Cuando Tarra Simmons estaba en la cárcel, nunca soñó con presentarse a las elecciones

Este artículo se publica en coordinación con Sister District, una organización que trabaja para construir el poder progresista en las legislaturas estatales. Las políticas críticas y que cambian la vida, como el acceso al aborto, los derechos de las personas trans, el derecho al voto, los salarios justos y las condiciones de los trabajadores y las familias, proceden cada vez más de las legislaturas estatales, a menudo ignoradas, en lugar de Washington DC. Nuestra serie "Primicias históricas" destaca las primicias históricas e inspiradoras de los legisladores estatales elegidos recientemente, centrándose en las mujeres, las personas de color, los jóvenes, las personas LGBTQIA+ y las personas de entornos no tradicionales.

Cuando Tarra Simmons estaba en la cárcel, pensaba en el día en que saldría y esperaba poder encontrar un trabajo lo bastante bueno para mantener a sus hijos. Lo que no podía imaginar es lo que ocurrió en realidad: que se convertiría en abogada y luego sería la primera persona ex presidiaria en ganar unas elecciones federales en el estado de Washington. "Ni siquiera conocía a ningún abogado", recuerda. "Cuando alguien me dijo que debía estudiar Derecho, me reí de ellos".

Tarra Simmons: La razón por la que lo hice fue romper el techo de hormigón para que otras personas anteriormente encarceladas pudieran presentarse. Ha sido muy difícil y ha supuesto mucho trabajo emocional educar a todo el mundo sobre estos temas. Pero también pienso en la historia y en cómo, en una época, no había mujeres en cargos electos, no había personas de color, no había personas LGBTQ. Se trata de hacer historia.

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¿Qué espera que digan sus logros a otras personas que han estado o están encarceladas?

Espero que el trabajo que estoy haciendo como buen legislador profesional esté cambiando la narrativa sobre quiénes somos como personas y que nuestro pasado no nos define. Espero que inspire a las personas que están actualmente encarceladas a que, cuando vuelvan a casa, puedan seguir haciendo lo que sea que sueñan hacer, y que puedan seguir marcando una gran diferencia y que su situación sea temporal.

¿Cuáles son sus prioridades como legislador? ¿Se han inspirado en sus experiencias vitales?

Mis prioridades son ayudar a todos a tener una primera oportunidad en la vida, para que luego no necesiten una segunda. Casi todos los que han sido encarcelados... no tuvieron una primera oportunidad. Nacieron en la pobreza generacional, en la violencia generacional. Y en la cárcel es donde alojamos a nuestras poblaciones más vulnerables, personas con historias de trauma extremo. Y luego los traumatizamos más por las condiciones de la prisión. Y luego los echamos sin formación laboral, sin educación y sin recursos, y esperamos que no vuelvan. Aunque me centro mucho en arreglar el sistema de justicia penal, mi prioridad y la razón por la que estoy aquí... es defender ferozmente la inversión y la prevención del encarcelamiento ayudando a las personas a tener los recursos que necesitan desde el principio.

¿Qué espera del futuro del Estado de Washington?

Espero que estemos transformando nuestro sistema penitenciario para que se parezca más al modelo noruego, centrado en la dignidad humana. En Noruega, la tasa de reincidencia es muy baja porque se establecen vínculos y relaciones con las personas encarceladas y se les ayuda a superar el trauma que les hizo delinquir y les llevó allí.

¿Qué les diría a los jóvenes descorazonados por la situación de la política electoral?

Yo diría que, si no tienes un sitio en la mesa, estás en el menú. Así que, si quieres marcar la diferencia, no tienes más remedio que comprometerte, conocer a tus líderes electos. Y si quieres ver un futuro diferente, entonces considera la posibilidad de presentarte tú mismo o de apoyar a tus compañeros para que se presenten, porque la única manera de que cambiemos el sistema es que haya más líderes jóvenes que sean visionarios y den un paso al frente.