Ayra Starr es la joven de 21 años que lidera una nueva era del afrobeats

Starr cambió entonces su punto de vista sobre el traslado y, al más puro estilo de la Generación Z, decidió grabar en vídeo toda la experiencia. Ya no veía el desplazamiento como algo negativo, sino que estaba decidida.

Ayra Starr lleva un vestido Fruche, zapatos Amina Muaddi y joyas Swarovski.Directora creativa: Ade Samuel. Fotógrafo: Stephen Tayo

Ayra Starr, de soltera Oyinkansola Sarah Aderibigb, describe su infancia en Benín, Abuja y Lagos como "una experiencia loca". "Siento que Dios me salvó de verdad", dice bromeando. Pero trasladarse de ciudad en ciudad con su familia y vivir en entornos tan contrastados tuvo más pros que contras: Ayra habla yoruba, pidgin nigeriano, inglés y francés, y ha desarrollado la capacidad de adaptarse sin conformarse. "Por eso mi música es muy versátil".

El ascenso de Starr se produjo en un contexto vital: A medida que el interés mundial por los nuevos sonidos africanos ha cristalizado la presencia generalizada del afrobeats en la escena mundial, los músicos masculinos más consagrados y alabados del género han captado la lente internacional del reconocimiento; simultáneamente, la proliferación de las redes sociales ha reducido la barrera de entrada para las nuevas estrellas.

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Starr se sitúa en la intersección de la evolución del género en cuanto a sonido y representación. Las mujeres, se reconozca o no ampliamente, han contribuido en gran medida al poder duradero del afrobeats y a la popularidad de las nuevas iteraciones del género y la cultura. Y ahora mismo, una nueva generación de mujeres jóvenes se encuentra entre ellas, honrando y reinventando la música, la moda, el negocio y todo lo demás. Es la próxima era de un nuevo género, y Starr está al timón, preparada para cualquier fase que venga.

"Personas de distintas generaciones pueden escucharme porque crecí en lugares diferentes y aprendí a adaptarme", dice. "Aprendí a adaptar mi mentalidad, aprendí a adaptar mi forma de vida. A veces incluso aprendí a adaptar mi acento. Creo que eso se nota en la música".

Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel. Ayra Starr es la joven de 21 años que lidera una nueva era del afrobeats

Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel.

Faltanpocos días para su 21 cumpleaños y Starr está demasiado emocionada como para no entusiasmarse. A menudo se detiene en mitad de una frase antes de terminar un pensamiento. Cuando descubre que los dos somos Géminis, pregunta socarronamente: "¿No somos los mejores? A la gente no le gustamos por alguna razón, pero no pasa nada". Se ríe con facilidad. Bromea diciendo que está tan cansada que podría dormir dos semanas, pero añade: "Hay tanto trabajo por hacer".

El trabajo comenzó en 2018, cuando Starr fue fichada por Quove Models, una agencia de Lagos. Un año después, comenzó a publicar covers de canciones de artistas como 2Baba y Andra Day, y luego modeló en campañas y videos musicales para otros artistas antes de convertirse en músico. Subió algunos vídeos suyos versionando canciones de otros artistas antes de decidirse a escribir y publicar su propia canción original en diciembre de 2019. Obtuvo miles de visitas antes de llegar al ejecutivo musical que cambió la trayectoria de la vida de Starr con un DM.

"La primera vez que vi un vídeo suyo cantando una de sus canciones originales fue en Instagram. Su voz era tan potente y, sin embargo, parecía tan joven", explica Don Jazzy, fundador de Mavin Records y veterano productor. "Inmediatamente supe que me gustaría trabajar con ella. Le envié un mensaje directo invitándola a nuestro estudio con un tutor". Tres días después, fichó a Ayra Starr para su discográfica.

Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel.

Desde entonces, ha cosechado numerosos galardones. En 2021, el single "Away", de su primer EP homónimo, alcanzó el número 17 en la lista mundial Billboard Top Triller, y el vídeo musical acumuló más de 10 millones de visitas en YouTube. Ese mismo año, Starr publicó su primer álbum, 19 & Dangerous, que se convirtió en el número uno de iTunes en Nigeria y de Apple Music en otros cuatro países, con más de 15 millones de reproducciones en Spotify, YouTube y Audiomack. El contagioso single "Bloody Samaritan" se convirtió en la primera canción en solitario de una artista femenina en alcanzar el número uno en la lista TurnTable Top 50 de Nigeria. Al año siguiente, Starr batió más récords: Con su single de 2022 "Rush", se convirtió en la mujer africana más joven en superar los 100 millones de visitas para un solo vídeo en YouTube.

