner "Alto al abuso escandaloso de nuestras criaturas mágicas y campaña por un cambio en su estatus legal", pero no encajaba. Así que ése es el encabezamiento de nuestro manifiesto".
Les blandió la hoja de pergamino.
"Lo he investigado a fondo en la biblioteca. La esclavitud de los elfos se remonta a siglos atrás. No puedo creer que nadie haya hecho nada al respecto hasta ahora".
(De Harry Potter y el cáliz de fuego)
Cuando todo el mundo se limita a aceptar a los elfos domésticos como esclavos que disfrutan con su trabajo, Hermione está dispuesta a plantar cara y marcar la diferencia. Ella misma inicia su propia campaña y, a pesar de la falta de apoyo de sus compañeros, mantiene su pasión por promover los derechos de los elfos. Ella es la única que entiende lo que es ser discriminado y simpatiza profundamente con los que tienen un estatus bajo en la sociedad. Aunque SPEW se trata más bien como una broma, y aunque Hermione está dando pasos equivocados en la mejora de los derechos de los elfos, su capacidad para sentir compasión y defender a los que sufren es su mayor fortaleza.
En Harry Potter hay muchos personajes que sufren discriminación y prejuicios. Hagrid intenta ocultarlo quedándose en su cabaña, avergonzado de mostrar su cara al público después de que su identidad sea revelada por Rita Skeeter al público. Lupin mantiene su identidad en secreto, y se siente inseguro y avergonzado por ello, temeroso de estar arruinando las vidas de Tonks y Teddy al formar una familia. Hermione es igual que ellos, una extraña, no deseada por muchos magos y brujas de la época. Pero no trata de ocultarlo. No se avergüenza de su identidad, sino que está orgullosa de ella.
Griphook soltó una carcajada desagradable.
"¡Pero es así, se trata precisamente de eso! A medida que el Señor Tenebroso se hace más poderoso, tu raza se sitúa aún más firmemente por encima de la mía. Gringotts cae bajo el dominio de los magos, los elfos domésticos son masacrados, ¿y quién de los portadores de varitas protesta?"
"¡Lo hacemos!", dijo Hermione. Se había sentado derecha, con los ojos brillantes. "¡Protestamos! Y a mí me persiguen tanto como a cualquier duende o elfo, Griphook. Soy una Mudblood".
"No te llames..." murmuró Ron.
"¿Por qué no habría de hacerlo?", dijo Hermione. "¡Mudblood, y orgullosa de serlo! No tengo una posición más alta en esta nueva orden que la tuya, Griphook. Fue a mí a quien eligieron para torturar, allá en casa de los Malfoys".
Mientras hablaba, apartó el cuello de la bata para revelar el fino corte que Bellatrix le había hecho, escarlata contra la garganta.
"¿Sabías que fue Harry quien liberó a Dobby?", preguntó ella. "¿Sabías que llevamos años queriendo que liberen a los elfos?" (Ron se removió incómodo en el brazo de la silla de Hermione.) "¡No puedes querer que derroten a Quien-tú-sabes más que nosotros, Griphook!".
El duende miró a Hermione con la misma curiosidad que había mostrado por Harry.
(De Harry Potter y las Reliquias de la Muerte)
Hermione no tiene miedo de llamarse a sí misma sangre sucia. Nunca deja que los comentarios despectivos de sus enemigos lleguen a su corazón. Al tener la valentía de etiquetarse a sí misma con una palabra horrenda sin dudarlo, Hermione hace suyo el término y lo lleva como si fuera una corona. No se acobarda ni se acobarda cuando alguien la utiliza, sino que levanta la cabeza y se permite brillar entre los demás, destacando como una figura justa que siempre está dispuesta a luchar contra los prejuicios. Su carácter contrasta fuertemente con el de Lupin o Hagrid: a pesar de ser indeseada y de no gustar entre brujas y magos, no se esconde de los focos, sino que se mantiene erguida, sin miedo a mostrar su verdadero yo al público.
Rowling relata constantemente problemas del mundo real y consigue integrarlos impecablemente en el mundo imaginario. La discriminación es el problema social más destacado que se manifiesta lentamente a lo largo de la serie. Hermione sirve de modelo para quienes sufren prejuicios en nuestra sociedad. Nace con un estatus bajo, y su figura de "empollona" la hace aún más propensa al acoso y al odio. Sin embargo, esto no le impide ser una bruja influyente, siempre dispuesta a gritar y concienciar sobre cuestiones de estatus cuando nadie más lo hace. A través de su personaje, Rowling insta a los lectores de hoy en día a tomar medidas para reducir los prejuicios en el mundo moderno, y a luchar contra quienes atacan a inocentes por su estatus o su riqueza.
El retrato que las películas hacen de Hermione hace que la mayoría de los fans la vean como una bruja poderosa, hermosa y genial, y pasen por alto la profundidad y el crecimiento de su personaje. Aunque en los libros Hermione pueda parecer inicialmente molesta, testaruda o corta de miras, con el tiempo supera su etapa de seguidora de las reglas y está dispuesta a hacer cualquier cosa por sus amigos y por el mundo mágico. Hermione Granger es un personaje que inspira a muchas jóvenes a luchar contra la discriminación de género y de raza en la sociedad moderna. Su extraordinaria capacidad de recuperación y sus defectos tridimensionales la convierten en un personaje entrañable e identificable para los lectores.
Nota: La creadora de Harry Potter, J.K. Rowling, ha sido acusada de transfobia por miembros de la comunidad LGBTQ+. Me gustaría reiterar mi apoyo a los derechos de las personas trans y que las identidades trans son válidas.