Un Pequeño Sacerdote, Un Gran Éxito De Stephen Soundheim Que Te Devorarás

Un Pequeño Sacerdote, Un Gran Éxito De Stephen Soundheim Que Te Devorarás

Un Pequeño Sacerdote, Un Gran Éxito De Stephen Sondheim Que Te Devorarás

La primera vez que escuché Sweeney Todd, el barbero demoníaco de la calle Fleet, me enamoré de inmediato de su concepto oscuro y lúgubre. Sin embargo, tras una segunda escucha, empecé a comprender la verdadera brillantez de la canción "A Little Priest".

A Little Priest", de Stephen Sondheim, es una canción de humor sangriento sobre un asesino y su cómplice discutiendo qué hacer con un cadáver y una rica canción de "querer" que es el núcleo de todo buen musical. El musical, planteado como una historia de venganza, se desarrolla en un Londres sombrío después de que un preso sea liberado por haber sido condenado injustamente.

A Little Priest se encuentra cronológicamente en un lugar difícil. Eso se debe sobre todo a que sigue a una canción muy poderosa, "Epiphany". Una canción que pretende mostrarnos cómo el protagonista ve la crueldad del mundo y jura librar al mundo de aquellos que se interponen en su camino. Y como resultado, "A Little Priest" tiene grandes zapatos que llenar. Y los llena.

Esta canción nos devuelve el concepto de que este musical es una oscura COMEDIA. Así, cuando se plantea la pregunta "¿Qué hacemos con el cadáver?", la señorita Lovett propone una respuesta mucho más... poco ortodoxa. Aunque el concepto de meter a las víctimas de asesinato en las tartas es absolutamente tétrico, la forma en que estos psicópatas reaccionan ante una propuesta tan gore es lo que pilla al público desprevenido. Sweeney y Lovett se lo pasan en grande haciendo juegos de palabras sobre las profesiones de sus víctimas y cómo eso afecta al sabor de su carne.

Estas críticas suelen ser muy duras y ajustadas a lo que implicaría la profesión. Por ejemplo, "LOVETT: La abogacía es bastante agradable. TODD: Si es por un precio. LOVETT: Pide otra cosa, sin embargo, para seguir, ¡Ya que nadie debe tragárselo dos veces!". Es una frase relatable, no querer tener que tratar con abogados más de una vez por lo caros que son, pero también sirve para aplicarla a los pasteles de carne.

Una canción de "deseo" suele servir para que el público vea qué es lo que más desean los personajes de su vida. Lovett muestra que es una apasionada mujer de negocios enamorada de Sweeney, y esta canción demuestra esos aspectos de su belleza. Se la ve constantemente apelando y alabando a Sweeney a lo largo de la canción, adulándolo a cada compás.

Con todo, esta canción recuerda al público que se supone que es una comedia negra y que la Sra. Lovett seguirá siendo una fuerza muy predominante en el musical. Se consigue un bonito equilibrio entre estas dos características y, por ello, recomiendo sinceramente esta canción y el musical.

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