Videojuegos; los principales responsables de la desocialización

¡HAY ESTUDIOS SOBRE VIDEOJUEGOS!

Videojuegos

Los videojuegos se citan a menudo como los principales responsables de la desocialización, el insomnio y el aumento de los niveles de violencia. No se puede negar que los videojuegos tienen un impacto en las regiones del cerebro, pero la búsqueda de una respuesta sobre si son una "trampa de dopamina" o una herramienta para el desarrollo divide a la gente en dos grupos opuestos. Dada la evolución a gran escala de la industria del entretenimiento interactivo, la relevancia de este tema es cada vez más evidente, por lo que el número de estudios en este ámbito es cada vez mayor. Cabe señalar que la inteligencia humana es objeto de más estudios, pero es posible medir ciertos aspectos cognitivos y el impacto que los videojuegos pueden tener en ellos.

En este trabajo, considero el concepto de videojuego, intento analizar la relación entre el bienestar cognitivo y social y el videojuego, así como justificar mi propio punto de vista sobre este tema. Para poder exponer correctamente la base teórica, me baso en el análisis de la experiencia en proyectos de investigación extranjeros sobre el efecto de los videojuegos en el cerebro.

Antes de estudiar la influencia de los videojuegos en los mecanismos del cerebro, analicemos primero qué es un videojuego. La presencia de la palabra "juego" en la frase significa que se trata de una actividad caracterizada por el placer, el interés y la relajación de la tensión, que permite la adquisición y el desarrollo de determinadas habilidades. Sin embargo, el hecho es que los videojuegos pueden proporcionar una experiencia atractiva muy específica que es muy difícil de conseguir en la vida cotidiana, especialmente para un adolescente. Esto da lugar al deseo de pasar mucho tiempo jugando e ignorar los problemas existentes en la vida real.

Un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad Estatal de Georgia descubrió que las personas que juegan a videojuegos muestran una excelente capacidad de toma de decisiones sensoriomotrices y una mayor actividad en áreas cerebrales clave en comparación con los que no juegan[1]. Se pidió a los sujetos que pulsaran un botón con la mano derecha o izquierda para indicar la dirección del movimiento de los puntos. Los autores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional en su estudio y correlacionaron las diferencias en el tiempo de respuesta y la precisión con el aumento de la actividad cerebral. Los resultados del experimento demostraron que los videojuegos pueden ser útiles para entrenar la toma de decisiones basada en la percepción visual.

Un estudio de Green y Bavelier descubrió que los videojuegos de acción mejoran el control atencional[2], lo que puede aumentar la eficacia del aprendizaje. Los autores utilizaron tareas sobre la capacidad de concentrarse en un objetivo e ignorar la información que distrae, y concluyeron que los videojuegos pueden entrenar la atención selectiva. Además, los investigadores señalaron que los videojuegos reúnen las características de una buena pedagogía, que incluye mucha práctica, niveles de dificultad individuales y adaptados a cada participante, diversión y compromiso, con el apoyo de un claro sistema de recompensas.

Un estudio de Lorenz et al.[3] afirma que los juegos entrenan al cerebro para que sea mejor en la multitarea y más flexible a la hora de procesar nueva información. Los investigadores utilizaron una tarea relacionada con la memoria de trabajo para hacer una comparación entre las personas que jugaban al menos cinco horas a la semana y las que nunca habían jugado a videojuegos. Los jugadores superaron a los que no jugaban, por lo que el resultado de esta experiencia reflejó el impacto positivo de los videojuegos en el cerebro: una mayor flexibilidad a la hora de actualizar y controlar la nueva información.

Los siguientes estudios también confirmaron los hallazgos de los autores mencionados. Esta vez, los sujetos fueron escaneados con una resonancia magnética mientras realizaban una versión modificada de la tarea de previsión meteorológica. Los datos de las imágenes funcionales revelaron grupos de activación más fuertes en los videojuegos en el hipocampo, el cíngulo y la circunvolución temporal media, así como en las regiones visuales occipitales y en áreas que representan nodos críticos para la memoria semántica, las imágenes visuales y el control cognitivo[4]. Los resultados del experimento sugieren que los videojuegos aumentan la implicación del hipocampo, mejoran el uso del conocimiento declarativo y aumentan la capacidad de categorización, independientemente de la vaguedad de las condiciones propuestas.

Junto con los estudios que muestran los beneficios de los juegos, hay experimentos que sugieren el impacto negativo que pueden tener los juegos en una persona. Una serie de estudios a gran escala realizados por D. Gentile et al. revelaron que alrededor del 8% de los niños encuestados que mostraban signos de adicción al juego tenían problemas de atención y, en consecuencia, de rendimiento escolar[5]. Estos estudios plantearon la cuestión de un tiempo óptimo para jugar a los videojuegos que no sea perjudicial para el desarrollo y la salud.

