Autocuidado: Rizos y confianza

Autocuidado: Rizos y confianza

publicado originalmente en 2020

Tanto si tienes el pelo rizado, ondulado, liso o en algún punto intermedio, está casi garantizado que en algún momento de tu vida te has mirado al espejo y has sentido la tentación de raparte todo el pelo (si no es así, estoy más que celosa y un poco impresionada). Como alguien que cae en la primera categoría, me gustaría compartir algunos trucos que he aprendido en los últimos dos años sobre cómo manejar y apreciar mi pelo que me gustaría que alguien me hubiera dicho hace mucho tiempo.

*disclaimer*: NO soy profesional ni mago ni nada, todo esto está basado en la experiencia personal

1. No cepilles

En primer lugar, soy muy nueva en esto del pelo rizado. Aunque he tenido el pelo rizado toda mi vida, nunca entendí hasta hace unos dos años que hay ciertos métodos y pasos que tienes que seguir para maximizar el brillo de tus rizos. El mayor error que cometí con diferencia fue cepillarme el pelo. Si no tienes el pelo naturalmente liso, ¡no lo cepilles en seco! A algunos tipos de cabello (normalmente los que se inclinan más hacia las ondas que hacia los rizos) les va bien un cepillado después del lavado, y a otros les va mucho mejor sin ningún cepillado. Desde que dejé de cepillarme el pelo, he descubierto que no sólo tiene mejor aspecto, sino que se enreda mucho menos que cuando lo cepillaba.

2. Acondicionador frente a champú

El champú es importante, pero sólo debe utilizarse cerca del cuero cabelludo y las raíces del cabello. Independientemente de tu tipo o textura de pelo, las puntas siempre estarán algo más secas que las raíces, y el champú puede ser muy perjudicial, sobre todo si tienes el pelo más seco. Lo mismo ocurre con el acondicionador: Su función es hidratar el cabello, así que evita que entre en contacto con las raíces para que no parezca graso.

3. Déjalo

Los rizadores, los secadores y las planchas dañan el pelo en general y, en el caso de las ondas y los rizos, pueden alterar su forma natural. Si utilizas calor, asegúrate de usar un protector térmico y no alises ni rices el pelo con nada que no sea un secador mientras esté húmedo.

4. Productos adicionales

Hay más productos capilares que los geles de baile y los sprays fijadores. Existen acondicionadores sin aclarado, aceites, sprays salinos, desenredantes, cremas, mousses, mascarillas y muchos otros productos que, con una investigación concienzuda y un poco de ensayo y error, te ayudarán a encontrar los que mejor se adapten a ti. Aunque algunos productos son de uso ocasional, muchos pueden convertirse rápidamente en imprescindibles para potenciar el brillo, la vitalidad, la fuerza y la confianza. Para mí, la crema para rizos supuso un cambio radical. Hay cientos de ellas en Target y Walgreens, y hay para todos los gustos (yo prefiero las más ligeras, que sujetan el pelo con más firmeza). No tengas miedo de probar algo nuevo; la experimentación es la clave del éxito.

5. Percepción vs. Realidad

Este último paso se aplica a más cosas en la vida que sólo al cabello. Si llevas tu pelo, tu ropa y tu personalidad con confianza, seguridad y positividad, nadie te cuestionará. Creer en ti misma y darte cuenta de lo hermosa que eres es, por desgracia, una de las cosas más difíciles de hacer, pero también es una de las mentalidades más importantes que deben fomentar las jóvenes y las niñas. Sea cual sea tu mayor preocupación, recuerda que con un poco de confianza y amor propio se llega muy lejos:)

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