Ilusiones y realidad en El Gran Gatsby

Ilusiones y realidad en El Gran Gatsby

Conocida por su sátira, El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald examina críticamente la depravación social de los locos años veinte. Ambientada en una época de rápido crecimiento económico e intensa búsqueda del sueño americano, la novela sigue la vida de Jay Gatsby, un enigmático millonario con una búsqueda incesante de riqueza, amor y estatus social. Sin embargo, la década de 1920 también se caracterizó por el materialismo excesivo, el engaño y la desigualdad social. En El gran Gatsby, Fitzgerald describe la desilusión del sueño americano resaltando la compleja relación entre los personajes, haciendo hincapié en la decadencia de la moralidad y utilizando un poderoso simbolismo.

La desilusión del Sueño Americano en El Gran Gatsby queda ampliamente retratada a través de la conexión entre Jay Gatsby y Daisy Buchanan. Esto puede verse cuando Gatsby expresa su deseo de que Daisy declare que nunca ha amado a Tom, afirmando: "Lo único que quería de Daisy era que fuera a ver a Tom y le dijera: 'Nunca te he amado'" (Fitzgerald 70). Esta cita pone de relieve la intensidad del sueño de Gatsby, cuyo enamoramiento de Daisy se basa meramente en una imagen idealizada. Cree que su amor es la clave para alcanzar su versión del sueño americano. Sin embargo, esta ilusión se hace añicos cuando Daisy muestra sus tendencias materialistas al elegir la comodidad y la seguridad que le proporciona su adinerado marido, Tom. Además, en el libro se menciona: "Debió de haber momentos, incluso aquella tarde, en que Daisy se quedó a las puertas de sus sueños". (Fitzgerald 61) Esto sugiere que incluso cuando se reúne con Daisy, Gatsby se da cuenta de que Daisy está cada vez más lejos de lo que él idealmente quería que fuera. Insinúa la decepción y la desilusión que experimenta a medida que se ensancha la brecha entre sus sueños y la realidad.

Fitzgerald retrata además la desilusión del Sueño Americano a través de la decadencia de la moral y los valores de los personajes. El matrimonio de Tom y Daisy Buchanan es un excelente ejemplo de cómo la búsqueda de riqueza y estatus social puede corroer los límites morales de una persona. Fitzgerald los describe como "gente descuidada... Destrozaban cosas y criaturas y luego volvían a refugiarse en su dinero o en su enorme despreocupación" (Fitzgerald 114). Esta cita subraya cómo Tom y Daisy dan prioridad a sus deseos egoístas sobre las consideraciones éticas. Ambos participan en aventuras extramatrimoniales, manipulan a los demás para satisfacer sus propios deseos y, en última instancia, escapan a las consecuencias de sus actos.

Además, el simbolismo utilizado por Fitzgerald desempeña un papel vital a la hora de resumir la desilusión del sueño americano. La luz verde al final del muelle de Daisy es un símbolo poderoso. Este faro de esperanza representa el sueño imposible de Gatsby de conseguir el amor de Daisy y el esquivo Sueño Americano en sí mismo. Como se da cuenta Nick, la luz verde "ya no es un símbolo de esperanza", sino más bien un recordatorio del "futuro orgásmico que año tras año retrocede ante nosotros" (Fitzgerald 115). La luz verde, que representa el sueño americano, acaba simbolizando un ideal inalcanzable. Otro ejemplo es el "valle de cenizas". Fitzgerald lo describe como "una granja fantástica donde las cenizas crecen como el trigo en crestas y colinas y jardines grotescos; donde las cenizas toman la forma de casas y chimeneas y humo ascendente" (Fitzgerald 16). Esta tierra estéril contrasta con las lujosas mansiones de las familias Gatsby y Buchanan. Es una metáfora de la dolorosa realidad de la pobreza bajo la ilusión de un mejor nivel de vida en los años veinte.

Merece la pena analizar por qué surge tal desilusión, y en realidad está estrechamente relacionada con la vida del autor. La esposa de Fitzgerald, Zelda, fue probablemente la inspiración para el tema de la desilusión de la novela. Zelda, artista y escritora de talento, fue la musa y compañera de Fitzgerald durante la Era del Jazz. Sin embargo, su relación fue tumultuosa, con luchas financieras, infidelidades y enfermedades mentales que la presionaban constantemente. Los problemas de salud mental de Zelda y su propia búsqueda del Sueño Americano como artista contribuyeron probablemente a que Fitzgerald comprendiera el vacío y la desilusión que pueden acompañar a la búsqueda de la riqueza y el éxito. A través de los personajes de Daisy Buchanan y Myrtle Wilson, Fitzgerald explora las presiones sociales y las expectativas puestas en las mujeres de los años veinte, incluyendo la búsqueda de la belleza, la juventud y el estatus social. La desilusión y la tragedia a las que se enfrentan Daisy y Myrtle en la novela pueden reflejar las luchas que Zelda y otras mujeres pudieron experimentar en los años veinte.

Evidentemente, El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald, es un conmovedor recordatorio de las "trampas" invisibles en la persecución del sueño americano. Destacando las intrincadas interacciones entre los personajes, subrayando el deterioro de la ética y los valores morales y utilizando un potente simbolismo, Fitzgerald describe la ilusión de riqueza, amor y estatus social en los locos años veinte. El libro advierte contra los peligros del materialismo excesivo y la persecución de un ideal inalcanzable. Los temas y mensajes de la novela siguen resonando en los tiempos modernos, instando a los lectores a reflexionar sobre sus valores y prioridades. En conjunto, El Gran Gatsby es una novela que invita a la reflexión y ofrece valiosas ideas sobre la naturaleza humana y la sociedad, lo que la convierte en un clásico intemporal.

Obras citadas

Fitzgerald, F. EL GRAN GATSBY el Gran Gatsby. www.bcscschools.org/cms/lib/IN50000530/Centricity/Domain/642/The%20Great%20Gatsby.pdf.

Keshmiri, Fahimeh: "The Disillusionment of F. Scott Fitzgerald's Dreams and Ideals in the Great Gatsby", Theory and Practice in Language Studies, vol. 6, nº 6, junio de 2016, p. 1295, doi.org/10.17507/tpls.0606.21.

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