Los mejores personajes son los que muestran las emociones más reales
Hace varias semanas, leí <Cuento de dos ciudades>, y me conmovió mucho el personaje de Sydney Carton. Entre los personajes más populares, como Lucie Manette, el doctor Manette y Darnay, Sydney Carton es el que me causó mayor impresión por su realismo.
A partir de la creación de una atmósfera depresiva por parte de Charles Dickens al describir a Sydney, puedo sentir que a partir de su edad adulta, la vida de Sydney es sombría y sin esperanza, no tiene nada que perseguir y no hay nada por lo que pueda trabajar. Repite su aburrida vida día tras día y se mete en el barril de vino para aliviar su dolor mental. Espera un día en el que pueda abandonar este mundo y reiniciar su vida y desechar su pasado. Estaba a punto de gritar cuando leí la descripción: "subiendo a una cámara alta en un pozo de la casa, se tiró con sus ropas en una cama descuidada, y su almohada estaba mojada por las lágrimas desperdiciadas". El retrato de la angustia silenciosa realmente da cuerpo al personaje.
En la monótona vida de Sydney, aparece una chica llamada Lucie. Ella es una luz que ilumina la vida de Sydney, que ha sido oscura durante tantos años. Si esa chica se enamora de Sydney, supongo que vivirán juntos felizmente y esto animará a Sydney a acoger la llegada de su nueva vida. Por desgracia, esa chica se enamora de un chico que se parece a Sydney. Pero como el amor de una persona no es tan fácil de desaparecer, Sydney se propone convertir este amor en la motivación de ayudar a Lucie. Sacrificarse por Lucie y Darney resulta ser la mejor oportunidad para ayudarla, así que decide hacerlo. En cierta medida, este sacrificio es visto por Sydney como una oportunidad para demostrar su valor y poner un bello final a su "fracasada" vida.
¿Qué pasaría si los personajes Disney fueran reales?
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Sydney Carton, que pasa de ser una persona indiferente en el Libro 2, es un hombre cuyo corazón está lleno de una llama entusiasta en el Libro 3. Se le representa con todas las emociones humanas que se supone que tenemos. Un verdadero personaje de pleno derecho.
