Iñaki Godoy se robó el corazón de los fans de "One Piece". Ahora viene a Hollywood

Iñaki Godoy no se considera un actor de método. Pero tras finalizar la producción de la primera temporada de la adaptación de acción real de One Piece de Netflix, en la que interpreta al protagonista Monkey D. Luffy, el joven aventurero que sueña con alzarse a la infamia como el nuevo Rey de los Piratas, Godoy decidió embarcarse en su propia aventura de tres meses.

Durante 80 días, Godoy hizo un curso intensivo de la vida en el mar. Mientras navegaba por el Caribe, flanqueado por su tripulación, aprendió a cocinar y a navegar en un barco de verdad utilizando brújulas y constelaciones. Se enfrentó a condiciones meteorológicas extremas y se despertó con amaneceres y arco iris. Se dio cuenta de que a veces es mejor ser feliz que tener razón. Y sí, se duchó y limpió algunos de los objetos "más horrendos" conocidos por la humanidad utilizando agua del océano. Es una de las pocas habilidades prácticas que adquirió y que no se han desvanecido con el tiempo de vuelta en tierra.

(I-D) Fila superior: Chris Briney, Maddie Ziegler, Aida Osman, Megan Suri. Fila inferior: Ariana Greenblatt, Iñaki Godoy, Keith Powers.Foto de Josefina Santos. Godoy lleva camisa de Priscavera; pantalón de Kiko Kostadinov; botas de Lacbucq; y collar de Santangelo. Iñaki Godoy se robó el corazón de los fans de

Josefina Santos

Después de más de una década trabajando como actor infantil en producciones en español en su México natal, Godoy ha saltado con éxito al mercado anglosajón con su papel protagonista en One Piece, que se estrenó el pasado agosto con gran éxito de crítica y alcanzó el top-10 en 93 países. Basada en el manga japonés más vendido de la historia, de Eiichiro Oda, la serie de acción y fantasía, que ya ha renovado por una segunda temporada cuyo rodaje está previsto para finales de este año, sigue a Luffy y a su variopinto grupo de Piratas del Sombrero de Paja -Roronoa Zoro (Mackenyu), Nami (Emily Rudd), Usopp (Jacob Romero) y Sanji (Taz Skylar)- que emprenden una peligrosa búsqueda para descubrir el legendario tesoro conocido como "One Piece".

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A la vez que se mantenía fiel a su querido material original, One Piece se desmarcó de una tendencia notable de malas adaptaciones hollywoodienses de populares series de manga y anime, en gran parte gracias a la comprometida interpretación de Godoy. De los cientos (si no miles) de actores que se presentaron al casting para el papel protagonista, Godoy fue uno de los pocos capaces de hacer reír a Oda, y sin duda el único que dejó una impresión duradera.

"Pensé que el mayor reto iba a ser encontrar a alguien que interpretara a Luffy. No esperaba encontrar a nadie como Iñaki Godoy", declaró Oda a The New York Times en una rara entrevista el pasado agosto. "Cuando creé a Luffy, dibujé al niño más enérgico que podía imaginar: un niño normal por fuera, pero nada normal por dentro. Iñaki era igual que la persona que dibujé; se sentía absolutamente natural".

Estos elogios, procedentes del meticuloso maestro del universo de One Piece, son tanto un testimonio del talento natural de Godoy como un indicador de los años que este joven de 20 años lleva perfeccionando su arte como artista. Cuando Godoy tenía cuatro años, su madre, que se quedaba en casa, intuyó que su talento para los deportes tenía más que ver con la teatralidad en el campo que con el juego, y lo apuntó a Stage Company, una escuela local de teatro musical, donde actuaba con regularidad y ayudaba a montar obras como actividad extraescolar. Su madre y su padre, asesor fiscal, alimentaron y alentaron sus aspiraciones como actor, llevándole de audición en audición y acompañándole a todos sus trabajos profesionales.