En mi opinión, con moderación, los videojuegos mejoran la función cerebral, aumentan la multitarea y, en general, hacen más bien que mal, si no es a costa de la vida real, el estudio y la creatividad. Si tenemos en cuenta mi experiencia, puedo señalar algunas áreas en las que los juegos han tenido un impacto positivo. En primer lugar, ha aumentado mi velocidad de escritura, ya que antes tenía que introducir muchos códigos de trucos, lo que afectaba positivamente a mi rapidez al escribir.

Puedo decir que he ganado confianza interior y habilidades de gestión de equipos al jugar a juegos multijugador. Es mucho más fácil ser competente en un juego, ya que el número de habilidades es limitado, y el entorno está construido de tal manera que puedes probar muchas veces para alcanzar la perfección. Esto nos lleva a comprender que los errores no son fatales. Además, mi actividad social ha aumentado, ya que los juegos pueden ayudar a hacer más amigos que comparten intereses comunes.

En general, todos los juegos son educativos. Enseñan que se pueden hacer algunas acciones: disparar, trepar, mover objetos. Luego permiten utilizar una o varias habilidades de forma cada vez más interesante y compleja. Sin embargo, al cabo de muy poco tiempo, el cerebro se adapta para encontrar patrones no sólo de qué buscar, sino también de cómo buscar, mientras que, por ejemplo, el ajedrez te obliga a dedicar más tiempo y a pensar en estrategias. Yo diría que después de que pase cierto tiempo en una partida, ya no se aprende, sino que se mejora. Sin embargo, este proceso sólo se aplica a un juego o estilo de juego concreto, lo que hace que pasar tiempo jugándolo sea completamente inútil para la vida real.

Es importante que los juegos vayan más allá del mundo virtual y fomenten acciones positivas fuera del entorno de juego. Hay algunos materiales de juego, como Assassin's Creed y Civilization, que pueden despertar el interés por aprender historia, geografía, etc. Además, hay muchos juegos que enseñan habilidades útiles para la vida real. Por ejemplo, en mi experiencia personal, mis amigos y yo vemos y aprendemos trucos del FIFA y luego los probamos en el campo.

Así, el análisis de los datos de la investigación demuestra que el efecto de los videojuegos en el cerebro puede ser positivo. Los juegos mejoran la capacidad de toma de decisiones sensoriomotrices y aumentan la actividad de las regiones clave del cerebro, promueven el aprendizaje, la multitarea, la categorización, la flexibilidad y la capacidad de utilizar el conocimiento declarativo. Además, los videojuegos ayudan a los adolescentes a reforzar las conexiones sociales, tanto en línea como en la vida real, ya que proporcionan una sana competencia entre amigos y desarrollan la capacidad de liderazgo y el espíritu de equipo. Sin embargo, aunque un juego proporcione algún tipo de efecto valioso en el cerebro, una pasión excesiva perjudica al cuerpo y a la vida real.

Referencias:

1. Varela A. Los jugadores de videojuegos muestran una mayor actividad cerebral y decisión.GSU: Neuroscience news, 11 de julio de 2022.

2. Green C.S.,Bavelier D.Learning, Attentional Control, and Action Video Games. Current Biology 22, R197-R206, 20 de marzo de 2012.

3. Lorenza S. Colzato, L.S., van den Wildenberg, W., Zmigrod, S., & Hommel, B. Action video gaming and cognitive control. Psychological Research, 77, 234-239, 2013.

4. Schenk S., Lech R., Suchan B. Games people play: Cómo los videojuegos mejoran el aprendizaje probabilístico. Instituto de Neurociencia Cognitiva, 150, D-44780, Alemania, 2017.

5. Gentile D., Lim C.L., Khoo A. Video game playing, attention problems, and impulsiveness: evidence of bidirectional causality // Psychology of popular media culture. 2012. Vol. 1. № 1. P. 62-70.

[1] Varela A. Los jugadores de videojuegos muestran una mayor actividad cerebral y decisión.GSU: Neuroscience news, 11 de julio de 2022.

[2] Green C.S.,Bavelier D.Learning, Attentional Control, and Action Video Games. Current Biology 22, R197-R206, 20 de marzo de 2012.

[3] Lorenza S. Colzato, L.S., van den Wildenberg, W., Zmigrod, S., & Hommel, B. Action video gaming and cognitive control. Psychological Research, 77, 234-239, 2013.

[4] Schenk S., Lech R., Suchan B. Games people play: Cómo los videojuegos mejoran el aprendizaje probabilístico. Instituto de Neurociencia Cognitiva,150, D-44780, Alemania, 2017.

 

[5] Gentile D., Lim C.L., Khoo A. Video game playing, attention problems, and impulsiveness: evidence of bidirectional causality // Psychology of popular media culture. 2012. Vol. 1. № 1. P. 62-70.

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