Sara Carbonero, antes muerta que sencilla
Oy, oy, oy… De esta guisa no veo yo a la gente en el Mercadona, poproseros, si es que la que es glamourosa lo lleva a donde haga falta: tacones de aguja en la playa, hacer alpinismo con vestido largo… ¡Donde haga falta! Y si hay que hacer la compra una se pone mona y remona, no sea que te espere la prensa fuera y no te saquen como es debido. Y es que Sara Carbonero no puede despistarse ni media, porque como un día nos salga con un pelo mal puesto la tenemos fijo, así que ella si tiene que ir a comprar unos ajos y el papel higiénico se planta un vestido con el que muchas saldríamos de noche, las plataformas, bien maquillada y ale a lucirse, divina de la muerte.