¿Deben las personas más afortunadas que otras tener la obligación moral de ayudar a las menos afortunadas?

¿Deben las personas más afortunadas que otras tener la obligación moral de ayudar a las menos afortunadas?

"La idea general de que los ricos ayuden a los pobres, creo que es importante", ha dicho un conocido empresario, Bill Gates. Esta afirmación puede parecer obvia porque la gente cree y espera que ayudar a los desafortunados es una muestra de hospitalidad. Aunque algunas personas creen que los ricos no tienen la responsabilidad financiera de los pobres, es importante que los afortunados ayuden a los desafortunados. La razón principal es que los afortunados pueden mejorar la sociedad, empleando a los desafortunados como sus propios trabajadores.

Sí, los afortunados tienen la obligación moral de ayudar a los desafortunados. No sólo tratar de ayudar a los pobres mostrando hospitalidad, sino que los ricos pueden utilizar a los pobres como sus trabajadores. A diferencia de los empleados normales, estos desgraciados están deseosos de trabajar, ya que siempre les persigue la pobreza. El propietario de una empresa que pueda ser afortunado puede utilizar a estas personas con ganas de trabajar para los beneficios de la empresa. Utilizando este método, los afortunados pueden tanto ayudar a los desafortunados como beneficiarse por lo que es un trato espléndido. De este modo, los afortunados cumplen con la obligación moral de ayudar a los menos afortunados. Por ejemplo, según una estadística reciente, la tasa de desempleo de los jóvenes en Sudáfrica es del 63%. Como tienen que ganar dinero, intentan ser contratados para cualquier tipo de trabajo. El propietario de un lavadero de coches decidió aprovechar esta determinación y contratar a los jóvenes para que trabajaran para él. El resultado fue espectacular. Hay una afirmación que dice que los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres. Si los afortunados deciden contratar a los desafortunados, este tipo de problemas sociales y económicos podrían solucionarse.

Los afortunados tienen la obligación moral de ayudar a los desafortunados. No sólo es obvio porque es una forma de mostrar hospitalidad, sino que también es una forma de que los afortunados puedan contratar a los desafortunados y convertirlo en beneficios. Sin duda, la decisión de que los afortunados contraten a los desafortunados para su propio beneficio y el de los desafortunados sería un gran cambio en la sociedad económica.

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