Un clásico infantil retorcido
La película Coraline de 2009 es un clásico infantil, pero el libro en el que se basa la película da un giro más oscuro, tanto en el texto como en las ilustraciones. Neil Gaiman es un autor inglés que ha escrito libros como American Gods, Good Omens, Stardust y el más conocido, Coraline. Gaiman es conocido por sus libros de ficción cortos, pero también hace libros de no ficción, películas, cómics, novelas gráficas, etc.
Al igual que en la película, Coraline se muda a un piso con su madre y su padre, con los vecinos, la señorita Spinks y Forcible debajo de ella, así como el señor Bobinsky encima. Mientras explora el piso, encuentra una puerta, que pronto la llevará a un mundo extraño con "otros padres" que tienen botones por ojos. Coraline es una chica joven y curiosa que desearía tener otros padres que no estuvieran siempre trabajando en sus ordenadores portátiles. Pronto acaba consiguiendo ese deseo, pero no sin un sacrificio.
Si te gusta el terror y las buenas ilustraciones, este libro es para ti. No sólo las ilustraciones de este libro son espeluznantes, pero también hermosas, sino que la escritura también lo es. La idea de clones malvados de tus padres con ojos de botón es suficiente para inquietarte, pero el hecho de que los otros padres de Coraline estuvieran decididos a coserle botones en los ojos lo hace aún más aterrador. "'Si quieres quedarte', dijo su otro padre, 'sólo hay una pequeña cosa que tendremos que hacer, para que puedas quedarte aquí para siempre y por siempre'" (Gaiman 43) Esta cita es inquietante teniendo en cuenta el hecho de que el otro padre de Coraline dice esto tan tranquilamente antes de presentar los botones que quieren coser en sus ojos.
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Coraline es una maravillosa lectura corta sobre un cuento de hadas que sale mal y muchos temas, como el de apreciar lo que se tiene, incluyendo géneros como la literatura infantil y la ficción de terror, paranormal y fantástica. Un universo paralelo y perros y gatos parlantes llenan la historia, así como personas con ojos de botón. La escritura es fácil de leer, además de ser convincente, y las ilustraciones ayudan a complementar el texto. Aunque se trata de un libro para niños, es retorcido y no es para los débiles de corazón, pero es una historia maravillosa y la recomendaría a todos los jóvenes y adultos.
