¿Es Gatsby genial?

¿Es Gatsby genial?

En el ámbito de la existencia humana, la búsqueda y el reconocimiento de la grandeza se erigen en principios fundamentales que dan forma a nuestras ambiciones compartidas, impulsando a los individuos a elevarse por encima de lo común y lograr hazañas extraordinarias. Esta noción de grandeza como fuerza motriz encuentra una vívida encarnación en la novela clásica de F. Scott Fitzgerald "El Gran Gatsby", donde la enigmática figura de Jay Gatsby en su búsqueda de la grandeza ocupa un lugar central. Aunque no consigue casarse con su musa y apenas tiene amigos de verdad, Gatsby es grande por su obsesión por su sueño y por el precio que está dispuesto a pagar por su objetivo.

La obsesión de Gatsby por su sueño demuestra su grandeza. Después de conocer a la chica dorada Daisy en su extravagante fiesta cuando aún no tiene un céntimo, Gatsby decide ganarse el corazón de Daisy y vivir el estilo de vida de Daisy, caracterizado por "una belleza vasta, vulgar y meretricia" (Capítulo 6). Cuando regresa después de la guerra con una gran fortuna y su prístino corazón de verdad para Daisy, ella ya está casada con Tom Buchanan, un hombre agresivo de una acaudalada familia de dinero viejo.

Sin embargo, Gatsby sigue persiguiendo a Daisy, a pesar de que su amigo Nick le recuerda que "Son una pandilla podrida. Tú vales más que toda la maldita pandilla junta" (capítulo 8). Gatsby ignora la actitud ambigua y la vanidad de Daisy, encarnación del conflicto entre la nueva clase adinerada y la vieja. En su lugar, se aferra a la Daisy que sólo existía en su constante retención y sus largos recuerdos.

Un símbolo crucial en el libro, la luz verde, visible sólo desde las orillas de la mansión de Gatsby, es un recordatorio constante de la pasión de Gatsby por Daisy. Situado al final del muelle de Daisy, este faro distante y radiante es algo más que un objeto: encierra la obsesión de Gatsby, que retrata a Daisy de una forma más irreal e impecable. Cuando Gatsby le dice a Daisy: "Siempre tienes una luz verde que arde toda la noche al final de tu muelle" (capítulo 5), está revelando que siempre contempla la casa de Daisy toda la noche, y esto indica su anhelo por ella. Además, tras la trágica muerte de Gatsby, Nick recuerda que "Gatsby creía en la luz verde, en el futuro orgásmico que año tras año se aleja ante nosotros" (capítulo 9). Este comentario demuestra que, incluso ante la naturaleza siempre en retroceso de su sueño, Gatsby se mantiene firme en su persecución. Impulsado por su inquebrantable determinación, ve en la luz verde no sólo a Daisy, sino también la promesa de un futuro mejor, otra capa de su sueño. La insistencia espiritual de Gatsby en su sueño transmite el poder perdurable de la esperanza, que trasciende los límites de la realidad y hace que su personaje sea realmente impresionante.

El sacrificio de Gatsby por su sueño es también uno de sus significados. Uno de los sacrificios es su incesante búsqueda de la riqueza por medios moralmente ambiguos. Para conseguir el tipo de riqueza que cree que conquistará el corazón de Daisy, Gatsby se involucra en actividades que levantan cejas e invitan al cotilleo entre los invitados a sus fiestas. Una chica que asiste a una de sus fastuosas reuniones llega a decir: "Apuesto a que ha matado a un hombre" (capítulo 3). Sin embargo, se hace evidente que las intenciones de Gatsby no son maliciosas; sólo busca amasar riqueza rápidamente. Al hacerlo, sacrifica su reputación, aceptando el papel de figura misteriosa y potencialmente siniestra para estar más cerca de Daisy, su último sueño.

Otro sacrificio es el alejamiento de su auténtico yo para ajustarse a la imagen que cree que le hará ganarse el afecto de Daisy. Afirma falsamente que se graduó en Oxford, un detalle que comparte con gente como Jordan Baker, un golfista profesional de extracción acomodada que en realidad no le cree (capítulo 3). De hecho, la experiencia de Gatsby en Oxford se limitó a un programa de cinco meses disponible para oficiales americanos al final de la Primera Guerra Mundial. Esta mentira sirve como ejemplo de cómo sacrifica su autenticidad y potencialmente la confianza de los que le rodean para alinearse con la clase alta, todo en un esfuerzo por parecer más atractivo a Daisy.

Y el sacrificio más notable es que se convierte en el chivo expiatorio de Daisy: la historia concluye con Wilson, el marido de Myrtle, la amante de Tom, asesina a Gatsby porque cree que Gatsby la mató, aunque fue Daisy quien la mató accidentalmente. Daisy decidió regalar la vida de Gatsby, en lugar de la suya propia, al sentarse en lados opuestos de la habitación con Tom cogidos de la mano; mientras que él optó por no exponer que Daisy fue quien mató a Myrtle cuando conducía el coche después de darse cuenta de que Daisy quizá nunca se casaría con él, y soportó el engaño de la persona a la que amaba para mantener la veracidad en su corazón aspirando a la animosa y profunda luz verde. Como resultado, la grandeza de Gatsby también está simbolizada por su sólida voluntad detrás de su magnífico sueño.

Algunos pueden argumentar que Gatsby no es grande porque no consigue casarse con Daisy, el objetivo de su vida, y casi no tiene amigos. Muere antes de conseguir a Daisy, y ninguno de los miembros de sus fiestas anteriores llora por él, excepto Nick y el ojo de búho. Sin embargo, Gatsby sigue siendo grande porque el trágico final de su amor demuestra en realidad la característica contradictoria pero ardiente en la humanidad de que algunas de las personas más valientes siguen persiguiendo la meta lejana incluso cuando saben que su lucha puede carecer de sentido. Además, el número de amigos no puede medir la grandeza de una persona; en su lugar, la calidad y el carisma sirven para esta evaluación. Nick, el que está profundamente afectado por él, comprende profundamente a Gatsby; en comparación con los amigos superficiales que la mayoría de la gente hace para entretenerse a corto plazo, Nick simboliza una conexión mucho más significativa. Por lo tanto, tanto si Gatsby se casó o no con Daisy como la cantidad de amigos no pueden negar la grandeza de Gatsby.

En última instancia, Gatsby es grande por su persistencia y sacrificio por su sueño. A pesar del trágico final que encuentra, su búsqueda del sueño americano resume tanto el encanto como las duras realidades de aquella época. La perspectiva relativamente ingenua de Gatsby en un mundo manchado por la corrupción y la decadencia subraya aún más su grandeza, incitando a los lectores a considerar la intrincada interacción entre identidad, aspiración e ilusión.

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