Guía para fijar objetivos positivos para la salud y la forma física

Guía para fijar objetivos positivos para la salud y la forma física

Guía para fijar objetivos positivos para la salud y la forma físicahttps://images.pexels.com/photos/8337272/pexels-photo-8337272.jpeg

En esta etapa de tu vida, es bueno que te centres en tu salud y bienestar para mejorar tu calidad de vida y favorecer tu crecimiento y desarrollo. Así que, cuando empezó el año, es posible que pensaras en crear propósitos relacionados con la salud como herramienta de superación personal. Sin embargo, teniendo en cuenta que los debates sobre salud suelen girar en torno a la pérdida de peso para cambiar o mejorar el aspecto físico, puede ser fácil distorsionar la imagen corporal cuando se persigue la dieta, la nutrición y la forma física.

Sin embargo, conviene recordar que la salud y el bienestar van más allá de los números de la báscula, y que lo importante es cultivar una imagen corporal positiva a la hora de cambiar los comportamientos y el estilo de vida en general. Por ello, te damos algunos consejos para que tus objetivos de salud estén en consonancia con la positividad corporal.

Establecer expectativas realistas

El control del peso es un objetivo de salud común y aceptable, ya que tiene diversos beneficios, como reducir el riesgo de enfermedades y mejorar el estado de ánimo y los niveles de energía. Sin embargo, puede distorsionar fácilmente tu imagen corporal cuando tus expectativas están puestas en perder peso rápidamente para conseguir un determinado tipo de cuerpo.

Puedes empezar a ser más realista investigando sobre cuestiones como "¿cuánto se tarda en perder peso?". Descubrirás que, dado que las personas tienen diferentes tipos de cuerpo y que en el peso influyen diversos factores como la edad, el peso inicial, la genética y los hábitos de sueño, no existe una solución rápida para perder peso. El objetivo debe ser adoptar pautas de alimentación saludables y hacer ejercicio con regularidad, y la pérdida de peso debe producirse de forma gradual y natural a lo largo del tiempo.

Centrarse en los hábitos, no sólo en los resultados

Siguiendo con el punto anterior, darse cuenta de la importancia de hábitos saludables como comer con atención y hacer ejercicio con regularidad

puede ayudarte a centrarte menos en querer cambiar los números de la báscula y tu reflejo en el espejo.

En lugar de fijarte como objetivo perder un determinado número de kilos o alcanzar un peso determinado, puedes desviar tu atención a realizar acciones que te hagan sentir bien con tu cuerpo y contigo mismo. Esto podría consistir en elegir alimentos más nutritivos para sentirte saciado durante más tiempo y reducir los antojos, así como reservar tiempo para dar paseos matutinos y hacer estiramientos para empezar el día con mejor humor. Adoptar este tipo de hábitos ya contribuye a una salud integral, independientemente de si adelgaza o no.

Incorporar prácticas de autocuidado

Debido a la omnipresente cultura de la dieta en los medios de comunicación tradicionales y sociales, se ha vuelto común equiparar la salud y el bienestar con la restricción o el castigo. En otras palabras, las adolescentes pueden caer fácilmente en la idea de que tienen que privarse de los alimentos y las actividades que les gustan para estar sanas y en forma.

Pero eso no es cierto. Puesto que la imagen corporal también está ligada a tu salud mental, el camino hacia el verdadero bienestar pasa por crear rutinas de autocuidado para sentirte mejor y permitir que tu cuerpo cumpla sus funciones. Las adolescentes como tú pueden empezar con sencillas prácticas de autocuidado como la meditación, la atención plena, los ejercicios de respiración y escribir un diario para asegurarse de que se dan prioridad a sí mismas en el proceso de llevar un estilo de vida más saludable.

Rodéate de otras personas positivas con tu cuerpo

Por último, es normal que luches con tu imagen corporal, pero tus objetivos pueden ser más sanos y funcionarte mejor si te rodeas de otras personas positivas con tu cuerpo. Las investigaciones demuestran que los hábitos dietéticos de las madres pueden afectar profundamente a los comportamientos de salud y a la imagen corporal de sus hijas, así que empieza por hablar con tu familia sobre cómo podéis estar todos más sanos y sentiros mejor con vosotros mismos.

Cuando los miembros de tu hogar preparan comidas nutritivas, dedican tiempo a actividades al aire libre y siguen un horario de sueño saludable, te resultará más fácil establecer -y, lo que es más importante, adoptar- hábitos y objetivos más saludables a largo plazo.

Categorías:

Noticias relacionadas