"Señoras y señores, soy Ayra Starr y soy el futuro", profetizó el año pasado durante su discurso de aceptación del premio Viewer's Choice en la 15ª edición anual de los Headies. La joven debutante se impuso a una lista de pesos pesados, en su mayoría hombres; el pueblo votó por Ayra Starr. Su victoria fue inesperada pero acertada, dado el estado de la nueva escena musical nigeriana y lo que está resonando entre la nueva ola de fans y músicos.

El nombre de Ayra Starr se ha convertido en el referente de un floreciente género de artistas africanos. Los últimos cinco años han sido los más formativos para el afrobeats, ya que la música y la cultura se han convertido en una fuerza reconocida en todo el mundo, a la vez que han dado lugar a nuevos subgéneros, escenas y sonidos de fusión en África y en toda la diáspora. Mientras tanto, las redes sociales han allanado nuevos caminos para el descubrimiento y el estrellato de artistas en lugares donde las infraestructuras de la industria musical están aún poco desarrolladas, tanto para los artistas consagrados como para los que están por llegar.

La reserva de talento es ahora tan vasta como visible. Los artistas sortean las limitaciones tradicionales de la industria y la sociedad, construyen sus propias plataformas dentro y fuera de la industria, cultivan el arte y se comunican directamente con los fans.

Mavin Records se ha convertido en un nombre muy conocido en Nigeria como incubadora de talentos y elemento básico del éxito en el ecosistema del entretenimiento africano. "Fichar por Mavin fue sin duda una de las mejores cosas que me han pasado como artista", afirma Starr. Pero las grandes discográficas nigerianas no contratan a mujeres con la misma frecuencia que a hombres. Desde la creación de Mavin en 2012, solo tres mujeres han firmado con la discográfica, incluida Starr. Por eso, cuando su profesor de matemáticas de secundaria le dijo que algún día la descubrirían y ficharía por la discográfica, parecía improbable.

Don Jazzy ha firmado y colaborado con artistas que se han convertido en modelos para los jóvenes aspirantes a artistas africanos de esta generación, desde leyendas del afrobeats como Tiwa Savage y Wande Coal hasta pesos pesados actuales como Rema, Ladipoe y, ahora, Ayra Starr. "Recuerdo la primera vez que lo conocí, yo era muy tímida", dice. "Estaba en el estudio con mi hermano y si salía de la habitación, nos mirábamos y gritábamos: '¡Dios mío! Pero cuando le conocí, fue la persona más guay del mundo. Sólo quería hablar conmigo, entender dónde estaba mi mente. Vio que lo deseaba tanto".

Starr continúa: "Hay orientación, y la aprecio mucho porque no lo sé todo. El primer año que grabé música, Jazzy me dejó en el estudio y me dijo: 'Haz música'. No me dijo: 'Haz este tipo de música o canta sobre esto'. Todo dependía de mí y me descubrí a mí mismo. Siento que aún estoy descubriendo mi sonido".

Ese sonido puede clasificarse principalmente como afrobeats, pero Starr transita por el alté, el pop y el R&B. Ella describe su música como "de alta vibración". "Te hace feliz", dice. Su voz es distinta e inconfundible: profunda y rica, con un registro tan suave como potente. La textura de su timbre de voz contrasta de forma sorprendente con el estándar de canto suave y agudo que se espera de los jóvenes artistas pop. Por sí sola, la voz de Starr es una característica cardinal de lo que diferencia su identidad artística de las demás.

Para Don Jazzy, no existe una fórmula universal probada para desarrollar artistas. "Es casi imposible tratar a los seres humanos de la misma manera", afirma. Se animó a fichar e invertir en Ayra Starr apenas unas horas después de oírla cantar por su "talento, visión, poder de estrella y una persona simpática a juego", dice, enumerando sus rasgos con naturalidad. Aunque parezca sencillo, esa combinación no es habitual en un artista: "Es algo raro de encontrar en la industria; es joven, muy segura de sí misma y de su oficio", afirma.

