¿Cómo te conviertes en autor adolescente?

DOS AUTORAS DE 13 AÑOS CUENTAN SU EXPERIENCIA

Un momento, ¿cómo nos convertimos en autores adolescentes?  Cómo publicamos con sólo trece años, y por qué no deberías tener miedo de

Cuando el reloj marcó la medianoche del 26 de agosto, las hermanas gemelas Maya y Sofie pulsaron el botón para publicar oficialmente su primera novela. ¿La sorpresa? Sólo teníamos trece años.

La discriminación por edad hacía que publicar de niños pareciera imposible, pero aprendimos a superarla. Al principio, temíamos que la gente nos tratara a nosotros y a nuestros escritos de forma diferente porque éramos más jóvenes que la mayoría de los autores, aunque nuestra escritura fuera igual de buena y fuéramos igual de profesionales. Nos costó tiempo, amigos y familiares que nos apoyaran y valor, pero desde entonces nos hemos dado cuenta de que el talento no se basa en la edad. En este artículo, analizaremos cómo afrontar el hecho de ser un autor joven, y por qué escribir joven es algo de lo que hay que estar orgulloso, no tener miedo.

Empezamos a escribir cuando teníamos nueve años. Por aquel entonces, no era nada profesional: historias cortas e inacabadas sobre perros y otros animales, y una obra de fantasía que nos inspiró para seguir adelante con un proyecto mayor. Por aquel entonces, escribir era sólo un pasatiempo divertido. Suponíamos que no podríamos publicar un libro. Éramos unos niños. La gente nos lo decía a la cara: otros autores, personas sin rostro en las redes sociales. Pero más a menudo, no se decía. Las normas de edad sobre la escritura eran implícitas en silencio por casi todo el mundo, jóvenes o mayores, como si no mereciera la pena discutirlas en voz alta. No fue hasta que cumplimos once años que empezamos a replantearnos ese principio.

¿Por qué los niños no deberían publicar libros?

La verdad es que no hay ninguna razón real. Teníamos algo de lo que nos sentíamos orgullosos y nada nos impedía compartirlo. Queríamos escribir un libro que abordara cuestiones y temas que los niños de nuestra edad necesitaban escuchar, y que se liberara de los típicos moldes distópicos de manera que desafiara al género a expandirse para abarcar las luchas que deberían venir junto con los temas pesados que a menudo enfrenta. Así que escribimos nuestra historia y no dejamos que nada nos frenara. Creemos firmemente que medir la capacidad en años es ridículo, sobre todo cuando escribir y publicar joven tiene sus ventajas.

Los autores jóvenes como nosotros tenemos la ventaja de poder crear auténticos personajes adolescentes. Sabemos exactamente lo que nuestro público objetivo quiere leer, porque la mayoría de las veces, nosotros somos nuestro público objetivo. Escribir obras de ficción para jóvenes y niños que sigan las tendencias de los adolescentes y preadolescentes, que hablen de temas que les interesen y que les parezcan cercanos no podría ser más fácil para nosotros. A todos los lectores: si eres un adolescente y te gusta escribir, utiliza tu edad como una visión interna de lo que tu público objetivo quiere leer. Los lectores podrán percibir la autenticidad de tu escritura y se verán absorbidos por tu historia mucho más fácilmente que si tratas de suplantar a alguien de otra edad.

Pero no todo es beneficiar a los lectores. Escribir también puede tener un efecto terapéutico e inmensamente satisfactorio para el autor. Durante la pandemia, como muchos, nos aburrimos, nos cansamos de estar siempre solos y empezamos a sentirnos atrapados en nuestra casa. ¿Cómo encontramos una vía de escape? Escribiendo, y tú también puedes utilizarlo como método de expresión.

Como adolescentes, tenemos muchas perspectivas, pensamientos y emociones nuevas: y escribir es la forma perfecta de sacarlas. A muchos adolescentes ya les gusta obsesionarse con los personajes de ficción... así que, ¿qué te impide crear los tuyos propios? Cuando escribes, eres capaz de hacer que todo sea posible. Puedes crear tu propio mundo con unas pocas palabras, y ¿quién tiene más imaginación que un niño?

Escribir es un superpoder que no debería limitarse a los adultos. No hay límites ni nada que te impida crear el mundo de tus sueños. Aunque no publiques, la escritura es una vía de escape, un desahogo y una poderosa habilidad que tú también podrías explorar. Si amas tu historia, los lectores captarán esa dedicación y querrán leer tus libros.

Como autores jóvenes, sabemos lo difícil que puede parecer adentrarse en un mundo dirigido predominantemente por adultos, sobre todo cuando se tiene la sensación de no poder controlar la forma en que la gente te ve o cómo tratan tu trabajo. Aunque los estereotipos de edad basados en la calidad, el compromiso, el talento y la inteligencia te digan lo contrario, no hay límite de edad para escribir, y empezar de joven tiene muchas ventajas. También es importante recordar que no hay que avergonzarse de pedir ayuda, independientemente de la edad: nadie puede hacerlo solo, ni siquiera los adultos.

¿Qué le detiene? Quién sabe, tu libro podría convertirse en el próximo bestseller.

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