La vida es un retrete

La vida es un retrete

Creo que un retrete es un símbolo de la vida. Esto indica que somos los residuos corporales que se eliminan en este receptáculo. Permítanme explicarles por qué.

A lo largo del día, ingieres alimentos. Bebes agua. Tal vez incluso un poco de café o refresco. Luego vas al baño y emites todo lo que has consumido. ¿No es un poco tonto cuando lo piensas? Puedes comer todo lo que quieras -harto de comida rápida o atiborrarte de lo que sea que te guste comer- y aun así, al final del día, todo acaba siendo desecho humano.

Los seres humanos y nuestras vidas proceden en consecuencia. Trabajamos y trabajamos y trabajamos. Estudiamos y estudiamos y estudiamos. Nos levantamos, comemos, trabajamos, volvemos a dormir y lo hacemos todo de nuevo. Y aun así, por mucho que nos hayamos doblegado para alcanzar el éxito, al final del camino también nos encontramos como desechos humanos.

Los alimentos que comemos, aunque acaben siendo desechos, nos benefician en algún momento de su estancia en nuestro cuerpo. Y del mismo modo, el trabajo que hacemos nos beneficiará en algún momento. La comida mala que comas puede reventar tu retrete, y las cosas negativas que hagas pueden reventar tu vida. Pero aquí está la cosa: sean ventajas o desventajas, en última instancia, nada importa.

El retrete, concluyentemente, no es más que una cavidad hueca para que nuestros desechos la llenen. Y tu vida, de la misma manera sin sentido, es sólo otra de miles de millones. Lo que sea que hagas actualmente no tendrá ninguna importancia cuando estés a dos metros bajo tierra. Una mala nota en el examen de matemáticas no será lo último en lo que pienses cuando estés respirando por última vez. ¿Caer de bruces en medio de la cafetería? No te preocupes. Puede que contemples la muerte mientras estás tirado en el suelo con los míseros ojos de todo el mundo puestos en ti, pero cuando estés en una cita con la Parca, será lo último en lo que pienses.

Ahora bien, a pesar de toda la información aparentemente negativa que he escrito, esta postulación de que la vida vale tan poco como un retrete puede ser inspeccionada bajo una luz positiva. Piénsalo así: tu vida no es demasiado importante, así que aprovéchala al máximo y haz lo que quieras. Hazlo todo. Deshazte de las construcciones de la sociedad y de las presiones que te han metido en la cabeza a martillazos. Viaja por el mundo, persigue tus sueños, come sin preocuparte por las calorías y ¡dispara a las estrellas!

No dejes de comer sólo porque sabes que acabará siendo caca, ¡come de todo porque sabes que al final sólo será caca!

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