Superar una amistad rota
Cualquier tipo de pérdida es difícil de sobrellevar. Cuando se pierde a un ser querido, un par de zapatos o una relación, la pérdida puede ser muy dura y se tarda tiempo en superarla. Sin embargo, la pérdida de una amistad puede ser la más devastadora de todas, porque un amigo es alguien en quien te apoyas, en quien confías y que quieres que esté ahí en tu vida para el resto de ella. Puede ocurrir cuando te vas distanciando poco a poco de un amigo de la infancia, o cuando tienes un desacuerdo que rompe la amistad por la mitad.
Incluso hay relaciones que se rompen silenciosamente porque os habéis distanciado el uno del otro o habéis tomado rumbos distintos. Esto no hace que ninguno de esos problemas sea menos doloroso, y las rupturas de amistad ocurrirán a lo largo de la vida. Puedes intentar hacer nuevos amigos, o considerar que los versículos de la Biblia te animarán en los momentos difíciles, pero eso no hace que la ruptura de la amistad sea más fácil. Claro, todos podemos normalizar el hecho de que las amistades terminan y terminarán, pero es una expectativa que nos han dicho que llevemos en lugar de algo opuesto a eso. Algunas amistades simplemente no están destinadas a existir, pero ¿qué puedes hacer para superarlo?
- Date tiempo y espacio para llorar. Como cualquier pérdida en la vida, la pérdida de una amistad necesita tiempo. Sé sincero con la gente sobre lo que estás pasando para poder reflexionar sobre lo ocurrido y empezar a sanar. Puedes darte un capricho con un helado o tratarlo de la misma forma que lo harías con una ruptura con un ser querido. Mucha gente intenta ser dura ante la pérdida de una amistad, pero no pasa nada si te muestras vulnerable. Tus sentimientos han sido heridos y estás triste por la amistad. Decirlo en voz alta te ayudará a superarlo adecuadamente y a seguir adelante.
- Si sabes que la amistad es irreparable y que nunca podrás recuperarla, queda con tu amigo y ponle fin. Normalmente, con una pareja romántica tienes un cierre porque hay una conversación de ruptura y sabes si tú estás equivocado o ellos están equivocados. El problema con las amistades es que terminan de forma bastante borrosa, pero tienes que asegurarte de que puedes navegar por ese final. En lugar de limitaros a diagnosticar y asumir, reuníos una última vez para hablar de ello como adultos. Así podréis dejar atrás cualquier mal rollo y seguir adelante por separado.
- Identifica lo que necesitas. Una vez que hayas considerado el impacto de la amistad que se ha roto, tienes que entender cómo va a afectar a tu estado emocional y mental. Puede que tengas que hablar de ello con un terapeuta o con un amigo cercano, y puede que tengas que eliminar cosas de tu vida que desencadenan recuerdos que aún no estás preparado para procesar. Una vez que puedas empezar a poner la relación en el lenguaje del tiempo pasado, podrás seguir adelante y sentirte agradecido por el tiempo que pasasteis como amigos.
- Piensa en tus otras amistades. Si una amistad importante se ha roto, tienes que analizar tus otras amistades para ver si son sanas o no. ¿Y si te estás perdiendo de poner algunos límites y te sientes un poco resentido por ello en otras amistades? Explorar esto es muy importante, porque si no tienes límites sanos con tus amigos, todo el grupo va a sufrir por ello. Puede que te haga cortar lazos con amigos con los que nunca pensaste que los cortarías, pero entender tus propios límites es como una llamada de atención.
- Recuerda que sigues mereciendo un amigo. Que hayas perdido a un amigo o se haya terminado una relación no significa que debas estar solo. Aunque seas tú el culpable, no significa que tengas que seguir siéndolo para siempre. Puede verse como una barrera para hacer nuevos amigos, sobre todo si vinculas tanto tu identidad a tus amistades, pero tienes que tener en cuenta quién eres y qué significan las cosas para ti, así que perder ese sentimiento de pertenencia y aceptación puede ser difícil pero no insuperable. Aceptar tu propio papel en la ruptura de la amistad te va a ayudar a seguir adelante y te va a ayudar a considerar la forma en que tratas a los demás.