La hora feliz: Una copa modernista de reggae
Hollie Cook es una cantante británica de 35 años que destaca por su visión del reggae de raíces. En este LP, Cook se aleja de las fórmulas tradicionalistas y, en cambio, da al género un toque moderno. Decir que su éxito ha sido puramente autodidacta es una observación comprensible, ya que su voz aterciopelada y sus letras optimistas a menudo hacen que los oyentes se ahoguen en una piscina de serendipia tropical despreocupada; sin embargo, siendo Cook la hija de Paul Cook, batería de los Sex Pistols, y de Jeni Cook, corista de Boy George y Culture Club, Cook nació veterana en la escena musical profesional. Hollie comenzó su carrera como miembro de la banda post-punk The Slits como vocalista de apoyo durante 5 años. Más tarde, conoció a los instrumentistas Ian Brown y Jamie Alexander "T" Traeys y grabó su álbum de debut. Este álbum fue aclamado por la crítica, que elogió su voz suave y sus letras juveniles.
En "Happy Hour", Hollie intenta seguir ofreciendo música reggae de calidad a una generación más joven, fusionando a menudo una producción tropical estéticamente agradable con grooves populares de dance-pop y R&B. La primera canción de la lista de temas, "Happy Hour", detalla la amarga caída de una relación anterior y el dulce regusto que deja en la boca de los que decidieron participar. En lugar de recurrir a la manida metáfora de comparar el amor con una bebida alcohólica embriagadora, Hollie afirma que "The tears ran down my face/Until happy hour" ("Las lágrimas corrieron por mi cara/hasta la hora feliz"), que se utiliza como almohada y lugar de descanso de la abrumadora emoción que supone la decepción romántica. Un cruce entre un disco de Bob Marley y una canción de Sade, esta introducción permite vislumbrar los elementos sonoros del resto del álbum.
La segunda canción, "Moving On", comienza con un arreglo de cuerdas que complementa un ritmo de reggae tradicional compuesto por guitarra, batería y órgano. Una vez más, Hollie canta sobre la recuperación de una relación que manipula la mente, no con un nuevo hombre, sino con la tranquilidad de la paz mental y la fuerza interior.
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El punto álgido del álbum, sin embargo, es el tema "Love in the Dark", una canción etérea y espacial que permite que los sintetizadores brillen y resplandezcan junto con un ritmo de fondo bailable. Esta canción también contiene algunas de las mejores voces de Cook y destaca la destreza de su falsete.
En general, "Happy Hour" es un álbum bien ejecutado que, si bien carece ocasionalmente de calidad experimental, debe su mérito a un equipo de producción que se enorgullece de una estética de buen gusto, a un cantante dedicado a crear el ambiente y al sonido rítmico y tranquilizador del reggae rock.
