En Cómo nos define la sociedad

En Cómo nos define la sociedad

Seguro que alguna vez has vivido algo así: Pediste a tus padres algo que el proverbial "chico guay" de tu clase podía hacer -algo pequeño, como salir hasta tarde, o algo más grande, como tener tu propio coche- y te dijeron decididamente que no. Después, salías a la calle, con el puño extendido, y gritabas al cielo "¡por qué a mí!".

De acuerdo. Quizá la última parte no sea cierta. Pero es probable que siempre te hayas preguntado por qué no puedes tomar esas decisiones por ti mismo, y también es probable que hayas cuestionado muchas veces la noción de "por qué no". La mayoría reconoce que este punto de inflexión, o la edad en la que puedes tomar la mayoría de las decisiones, es a los 18 años, cuando en la mayoría de los países se te reconoce como adulto y puedes entrar en un mundo en el que tienes pocas restricciones sobre lo que quieres perseguir y hacer.

Pero, ¿hasta qué punto es válida esta edad? Está científicamente demostrado que esta edad, para ser sinceros, no significa casi nada a la hora de tomar decisiones; la razón de ser fue crear una edad legal que establezca una norma que todos puedan seguir.

Entonces, sabiendo esto, ¿cómo discierne la sociedad cuando los jóvenes tenemos la capacidad de tomar esas decisiones por nosotros mismos?

Un tema que enmarca esta discusión es el debate por el derecho a la muerte de los niños, o la edad en la que los niños con enfermedades terminales y que sufren pueden decidir morir a través de la muerte asistida por un médico. Se trata de un ejemplo extremo, pero la razón de este tema es que engloba las muchas capas de toma de decisiones que conlleva una decisión de este tipo, es un tema muy presente (aunque menos discutido) en la sociedad actual, y con su extremidad, sus implicaciones de vida y muerte son algo que pide discusión.

La muerte asistida por un médico se produce cuando éste facilita la muerte voluntaria de un paciente proporcionándole los medios. Un método común es la administración de una dosis letal e indolora que acaba rápidamente con la vida del paciente después de que éste tome pastillas para dormir. También hay otras formas: una puede ser administrando voluntariamente la medicación letal a un paciente sabiendo que la consumirá en su propia intimidad, y otro método puede ser negando al paciente un tratamiento que le salve la vida a petición suya.

La eutanasia para adultos ha visto aumentar su popularidad en todo el mundo, con leyes que la legalizan en numerosos países, entre los que destacan algunas partes de Estados Unidos y Australia, Canadá, Bélgica, Países Bajos y Francia. Sin embargo, en el tema de la eutanasia infantil, muchos menos países la apoyan: sólo Bélgica y los Países Bajos han legalizado la eutanasia infantil, condicionada a términos muy estrictos.

¿Qué explica que estos países lo apoyen y qué explica que otros no lo hagan? Hay numerosos factores que pueden influir en las consideraciones de un país a la hora de tomar estas decisiones; un par de ellos relevantes son la biología, los valores culturales y el idioma.

La biología de la mente en desarrollo, por ejemplo, es un factor que puede afectar al enfoque de la sociedad sobre los derechos de los jóvenes. Algunos argumentan que los menores, dada su edad y relativa inexperiencia, no son mentalmente capaces de juzgar la elección decisiva de lo que es mejor para ellos. Luc Bovens, profesor de filosofía de la London School of Economics, explica este argumento como la Capacidad de Discernimiento: que los menores, incapaces de discernir, no son aptos para gestionar las peticiones de eutanasia.

En el otro extremo, los investigadores de cuidados paliativos Marije Brouwer, Els Maeckelberghe y Eduard Verhagen atacan la idea de una edad "fija" de competencia mental basada en la formación del cerebro, y en su lugar postulan que el límite de edad es más variado.

A la hora de presentar pruebas de que el desarrollo cerebral de los niños, incluso a partir de los 12 años, es lo suficientemente competente como para tomar este tipo de decisiones, ambas partes tienen sus propios méritos y pruebas sustanciales. Sabiendo esto, no hay una respuesta objetivamente correcta a la madurez cerebral, lo que invita a que la actitud hacia la eutanasia infantil se apoye en otros valores y bases.

Los valores culturales también pueden configurar el enfoque de la sociedad sobre la eutanasia. Al fin y al cabo, se argumenta que es el problema más central de las ciencias sociales. La historia y el desarrollo de la filosofía o las ideologías de un país pueden estimular su enfoque de la eutanasia.

El juramento hipocrático, por ejemplo, es un juramento ético tradicionalmente occidental realizado por los médicos. La famosa cláusula "primero no hacer daño" se ha interpretado literalmente: que la función de los médicos debe ceñirse en primer lugar a no hacer daño, y debe servir como base de sus prácticas. Aunque el juramento se ha convertido en algo arcaico hoy en día, esto puede ser una fuente de reticencia para las sociedades occidentales contemporáneas.

Los puntos de vista culturales, como el colectivismo y el individualismo, también pueden influir en la percepción de la eutanasia infantil. En Estados Unidos, por ejemplo, el fuerte énfasis en el individualismo y el autogobierno hace que esta autonomía para tomar decisiones sobre tu cuerpo se considere un poder. Sin embargo, en Corea, la misma autonomía se considera una carga: la mentalidad colectivista de la cultura oriental da prioridad al grupo sobre el individuo.

¿Y el lenguaje? La forma en que las connotaciones de las palabras "eutanasia" y "suicidio" enmarcan la práctica, y cómo se entiende culturalmente la palabra en todo el mundo, desempeñan un papel importante en las consideraciones.

Margaret Battin, filósofa y especialista en ética médica estadounidense, sostiene que el propio término eutanasia ha tenido históricamente una connotación negativa, y que tal vez el tabú pueda atribuirse al hecho de que la eutanasia infantil surgió en la historia por su implicación en el asesinato sistemático de niños discapacitados y minusválidos por parte de la Alemania nazi. Explica que en Estados Unidos y en el resto del mundo, la eutanasia suele ir acompañada de "matices de nazismo", y que el propio término "evoca ese horrible legado de asesinatos políticos que no tenían nada que ver con los intereses de la persona asesinada".

Yuxtapone esto con la definición del término en algunas culturas europeas, donde se entiende como la palabra griega eu-thanatos, que se traduce como "buena muerte".

Esta puede ser una de las razones por las que Bélgica y los Países Bajos adoptan esta práctica: el término connota misericordia y compasión, en lugar de matar por la fuerza.

Estos casos, aunque se refieren a una cuestión específica, ayudan a esbozar cómo piensan los que tienen autoridad cuando consideran todos los derechos que nos corresponden a los jóvenes. Desde conducir hasta casarse, todos esos derechos vienen acompañados de una amplia reflexión, y esa reflexión está moldeada por factores y formas de pensar similares. Es importante que, como adolescentes que nos adentramos en un periodo en el que se nos dará cada vez más libertad para tomar nuestras propias decisiones, entendamos por qué existen estas restricciones.

La próxima vez que tus padres te digan que no puedes hacer algo, pregúntales en cambio "por qué": aprende sobre los valores de tu familia y, con suerte, saldrás de la conversación con una visión más refinada de tu vida de adolescente.

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