Laufey habla sobre ser Delulu, Laufeycore y la vida en la carretera
Amediados del siglo XX, innumerables músicos de jazz legendarios -desde Billie Holiday a Louis Armstrong y Duke Ellington- han actuado en el Town Hall de Nueva York. Sin embargo, durante dos noches a principios de noviembre, el mítico local se llenó de Gen-Zers, ansiosos por ver a la mayor estrella emergente del jazz de su generación: una joven islandesa-china llamada Laufey, que ha arrasado en TikTok por sus extravagantes canciones de amor que fusionan estilos de jazz con música clásica y estándares pop.
Desde que encontró un público inesperado en Internet durante la pandemia, Laufey, de 24 años, nacida en Reikiavik y afincada en Los Ángeles, se ha convertido en un puente entre el pop moderno y estos géneros "anticuados". Tras una gira por Asia y Australia a lo largo de 2023, a principios de este invierno terminó la etapa norteamericana de su segundo álbum, Bewitched, con todas las entradas agotadas.
Canalizando el encanto de una estrella de los años 40, Laufey cautivó al público neoyorquino con su soñadora voz de contralto, que dominó con maestría mientras rotaba entre la guitarra, el violonchelo y el piano. "Ningún chico va a ser tan listo / como para atravesar mi corazón de porcelana / Ningún chico va a matar a la soñadora que hay en mí", cantó a partir de "Dreamer", de Embrujadas, añadiendo elegantes gestos con las manos para puntuar sus decididas palabras. Alimentadas por la calidad cinematográfica de su paleta nostálgica, las canciones de Laufey están llenas de un tipo de grandeza y optimismo que sus fans llamarían cariñosamente "delulu".
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"Delulu es una palabra graciosa, pero al fin y al cabo creo que significa que todos tenemos esperanzas", dice Laufey, "la esperanza de que las cosas mejoren un poco o de que haya algo realmente extraordinario ahí fuera. Se trata de ver la belleza en algo que no es tan grande. Creo que eso es lo que une a la comunidad de Laufey. Hay mucha gente que, curiosamente, es una romántica empedernida. Pero el núcleo de eso es creer en algo que es casi irreal".
"Por suerte y honestamente, siento que todos mis fans tienen buenas notas en la escuela", añade Laufey con una sonrisa y una carcajada. "Veo a los niños haciendo los deberes de AP en la cola y pienso: '¡Qué monada!' Sé lo que les pasa por la cabeza, por un trauma personal. Sólo quiero abrazarlos a todos y decirles: "No os preocupéis, estaréis bien. Sé que todos queréis ir a Brown, pero no tenéis por qué'".
Como muestra de su estatus internacional de "it girl ", muchos de sus fans también acuden intentando imitar su estilo, que han bautizado cariñosamente como "Laufeycore"."La propia Laufey, que describe su look como "una mezcla de estilo francés y escandinavo", ha reconocido en TikTok lo bien vestidas que van sus fans, que acuden a sus conciertos con faldas largas estilo pradera, tops blancos de mangas abullonadas, americanas de cuero, medias, vestidos vintage y uñas plateadas. Sus seguidores reciben una doble dosis de inspiración de los "twin fit checks" que publica Laufey, protagonizados por ella misma y su gemela Junia, que también es su directora creativa. Encarnar el Laufeycore se ha extendido incluso a realizar las actividades favoritas de la cantante, como visitar una librería local o ir al mercado agrícola, como anima Laufey como parte de su campaña #AVeryLaufeyDay.
Para la gira, Laufey trabajó con su estilista Amanda Lim para confeccionar un vestuario rotativo de ocho prendas que representan una "versión elevada" de su estilo cotidiano. Hay "looks de escuela" de Thom Browne, como el que lució en Nueva York, y Sandy Liang para satisfacer sus antojos de lazos. Para algunas ciudades, preparan conjuntos "especiales", así que los diseñadores van desde Chanel y Adeam hasta Tory Burch, pasando por un vestido de Oscar de la Renta. Para maquillarse, le gusta ir "bastante sencilla", centrándose en unos pocos productos -una buena crema hidratante con color y máscara de pestañas y color de labios de Ilia- para conseguir algo muy "ruboroso, luminoso y algo limpio", y añade: "Me inspiro en las chicas de Islandia, que no suelen llevar mucho maquillaje y tienen buen gusto a la hora de maquillarse".
A medida que ha ido ascendiendo, Laufey ha parecido marcar el comienzo de una creciente aceptación del jazz y la música clásica entre los artistas más jóvenes para contar historias más teatrales. Este mismo año, prestó su voz y sus arreglos de cuerda a canciones de Reneé Rapp, d4vd y Norah Jones, e infundió bossa nova a "A Night to Remember", su nuevo y ardiente single con Beabadoobee. Como dos artistas femeninas con ideas afines, la colaboración fue "tan increíble y fácil", dice Laufey. "Lo que admiro de ella como músico es que se atreve a tener su propio sonido, y es muy honesta en su música".
En "A Night to Remember", Laufey y Beabadoobee se propusieron "mostrar nuestro lado más sexy y malhumorado, y ser un poco más sorprendentes", explica Laufey. "Escribo mucho sobre chicos que me rechazan, y quería reivindicar la narrativa. Pensé: '¿Y si somos nosotras las que pasamos una noche con un chico y decimos: otra vez no'? Creo que ese tipo de comportamiento puede interpretarse a menudo como vanidoso o excesivo, aunque si un chico hiciera eso, sólo sería otra canción".
Ahora que Laufey está cambiando el panorama del pop con su musicalidad y sus composiciones cada vez más atrevidas, ¿cree que ha logrado su objetivo, tantas veces pregonado, de acercar el jazz a su generación? "No creo que mi trabajo esté casi terminado", responde sin dudar. "Creo que sólo he arañado la superficie. Quiero hacer proyectos que se inclinen más hacia el jazz, quizá más hacia la música clásica, y también continuar por el camino en el que estoy ahora. Creo que ésa será la luz que me guíe hasta el día de mi muerte".