Godoy recuerda perfectamente la estimulante sensación de oír la primera carcajada del público después de improvisar como el Gato de Cheshire en una producción amateur de Alicia en el País de las Maravillas, y ha pasado toda su carrera persiguiendo ese tipo de descarga de adrenalina. Desde que consiguió su primer papel importante a los 11 años en La querida del Centauro, una telenovela que se emitió durante dos temporadas en Telemundo, ha trabajado en múltiples géneros: thriller de misterio (¿Quién mató a Sara?), drama policíaco (Sin miedo a la verdad), comedia de terror (MexZombies) e incluso ficción de superhéroes (Los imperfectos).

Habiendo crecido con una dieta constante de cine y televisión clásicos estadounidenses -Phineas y Ferb, Bob Esponja y Los Simpson eran algunos de sus dibujos animados favoritos-, Godoy siempre albergó el sueño de trabajar al norte de la frontera, pero admite que tenía una visión muy diferente de abrirse paso en Hollywood. Como la mayoría de los aspirantes a directores y guionistas, dice: "Mi plan era ir a estudiar a una escuela de cine en Estados Unidos y empezar a desarrollar mis propios proyectos, y ésa era la forma en que iba a triunfar aquí". Pero ahora que su carrera como actor ha despegado, Godoy se ha replanteado su enfoque y su compromiso con una educación más formal, sobre todo porque algunos de sus cineastas favoritos nunca siguieron ese camino. La escuela siempre será una opción, razona, pero la oportunidad de dirigir una gran franquicia y aprender los entresijos del trabajo a ambos lados de la cámara es una oportunidad única que no puede dejar pasar.

Godoy lleva jersey de Nanushka; pantalones cortos de Khris Joy; calcetines de Uniqlo; mocasines de Camper; y collar de Agmes.Josefina Santos

En 2021, mientras rodaba en Vancouver la primera (y única) temporada de la serie de Netflix The Imperfects, Godoy grabó una audición autograbada para interpretar al protagonista de otra serie no revelada, pero no fue hasta que le devolvieron la llamada cuando se dio cuenta de que estaba en la carrera para interpretar a Luffy. "Siempre que te llegan esos grandes proyectos, quieres tener una actitud positiva, pero también quieres ser muy humilde y decir: '¿Sabes qué, tío? Es estupendo estar emocionado, pero la posibilidad de que yo consiga este papel es una entre millones'", afirma.

Resulta que Godoy era un actor entre millones. Estaba en un vuelo a Nueva York con su familia cuando su madre recibió un mensaje de WhatsApp informándole de que había conseguido el papel. Su hermana, por suerte, tuvo la precaución de grabar su reacción ante la noticia. Respirando agitadamente, recuerda que le dijo a su familia que One Piece iba a cambiar su vida. "Sabía que mucha gente tenía expectativas y estaba emocionado. También estaba muy nervioso. Era una gran responsabilidad, pero creo que todavía no me he dado cuenta de lo grande que es", admite Godoy, ahora que ya han pasado un par de años desde que empezó la experiencia, y sus ojos se abren de par en par al darse cuenta. "Sólo soy un actor. Sólo hago mi trabajo. Es algo que llevo haciendo muchos años, y el mismo esfuerzo que pongo en Luffy, lo pongo en todos los demás personajes que interpreto."

Godoy no tardó en ponerse manos a la obra para dar vida a Luffy. Estudió y se inspiró en actores de la talla de Jim Carrey, Rowan Atkinson, Charlie Chaplin y Buster Keaton, conocidos por sus dotes para la comedia física. Leyó el manga y vio la serie de anime hasta que pudo reunir suficiente información para su interpretación del personaje. Incluso llevó un diario de las pequeñas idiosincrasias de Luffy: su sonrisa de oreja a oreja, su inteligencia emocional, su físico, su espíritu pirata innato y, sobre todo, su enérgico optimismo.

Pero quizá el mayor reto de todos fue interpretar a un personaje que no teme compartir sus elevadas esperanzas y sueños con cualquiera que esté dispuesto a escucharle. En una profesión en la que se suele enseñar y premiar la sutileza de las emociones, el actor admite que tuvo que superar sus instintos para interpretar a un personaje que no tiene miedos ni inseguridades.

