¿Cómo detectar los síntomas de la bulimia?

Se trata de una enfermedad traicionera que no se detecta hasta que no se encuentra de manera avanzada pero que miles de chicas en el mundo la padecen.

El deseo de lucir un cuerpo diez y de estar siempre perfecta son los grandes factores que las chicas en una edad difícil como la adolescencia, pueden tener como patrones, que les conducirá a padecer una grave enfermedad.

La bulimia presenta ciertas diferencias respecto a la anorexia nerviosa, debido a que se caracteriza principalmente por comer en un periodo muy concreto de tiempo, grandes cantidades de comida, que en definitiva sería siempre mucho mayor a lo que cualquier persona podría comer en el mismo lapso de tiempo y en circunstancias similares.

Todo esto se hace a escondidas y los alimentos predilectos son precisamente los que guardan más calorías y que son considerados como los 'prohibidos' como: pizzas, chocolates, chucherías, dulce, etc.
Este desajuste alimenticio viene precedido en ocasiones por grandes crisis de ansiedad que son las responsables de que no se posea ningún tipo de control al emprender estas acciones ante los atracones.

Obviamente para contrarrestar esa ingesta exagerada de comida en un momento puntual, la persona enferma recurre a conductas compensadoras para evitar la ganancia de peso, tales como: vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, diuréticos u otras medicaciones así como el ejercicio o ayuno excesivo.

Una persona con bulimia tendrá siempre una constante preocupación por la comida, que le llevará en diversas ocasiones a esconder alimentos que usará indiscriminadamente para sus atracones.

Factores emocionales

El terror a engordar de las chicas que sufren bulimina nerviosa se encuentra determinado por su deseo de perfección, por su obsesión con el peso y con la imagen, pero en otras ocasiones es el desencadenante de problemas de autoestima y personales.

Para actuar con rapidez cuando nos encontramos con casos de este tipo tenemos que saber que es necesaria grandes dosis de paciencia, porque lo normal es que la persona afectada no reconozca la existencia de ningún problema.

Además, presentan importantes características físicas que no podemos perder de vista como: voz ronca -motivada por los jugos gástricos que irritan la garganta en cada vomitona-, pérdida de piezas dentales, menstruaciones irregulares, hipotensión, acidez estomacal y anemia en muchos casos.

Y aunque esto controlado a tiempo podrá tener cura, se necesitará un importante apoyo psicológico porque esta enfermedad es siempre muy traicionera.