Almas intrépidas: Desvelando el verdadero coraje del espíritu humano

Almas intrépidas: Desvelando el verdadero coraje del espíritu humano

Los cuentos de hadas han sido una parte entrañable de la infancia durante generaciones, ofreciendo a los niños la oportunidad de explorar mundos mágicos y dar rienda suelta a su imaginación. Para muchos niños, escuchar estas historias es lo mejor del día, ya que se acurrucan en un cómodo sofá y se pierden en las aventuras de valientes héroes que salvan a princesas de buen corazón. Sin embargo, más allá de su valor como entretenimiento, los cuentos de hadas también desempeñan un papel esencial en la formación inconsciente de las creencias y valores de los niños. A medida que crecen, los niños empiezan a comprender que los cuentos de hadas suelen describir un mundo en el que se valora mucho la fuerza física y la dureza. El héroe valiente suele ser representado como un hombre musculoso y formidable que empuña una espada y vence a monstruos malvados. Esto puede llevar a la creencia errónea de que el valor se define únicamente por la fuerza física y la dureza. Sin embargo, el verdadero coraje abarca mucho más que la destreza física; requiere fortaleza mental y fuerza interior para perseverar ante la adversidad. El coraje implica saber lo que es correcto y estar decidido a llevarlo a cabo hasta el final, incluso sabiendo que no se alcanzarán los objetivos, ya que hay que enfrentarse a circunstancias difíciles.

En la novela Matar a un ruiseñor, Atticus es un brillante ejemplo del verdadero valor, demostrando que uno debe defender lo que es correcto aunque sepa de antemano que hay adversidades. Al principio, Jem considera a Atticus físicamente débil hasta que la señorita Maudie presenta a Atticus como "Ol' One-Shot (Lee 101)". Como resultado, queda claro que Atticus no disfruta mostrando su lado poderoso a los demás y no considera que la mera fuerza física sea igual al verdadero coraje o algo de lo que enorgullecerse. Posteriormente, Atticus, abogado, se encarga del caso de Tom Robinson contra la acusación errónea de violar a una chica blanca. Por desgracia, Maycomb es un lugar con una grave discriminación hacia los negros. Scout y Jem son maltratados en el pueblo sólo porque su padre defiende a un negro. Durante el juicio, a los negros sólo se les permite entrar en el "balcón de color" (Lee 166). Todo esto sugiere que tratar a los negros con algo mejor que frigidez y desdén es una ofensa inconfesable para la mayoría de los blancos. Los blancos se consideran superiores a la raza de piel oscura y creen que los negros no merecen trabajar ni vivir como ellos. De ahí que ganar el caso de Tom sea realmente problemático, ya que los miembros del jurado son más o menos racistas. Sabiendo que hay pocas posibilidades de ganar el caso, Atticus sigue afirmando que "el mero hecho de que nos hayan vencido cien años antes de empezar no es razón para que no intentemos ganar" (Lee 78). Esto enfatiza la determinación de Atticus de luchar por la justicia, a pesar de los enormes desafíos y los prejuicios de larga data contra los afroamericanos. Atticus sabe que Tom Robinson, un hombre negro acusado de un crimen que no cometió, se enfrenta a una ardua batalla en los tribunales debido al racismo. A pesar de ello, Atticus cree que es su deber como abogado y ser humano moral ofrecer a Tom la mejor defensa posible y luchar por su inocencia. La cita subraya la creencia de Atticus de que, aunque la lucha por los derechos civiles y la igualdad racial lleva más de un siglo, no es excusa para rendirse o dejar de luchar por lo que es justo. Durante el juicio, incluso se afloja la ropa y le empieza a transpirar la cara, dos cosas que nunca le habían pasado, según Scout y Jem. Es indudable que Atticus pone en tensión todos sus nervios y agota todas sus fuerzas para persuadir al jurado. En consecuencia, Atticus es un ejemplo vivo de hombre valiente que no deja que las dificultades le impidan esforzarse por tomar la decisión correcta.

Otro ejemplo de auténtico coraje en acción es Duffy Charlie, una joven diagnosticada de parálisis cerebral que ha perdido la sensibilidad en la pierna izquierda. Aunque puede que no encaje en el típico retrato de héroe firme y musculoso de los cuentos de hadas, no se puede negar que encarna el auténtico coraje y valentía. Se negó a renunciar a su sueño de volver al campo de softball, incluso cuando los médicos lo consideraban imposible.El sueño de Duffy siempre había sido su fuerza motivadora; por lo tanto, abandonarlo no era la opción correcta, a pesar de enfrentarse a numerosos contratiempos, entre ellos experimentar una tensión muscular tan intensa que se describió como una sensación de "toalla mojada" (Marshall). Hacer frente a este nivel de malestar físico puede ser psicológicamente difícil incluso para los adultos, pero la notable resistencia y determinación de Duffy brillaron con luz propia. A pesar de su corta edad, mostraba una fortaleza de espíritu que superaba la de muchos ancianos. Su fe inquebrantable en su potencial era evidente en sus ejercicios diarios de piernas, que convertía en alegres juegos incluso en las situaciones más desesperadas. En general, la historia de Duffy es un testimonio de la realidad del verdadero coraje. Su persistencia, creatividad e inquebrantable determinación son definiciones vivas del valor ante la adversidad.

Al fin y al cabo, el valor consiste en defender lo que es justo, incluso cuando el objetivo parece imposible debido a las dificultades, y en no renunciar nunca a las propias convicciones. Se trata de tener la fuerza mental para superar el miedo y la adversidad y la determinación para llevar las cosas hasta el final. Ambos se enfrentan a obstáculos abrumadores -el racismo arraigado en Matar a un ruiseñor, y las limitaciones físicas en el caso de Duffy-, pero Atticus y Duffy demuestran verdadero valor a través de su lucha continua por sus objetivos a pesar de saber lo improbable que es que los consigan. En lugar de fortalezas físicas, han revelado cualidades más fundamentales y respetables: determinación, una actitud intrépida ante la adversidad y un corazón perseverante y comprometido con la lucha por las buenas causas.

Obras citadas

Lee, Harper. Matar a un ruiseñor. McIntosh and Otis, Inc., 1960.

Marshall, John: "La parálisis cerebral no frena a Duffy", AP News.

apnews.com/article/sports-health-softball-cerebral-palsy-2503b9a1a4dc6596f0ff659cbc59424b

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