Ayra Starr lleva top, falda y guantes de KADIJU; zapatos de Legacy.World; y pendientes de Swarovski.Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel. Ayra Starr es la joven de 21 años que lidera una nueva era del afrobeats

Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel.

Enrealidad, el trabajo de Ayra Starr empezó antes, como un juego. Creció con cuatro hermanos, y a todos les animó su madre a dedicarse a la música. Casi todos siguen en el mundo de las artes: su hermana pequeña es modelo, su hermano mayor es director de vídeo y su hermano pequeño es un compositor con el que Starr hace música.

Ha contado con el apoyo de figuras importantes en su vida, como profesores selectos que le dieron palabras de aliento, hermanos que prestaron su talento para ayudar a Starr a perfeccionar el suyo y amigos que la colmaron de elogios. Su madre le dio orientación y recursos.

Starr recuerda a su madre diciéndole que publicara en Instagram para que el mundo pudiera ver su talento. Su madre compró una guitarra de dos cuerdas en un intento de impulsar el talento musical de sus hijos, y fue Starr quien sacó lo mejor de ella. Esta realidad contrasta con la larga historia de jóvenes africanos a los que sus padres amonestan y reprenden por dedicarse a las artes, obligando a sus hijos a dedicarse a profesiones más tradicionales y estables.

Starr alcanzó la mayoría de edad en el momento en que una generación mayor alcanzaba el estrellato en la música y una nueva generación recogía el testigo de la expansión mundial del afrobeats. Pertenece a la generación que tenía un proyecto de éxito mundial como joven artista africana que creaba un nuevo tipo de música. Cuando Starr vio a un artista nigeriano de 18 años llamado Wizkid, antes de su ascenso al estrellato, la idea de la música profesional se materializó para ella. Ahora, se ha convertido en un talento generacional que inspira a una nueva era de estrellas. "Con nosotros, estaba Wizkid, estaba Davido. Vimos más ejemplos de lo que podía ser", recuerda Starr. "Para la gente de mi generación, [el éxito en la música] no estaba fuera de su alcance".

Algunos de los artistas que inspiraron a Starr a lo largo de su carrera son ahora sus coetáneos. Se codea y graba música con los mismos que creció idolatrando, como Tiwa Savage, Wizkid y Kelly Rowland. "Siento que todavía no lo he asimilado todo. Es tan surrealista", dice Starr. "Estuve hablando por teléfono con Nicki Minaj..... Ella no entiende cuánto la quiero. Crecí escuchándola. Me decía: 'Me has hecho sentir segura de mí misma. Gracias a ti, pude decirles que no a mis profesores'", dice riendo.

Sin embargo, incluso con la expansión del género, los artistas de afrobeats no dejan de plantearse la posibilidad de entrar en la corriente dominante mundial (aunque predominantemente occidental). Pero Starr no piensa mucho en atender al público extranjero: "No intento hacer música que vaya a explotar en Estados Unidos; sólo hago lo mío". Entiende que, gracias a los avances anteriores a su entrada en la industria, se beneficia por defecto, pero también es su momento de brillar.

Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel.

¿Qué hay en un nombre? Para los nigerianos, todo. El propósito y el destino de una persona le son inculcados; su camino se allana al nacer. Después de llegar, es tu deber cumplirlo.

Siguiendo esa tradición, Ayra Starr creó su nombre artístico con intención y dirección. Ella, Don Jazzy y Rema, su compañero de discográfica, se decidieron por Ayra, un nombre árabe que significa "muy respetada, honorable e inspiradora". Starr quiere que se sepa que ella controla cómo se define a sí misma y su momento, y cómo está dejando su huella.

En la industria de la música, hemos visto a mujeres jóvenes prepararse para ser megaestrellas del pop, pero con alguien más al mando. Ejecutivos, jefes de discográficas, hombres entre bastidores, todos moviendo los hilos, componiendo la música e imponiendo ideas de lo que quieren que sean esas jóvenes. Así que cuando alguien entra en la industria haciendo sus propias cosas, la gente puede tener un juicio turbio sobre quién manda exactamente.

"El mayor error sobre mí es que la gente cree que no puedo opinar sobre lo que hago", dice Starr, "la gente no sabe que las ideas son mías. Creen que a la discográfica se le ocurre todo. La discográfica es mi socia en todo", subraya Starr. "Esta es mi visión. Soy muy intencionada en cada cosa que hago".

