Examen estandarizado: Una fuente innecesaria de estrés y malestar
Todos los días, hacia las 7 de la mañana, una estudiante de nueve años, segura de sí misma y entusiasta, saltaba de la cama y se preparaba para la jornada escolar que le esperaba.
Durante las seis horas siguientes, participaba en atractivas actividades educativas. Y aunque seguía disfrutando de la escuela, llegaba a cierta edad en que el entusiasmo se desvanecía.
Hoy, como estudiante de secundaria en Estados Unidos, la misma chica y muchos otros alumnos de todo el país han perdido el fervor que antes sentían por ir a la escuela debido a la mayor dependencia de la mentalidad de "enseñar para el examen" de las escuelas.
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Muchos profesores se han visto obligados a cambiar su estilo de enseñanza para cumplir los requisitos de los exámenes estandarizados a expensas de otras habilidades vitales. Como resultado, la escuela se siente como una tarea para los estudiantes, llena de aburrimiento y monotonía. En lugar de que los alumnos asimilen realmente el material, se les mete prisa para que se preparen para los exámenes mientras pierden el interés por la educación.
La nueva norma de instrucción basada en exámenes crea una inmensa presión sobre los estudiantes. Aunque los exámenes estandarizados pueden utilizarse como referencia del rendimiento de los estudiantes, también pueden ser un indicador poco fiable de su potencial debido a los muchos factores que influyen en gran medida en las puntuaciones de los exámenes. Según el editorial estudiantil del NY Times, Alan Peng, un estudiante de diecisiete años, expresó cómo los exámenes estandarizados sólo se basan en el "pensamiento superficial" e "ignoran la creatividad y la profundidad de la comprensión, convirtiendo así a los estudiantes en robots".
La escuela solía estimular la confianza y el entusiasmo de muchos estudiantes, pero ahora ha desencadenado el miedo y la ansiedad. Además, una fuente de Britannica enumeró cómo los exámenes estandarizados como el SAT y el ACT carecen de "pensamiento crítico, creatividad y habilidades de resolución de problemas necesarias para tener éxito en el mundo real." En su lugar, los estudiantes temen fracasar y creen que los resultados de sus exámenes determinarán su éxito futuro.
Algunas universidades han optado por los exámenes de ingreso debido a que las pruebas estandarizadas no reflejan con exactitud la capacidad académica de cada uno. Esto no alivia la presión porque los estudiantes siguen sintiéndose obligados a presentar sus resultados en los exámenes estandarizados debido a la gran competencia y a la desventaja de los estudiantes que presentan sus resultados.
En lugar de buscar formas de eludir el problema, debemos acabar con los exámenes que nos etiquetan y crean un estrés innecesario. Debemos centrarnos en favorecer un sistema educativo más variado e inclusivo. Debemos dar prioridad a las necesidades de los estudiantes y, lo que es más importante, crear habilidades que nos conviertan en personas creativas, no en autómatas humanos. Tenemos que utilizar múltiples formas de evaluación, como los portafolios, los exámenes basados en el rendimiento y las evaluaciones de los profesores, que pueden utilizarse para crear una imagen más precisa y completa de la diversidad del aprendizaje de los alumnos. Tenemos que encontrar nuestro entusiasmo soterrado por aprender y dar prioridad a un enfoque más atractivo de la educación.