"Tuve que entender que estoy interpretando a un personaje que no se parece a nada de lo que he interpretado hasta ahora, alguien extraordinario, alguien que tiene la capacidad de hacer que la gente le siga dondequiera que vaya, alguien que sigue sus sueños, que confía en su instinto y a quien no le importa lo que piensen los demás", dice. Ese tipo de filosofía se le ha pegado a Godoy. "Lo conmovedor de Luffy es que no cambia demasiado. En cambio, cambia el mundo que le rodea con su forma de ser".

A menudo se plantea a los actores la vieja pregunta: ¿Dónde acaba el personaje y empieza el actor? Mientras que a los actores más veteranos se les da la oportunidad de interpretar personajes que se alejan mucho de ellos mismos, a sus colegas más jóvenes se les asignan papeles que reflejan su personalidad real. Así que no es de extrañar que Godoy tenga unas ganas de vivir y un deseo insaciable de expansión personal que rivalizarían con los de su legendario homólogo en la pantalla.

Su gran energía rara vez decae en el transcurso de una conversación de dos horas, aunque hay momentos en los que es capaz de mostrarse sorprendentemente introspectivo. Reacio a divulgar muchos detalles sobre su vida personal, Godoy ya es capaz de establecer límites y reconocer cuándo necesita tomarse un momento para sí mismo, habilidades cruciales en una implacable maquinaria de Hollywood.

Dado que One Piece debutó en medio de las huelgas de guionistas y actores en Hollywood, la única interacción directa que Godoy y sus compañeros de reparto pudieron tener con los fans se produjo a través de interacciones cara a cara, lo que Godoy cree que les facilitó la idea de ser reconocidos. Aunque ha alcanzado un nuevo nivel de visibilidad, insiste en que puede seguir llevando una vida bastante normal. "No me siento incómodo", dice. Pero sí se preocupa por los que le rodean. "Si estoy con algunos amigos o familiares y tengo que firmar cosas y me están esperando allí, ése es el único momento en que puede resultar un poco incómodo".

La ambivalencia de Godoy respecto a la fama se debe a su creencia de que la celebridad es "un subproducto", más que el objetivo final de su arte. Mientras que algunos de sus colegas pueden ser muy conscientes de cómo se presentan al resto del mundo, él adopta un enfoque más relajado y humanista, agradeciendo la oportunidad de hacerse fotos y firmar autógrafos a los fans en público porque lo ve como una extensión de su trabajo. "Entiendo que Luffy, One Piece y mi trabajo significan algo para la gente, lo respeto y cuido de la gente a la que le gusta lo que hacemos", afirma.

Como nuevo rostro de la franquicia One Piece, Godoy entiende que sus acciones son vistas como un reflejo de su trabajo, pero no está "asustado ni nervioso por decir algo incorrecto o hacer algo malo" porque siente que tiene el control sobre su imagen pública. "Sí, hay una responsabilidad, pero me eligieron a mí porque saben que puedo manejarlo y yo sé que puedo manejarlo", dice. Es joven y aún está descubriendo el poder que tiene en una industria que puede ser opaca y confusa. Está menos al tanto de los entresijos de Hollywood y más centrado en hacer un buen trabajo con el papel que tiene.

Pero Godoy admite que puede sentir una especie de soledad profesional. Casi siempre ha sido el miembro más joven del reparto en todas las producciones en las que ha trabajado. Y a pesar de haber cultivado una sólida red de relaciones personales y profesionales en su país, no tiene muchos amigos actores jóvenes con los que pueda hablar de la experiencia surrealista de crecer bajo los focos. (Disfrutó especialmente de la experiencia de conocer a sus compañeros galardonados con el premio New Hollywood durante el rodaje en Los Ángeles y espera seguir en contacto con ellos).