No ceja en su empeño de mostrar de lo que es capaz la Generación Z en la música nigeriana. Antes de publicar su álbum de debut, su objetivo era ser una "superestrella adolescente" para las chicas negras de toda África. Al crecer, no se sentía representada cuando veía a artistas africanos mayores que ella o a artistas estadounidenses con los que no podía identificarse culturalmente. Starr quería llenar ese vacío de representación para sí misma y para los demás.

Ayra Starr y Victony posan juntas.Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel.

El mismo año en que Ayra Starr firmó su contrato discográfico y empezó a grabar música en los estudios Mavin de Lagos, la ciudad -y, por extensión, toda Nigeria- experimentó un ajuste de cuentas por la brutalidad policial, la corrupción y décadas de injusticia política y social que habían estallado en una serie de protestas y asesinatos sancionados por el Estado. El mundo observó cómo el levantamiento liderado por los jóvenes causaba sensación en las noticias y en las redes sociales. Aunque la edad media de Nigeria es de 18 años -una de las más jóvenes del mundo-, el país siempre ha parecido estar en conflicto con su juventud, y las protestas de octubre de 2020 para poner fin al SARS (Escuadrón Especial Antirrobo) fueron la culminación de ello.

La generación del milenio y la generación Z, que anhelaban una conmoción de los muchos ismos que han asolado Nigeria desde la época colonial, pidieron el fin de los abusos políticos, la inestabilidad económica, el patriarcado violento y la misoginia. Aunque las protestas y manifestaciones se han calmado desde entonces, los sentimientos y las luchas que las impulsaron permanecen. Los vestigios de esa lucha se manifiestan en la industria musical, donde las mujeres siguen luchando por el apoyo estructural, el reconocimiento y la autonomía de su arte.

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Esos restos son la razón por la que Starr sigue defendiéndose, a pesar de las constantes críticas por sus elecciones de vestuario y su imagen. En su canción "Ase", canta: "F*ck society... f*ck your hypocrisy, Don't want any part of it". Es un testimonio de su espíritu audaz.

"Sólo voy a ser yo. Voy a hacer lo que Dios me envió a hacer. Voy a hacer que mi madre se sienta orgullosa. Voy a hacer que mis fans se sientan orgullosos. Aparte de eso, no podría importarme menos", dice. "Si sientes algo por mí, por mi música y por mi forma de vestir, estarás bien. Siempre he sido yo misma. No voy a cambiar por nadie .... y menos ahora. Ya era mi propia persona a los 13 años".

Hay orgullo en la voz de Starr. Recuerda un momento decisivo de su infancia, cuando asistía a una estricta escuela religiosa, que sembró las semillas de su deseo de forjar y seguir sus propias reglas. "Mis profesores decían algo así como: 'Las mujeres no deben llevar pantalones'. Yo preguntaba por qué, y me azotaban por ello", recuerda Starr. "Es normal hacer preguntas en todas partes..... ¿Por qué no puedo hacer preguntas aquí? Una vez me pinté una sola uña de rosa, mi profesora lo vio en la escuela, me arrodilló y me dijo: 'No vas a seguir adelante con este tipo de comportamiento'".

Starr añade: "Siento que esto me ha convertido en lo que soy ahora. Aprendí a no conformarme con la mentalidad de los demás".

Starr canta sobre lo que siente, lo que ha visto y lo que quiere. Su música es la banda sonora de su mundo, en el que la realidad de las prepotentes normas sociales se enfrenta a la rebeldía despreocupada. A pesar de sus logros y aptitudes, la gente sigue subestimándola. A medida que se adentra en el estrellato y la edad adulta, el hecho de ser artista y mantener relaciones profesionales y en la vida real conlleva una serie de dificultades.

La práctica de establecer límites, señala, es un proceso que acaba de empezar a poner en práctica. Para Starr es fácil entablar amistades y relaciones profesionales, pero mantenerlas y separarlas ha sido agotador. "He tenido como tres incidentes [recientemente] que me han hecho darme cuenta de que no todo el mundo tiene que ser mi amigo, podemos limitarnos a trabajar juntos", dice.

