El bloqueo chino, un fracaso total
Desde los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, el mundo se ha dado cuenta del alcance global de la presencia económica de China. En 2010, China se convirtió en la segunda economía mundial. En 2019, una empresa china, Huawei, dio a conocer el 5G, una potente técnica de comunicación conocida por su avanzada velocidad. Se pensó que estos avances señalaban el ascenso de una gran potencia, pero con la pandemia llegó el estancamiento del avance chino. The New York Times señaló: "Muchas tiendas y restaurantes de algunas ciudades cerraron, algunos quizá para siempre. El desempleo juvenil aumentó".
Como estudiante que vive en Shenzhen, experimento estrictas restricciones, incluida una prueba diaria obligatoria de Covid. Las políticas actuales exigen incluso un certificado para salir al exterior. The New York Times informó: "Desde principios de 2020, China ha aplicado algunas de las normas de entrada más estrictas del mundo" Aunque estas restricciones pueden ayudar, China paga caro por mantener esta política.
Pueden evaluarse algunos costes relacionados con Covid. Todos los ciudadanos chinos deben hacer cola para someterse a las pruebas Covid casi a diario, con un coste de tiempo estimado conservadoramente en unos cinco minutos. Con 1.400 millones de chinos sometidos a pruebas, el tiempo perdido es enorme. Utilizando otra medida de costes, recuerdo que el precio de las pruebas es de 6 yuanes. Si 1.400 millones de chinos hacen ocho rondas de pruebas, el coste es de unos 10.000 millones de dólares, casi el del telescopio espacial Webb. Basándonos en las fotos de la NASA, podemos ver que este dinero fue bien gastado.
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La política china también frena el comercio internacional. Aunque las reuniones en línea permiten discusiones estratégicas, cada vez menos empresarios están dispuestos a venir a China, amedrentados por las largas estancias en los hoteles. El resultado es un descenso del comercio internacional.
Las empresas extranjeras también se asustaron por los sucesos de Shanghai, como observó el New York Times: "En Shanghai, donde los residentes han estado bajo bloqueo desde el 1 de abril, los servicios privados de reparto de comida se suspendieron en algunos barrios a pesar de que los casos cayeron a su nivel más bajo en seis semanas" Tras el levantamiento de los bloqueos, muchos extranjeros huyen de la ciudad. Cabe destacar que Shanghai es una de las ciudades más desarrolladas de China; su PIB sólo es inferior al de Shenzhen. Mucha gente en el extranjero sólo conoce Pekín y Shanghai, por lo que Shanghai influyó en la impresión que mucha gente tiene de China.
Algunos dicen que, dado que China es la segunda economía mundial, el comercio se mantendrá. Sin embargo, debido a las dificultades actuales, las empresas extranjeras están buscando sustitutos. Famosas marcas de ropa deportiva están trasladando fábricas al sudeste asiático, y el MCU dejó de proyectar nuevas películas en China continental. Está claro que el estatus económico mundial de China está decayendo.
Es fácil darle la vuelta a todo esto. Una vez que se relajen las restricciones, volverán más industrias porque China sigue siendo la segunda economía mundial. Por el contrario, si China mantiene un bloqueo estricto, la situación económica empeorará con toda seguridad.
