Sigue bailando, Primer Ministro Sanna Marin
Punto de vista: Sigue bailando, Primer Ministro Sanna Marin
Es hora de acabar con el doble rasero contra las mujeres en el poder.
Finlandia se independizó de Suecia en 1917. Desde entonces, ha tenido 76 administraciones. El gobierno actual está dirigido por Sanna Mirella Marin, de 36 años, la primera ministra más joven elegida en la historia de Finlandia.
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Finlandia libró dos guerras contra la Unión Soviética, una en 1939 y otra que terminó en 1944. Se mantuvo fuera de la OTAN para evitar más conflictos con Moscú. Todo eso cambió tras la invasión no provocada de Rusia en Ucrania el 24 de febrero de este año. La primera ministra Marin apoyó con valentía el ingreso de Finlandia en la OTAN, ya que la agresión de Vladimir Putin hizo que su nación del norte de Europa se sintiera vulnerable. Su decisión es proactiva y valiente para un país que se ha resistido a unirse a alianzas militares durante décadas.
La primera ministra Marin es una servidora pública dedicada y competente que ocupa el cargo desde 2019. Entró en la lista de las 100 mujeres de la BBC en 2020. La revista Forbes la situó en el puesto 85 de la lista de 2020 de Las 100 mujeres más poderosas del mundo. El año pasado, la revista Time puso a Sanna Marin en la portada de su número centrado en la lista de líderes "Time 100 Next".
A pesar de sus muchos logros, su vida dio un vuelco el 19 de agosto de 2022. ¿El motivo? Se filtró un vídeo en el que aparecía bailando y cantando con unos amigos en una fiesta privada. Los partidos de la oposición finlandesa la atacaron rápidamente por su comportamiento y la calificaron de "no apta para el cargo". Fue tendencia en las redes sociales, pero, frustrantemente, por las razones equivocadas.
En comparación, los políticos varones se han enfrentado a consecuencias sustancialmente más leves. Por desgracia, este sesgo de género se ha mantenido durante décadas, en realidad durante siglos.
Silvio Berlusconi fue elegido por primera vez Primer Ministro de Italia en 1994. Se vio envuelto en polémicas y escándalos sexuales y fue acusado varias veces de soborno y corrupción. Incluso tuvo una relación ilícita con una bailarina de club nocturno, Karima el-Mahroug. ¿Su castigo? Fue elegido Primer Ministro de nuevo en 2001 y por tercera vez en 2008.
François Mitterrand fue Presidente de Francia de 1981 a 1995. Tuvo una relación extramatrimonial con Anne Pingeot, y tuvieron una hija ilegítima, Mazarine Pingeot. ¿Su castigo? Su mandato fue el más largo de la historia de Francia.
La historia de Estados Unidos también está plagada de escándalos de políticos que se portan mal. En 1791, Alexander Hamilton, padre fundador y primer secretario del Tesoro de Estados Unidos, tuvo una relación extramatrimonial con Maria Reynolds, de 23 años. Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos, fue padre de los hijos de una mujer esclavizada, Sally Hemings.
En este siglo, Bill Clinton, el 42º presidente de Estados Unidos, mantuvo una relación ilícita con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky. En 2016, Donald Trump se convirtió en el 45º presidente de Estados Unidos incluso después de que The Washington Post publicara un vídeo de 2005 en el que hablaba de las mujeres de forma vulgar. La lista sigue y sigue. La sociedad parece estar condicionada a aceptar que los hombres se comporten de forma inapropiada. Esto tiene que cambiar.
El Primer Ministro Marin estaba simplemente bailando con amigos en una fiesta privada. El líder del partido de la oposición, Riikka Purra, instó a la Primera Ministra a someterse a un test de drogas, y así lo hizo. Como era de esperar, el resultado fue negativo.
Sanna Marin está prosperando en un papel típicamente monopolizado por los hombres. Su juventud y su género han sido un motivo para atacarla y criticarla por razones injustas. Las mujeres líderes se han enfrentado a un doble rasero sexista durante demasiado tiempo. Por desgracia, este sesgo va mucho más allá del mundo de la política. En las últimas semanas, las mujeres han empezado a publicar, afortunadamente, vídeos de baile en las redes sociales con el hashtag #SolidarityWithSanna. Esto es un comienzo.
Incluso la secretaria Hillary Clinton se metió en este debate y tuiteó a la primera ministra Sanna Marin con una foto suya bailando. Su mensaje debería resonar en todas las mujeres que sólo quieren rendir cuentas con los mismos estándares que los hombres:
"Sigue bailando, @marinsanna".