Examen de octavo curso

Examen de octavo curso

La secundaria es una de las etapas más incómodas de la vida: ansiedad social, pubertad y cuanto más, mejor. La película Eighth Grade pone de relieve la lucha de una joven que aprende a ser ella misma sin complejos. A lo largo de la película, nuestra protagonista, Kayla, narra la película a través de su personaje en Internet. En su canal de YouTube, Kayla's Korner, aconseja que hay que tener confianza en uno mismo, aunque ella tiende a ignorar sus consejos. En general, Eighth Grade capta perfectamente los retos mentales y sociales que experimentan muchos jóvenes.

Elsie Fisher es la actriz perfecta para Kayla. Representa a la perfección la torpeza cursi de una estudiante de secundaria a través de sus expresiones faciales, tartamudeos y manierismos. Kayla es un personaje principal increíble y único. Lo que la hace tan única es el contraste entre cómo se presenta en Internet y cómo es en la vida real. Yo diría que la forma en que se presenta en Internet es lo que ella quiere ser, algo así como los autores escriben historias sobre las posibilidades no realizadas de sus propias situaciones personales. Más adelante en la trama de la historia, Kayla empieza a poner en práctica sus propias palabras y descubre el alivio de hacer simplemente lo que quería hacer. Kayla también es asombrosa porque se siente identificada cuando tiene que enfrentarse a la ansiedad social. Por ejemplo, cuando estaba en la fiesta en la piscina de un compañero de clase, sintió que nadie la quería allí, así que llamó a su padre para que se fuera a casa. Pero después de darse cuenta de que no iba a dejar que su percepción de sí misma a través de los demás le arruinara la diversión, fue a hacer karaoke con el resto de los chicos, aunque la miraran raro al hacerlo. Esa escena es muy inspiradora para el público que lucha por no percibirse a sí mismo a través de los demás. Y creo que cualquiera puede identificarse con ella, no sólo los más jóvenes.

El padre de Kayla, el actor Josh Hamilton, también es un personaje muy importante. La relación entre Kayla y su padre delinea la relación padre-hija que se vuelve rocosa cuando la hija llega a la madurez. Kayla es muy testaruda cuando se trata de él, como lo son los adolescentes, pero pase lo que pase su padre siempre intenta por todos los medios entender de dónde viene Kayla, por muy irracional que piense. Creo que muchos padres pueden sentirse identificados cuando se trata de lidiar con un adolescente, así que esta relación entre los dos resulta cómica, pero conmovedora.

La actuación realista y carismática de esta película es lo que la hace sobresalir en comparación con otras películas escolares. Aunque esta película está clasificada R debido a las escenas sexualmente sugerentes, creo que puede ser una película educativa para el público mayor de 13 años para advertirles de las posibles situaciones que pueden ocurrir. Octavo grado es impredecible. Pero espera a entrar en el instituto. Es otro mundo.

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