"He sido la persona más amable. A la gente que trabaja para mí y que es mucho mayor que yo les llamo 'ma' o 'sir'. Pongo 'tía' delante de sus nombres", añade, refiriéndose a los signos de respeto habituales en Nigeria al saludar a personas mayores. Mientras detalla cómo el respeto de ellos no era recíproco, suspira, reviviendo esos momentos de decepción. "Pasaron algunas cosas que me rompieron el corazón por completo".

En Nigeria, las costumbres de saludar correctamente, inclinarse, hacer reverencias y postrarse en presencia de personas mayores son tradiciones culturales. Sea como sea, la deferencia hacia las personas mayores es la norma. Pero como persona más joven en una posición de poder, con autoridad sobre su marca y su negocio, Starr a veces se siente en conflicto. "Es sin duda una de mis mayores debilidades", dice, "me he enfrentado a gente a la que quiero decir algo, pero pienso: 'Dios mío, son mayores que yo, no puedo contestarles'. Al fin y al cabo, es nuestra cultura. Pero incluso aquí en Lagos, sigo poniendo mis límites".

(I-D): Victony, Ayra Starr y Bnxn. Victony lleva un conjunto de Lisa Folawiyo, bastón vintage, sombrero de Lekki Fashion Market, zapatos de GVDS Lagos y joyas de Swarovski. Starr lleva un vestido de Abiola Olusola, gele de Legacy.World, zapatos de Polo Avenue Lagos y joyas de Swarovski. Bnxn lleva una camisa de Obida, gafas del estilista, pantalones y zapatos de Polo Avenue Lagos y joyas de Swarovski.Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel. Ayra Starr es la joven de 21 años que lidera una nueva era del afrobeats

(I-D): Victony, Ayra Starr y Bnxn.Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel.

La politización de una estrella del pop conlleva algunas proyecciones y algunas verdades fundamentales. Por mucho que la cultura nigeriana haya cambiado con el tiempo, el país en su conjunto sigue teniendo valores conservadores arraigados en su sociedad. Para Starr, no se trata tanto de una batalla por su agencia como artista y mujer joven, sino de un compromiso constante entre viejas y nuevas tradiciones. Afortunadamente, la adaptabilidad es su fuerte.

"Soy la voz de las jóvenes africanas, de las jóvenes negras. Eso es lo que me hace saber que estoy haciendo algo bien con mi música", afirma. ¿Siente alguna presión por ser considerada la voz de su generación? "Ahora sí, porque ahora conozco mi posición", explica. "Antes, si me hubieras preguntado eso, te habría dicho: 'No, sólo hago lo mío'. Pero ahora que conozco mi posición, sé que no puedo flojear. Estoy aquí por una razón. Me han puesto aquí por una razón y tengo que hacer lo correcto para la gente que cuenta conmigo". Y añade: "Me hace sentir presionada, pero creo que un poco de presión es bueno: me mantiene alerta".

El propósito de Starr es claro, y tiene todas las piezas adecuadas para completar el puzzle de la estrella del pop perfecta. Pero como artista a la vanguardia del movimiento musical juvenil de Nigeria, está justificada la pregunta de si debería encargársele la tarea de representar a toda una generación, una nación y un género. Es mucho pedir para una joven de 21 años. Pero Starr dice que está preparada, dispuesta y capacitada para aceptar el reto, en todas sus fases de asombro, errores y crecimiento.

"Sólo quiero que se me conozca como esa persona que trabajó duro por su pueblo, por África", dice Ayra Starr. "Quiero que se me conozca como la chica que inspiró confianza a las jóvenes de todo el mundo".

Ayra Starr lleva un top de Fruche, pantalones de AshLuxe, cinturón de Legacy.World, zapatos y gafas de sol de Crux.xyz, y anillo y pulsera de Swarovski.Fotógrafo: Stephen Tayo. Director creativo: Ade Samuel.

Estilista: Kehinde Are

Maquillador: Ezeikel Onome

Manicura: Jessica en Kachy Nails

Asistente de maquillaje: Obidike Uchechukwu

Asistente de estilismo de mercado: Jahn Affah

Productora de línea: Salma Saliu

Productor de línea: Tega Odje

Ayudantes de producción: Wunmi Hassan, Benjamin Bulus, Elizabeth Bulus, Fad Saliu

Directora de Arte y Diseño: Emily Zirimis

Diseñadora: Liz Coulbourn

Redactora jefe de moda: Tchesmeni Leonard

Director de Entretenimiento Asociado: Eugene Shevertalov