Hamlet: Análisis Mitológico
El concepto de arquetipos, que son personajes o imágenes universales que vuelven a aparecer en todo tipo de literatura. El arquetipo primario y su arquetipo en la sombra son las dos caras de su naturaleza. Todas las tendencias oscuras que suelen reprimirse en la forma primaria se incluyen en las contrapartidas de la sombra. Esta noción es ideal para desarrollar personajes de ficción porque la sombra es lo que se produce cuando se lleva cualquier cualidad al extremo. La sombra natural del arquetipo del personaje es el mejor lugar donde buscar inspiración a la hora de analizar un defecto realista.
Hamlet representa al personaje idealista inocente o niño, ya que es un estudiante perpetuo. El arquetipo del niño incluye aspectos como el desarrollo del potencial, el crecimiento y la realización personal. Hamlet es llamado "joven Hamlet" o "noble juventud" en numerosas ocasiones, a pesar de que hay desacuerdos sobre la edad que se le supone. La trama se centra en la cuestión de si Hamlet puede dejar de estar deprimido, madurar y vengar la muerte de su padre a pesar de la presencia de fantasmas y la curiosidad. Las historias de madurez suelen seguir este arquetipo.
Hamlet asume el papel del Héroe Trágico tras ver el fantasma de su padre y la absurda relación entre su madre y su tío. El Héroe Trágico implica enfrentarse a un defecto fatal, ni bueno ni malo, y sufrir más de lo que se merece. El arquetipo casi desaparece al llegar a la conclusión debido a que la tarea que Hamlet desea llevar a cabo se vuelve injustificable según la ley moral, convirtiéndose en un defecto trágico que desemboca en un desenlace devastador. Al asesinar a su tío en un intento de vengarse de su padre, Hamlet altera el orden natural y provoca una serie de muertes involuntarias, incluida la de su amada Ofelia. Otros héroes trágicos son Edipo en Edipo Rey