A lo largo de nuestra conversación, Godoy no deja de repetir lo mismo: A sus 20 años, no se siente totalmente merecedor del tipo de reconocimiento que ha recibido. No siente la necesidad de demostrar nada a nadie, pero, sin embargo, cree que tiene más que dar y más que ofrecer. "Creo que aún me queda mucho trabajo por hacer, no sólo con One Piece, sino como actor", afirma. "Quiero ganarme un lugar en la historia de las artes escénicas. Realmente quiero ganarme un lugar en el corazón de la gente".

Godoy lleva jersey de Nanushka; pantalones cortos de Khris Joy; calcetines de Uniqlo; mocasines de Camper; y collar de Agmes.Josefina Santos

Godoy sabe que la lucha por hacerse ver y oír en Hollywood no será fácil. Mientras que otras minorías se han abierto camino a lo largo de los años, los hispanos y latinos, a pesar de representar el 19% de la población de EE.UU., han seguido estando desproporcionadamente infrarrepresentados en el cine y la televisión, con escasos avances en los últimos 16 años, según un estudio reciente de la Iniciativa Annenberg de Inclusión de la USC. Como uno de los jóvenes actores latinos más destacados de la actualidad, Godoy forma parte de una creciente oleada de talentos, incluida su compañera Ariana Greenblatt, galardonada con el premio New Hollywood, que buscan hacer avanzar la aguja de forma sustancial.

Godoy reconoce que se encuentra sobre los hombros de destacados actores y cineastas mexicanos -Eugenio Derbez, Salma Hayek, Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón- que han allanado el camino para que los artistas de su generación amplíen la percepción que Hollywood tiene de la experiencia mexicana más allá de las historias de narcos e inmigrantes oprimidos. "Creo que es un buen momento para ser un actor internacional, y creo que hay que verlo con optimismo, y las oportunidades que tenemos ahora son más de las que había hace muchos años", dice, señalando que un actor latino probablemente no habría sido considerado para el papel protagonista de One Piece hace una década. "Hay formas de dar a conocer tus historias en muchos medios diferentes. No creo que la creatividad esté tan limitada como antes".

Por ahora, Godoy tiene la vista puesta en el futuro inmediato. A pesar de recibir ofertas de Hollywood y de productores internacionales para protagonizar sus futuros proyectos, Godoy insiste en que sigue comprometido de todo corazón con hacer tantas temporadas de One Piece como sea posible. "Puedo hacer One Piece durante muchos años y ser feliz, no necesito hacer un millón de cosas", afirma el actor. Sin embargo, sueña con interpretar algún día a un villano irredimible, "alguien que es horrible y a quien le encanta ser horrible", porque es muy diferente de lo que es en la vida real.

Tras asistir a clases de guión en línea, ha empezado a plasmar en papel algunas ideas personales en su tiempo libre. Pero, aparte de saber que sus futuras películas se basarán en personajes y que probablemente serán vehículos hechos por él mismo para interpretar a personajes excéntricos, aún está determinando qué historias -y qué partes de sí mismo- está dispuesto a compartir con el resto del mundo.

A estas alturas, no hay nada que Godoy no intente al menos una vez en su vida, independientemente de la probabilidad de éxito (o fracaso). Por ejemplo, hace poco vio un anuncio de un retiro de tres meses de Muay Thai en Tailandia, así que los fans de One Piece no deberían sorprenderse si de repente se lo encuentran, tras finalizar la producción de la segunda temporada, en otro lugar extranjero entrenando para una posible tercera entrega.

La razón del deseo de Godoy de ampliar continuamente sus horizontes es aparentemente existencial. "Lo único que sé que puedo hacer es pasármelo bien, porque no sé por qué estamos aquí en este mundo", dice con naturalidad, con el aire de un niño dispuesto a enfrentarse al mundo. "No hay un propósito claro. Sólo quiero experimentar todas las cosas divertidas y buenas. Quiero hacerlo todo".

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Director de iluminación Brian McGuffog

Gaffer Daniel Patrick

Gaffer Kane Katubig

Digitech Isan Monfort

Retoque Área digital

Estilista Ian McRae

Ayudante de estilista Auden Alblooshi

Asistente de estilismo Mason Telles

Estilista de Maddie Ziegler, Megan Suri Candice Birns en A-Frame Agency

Estilista para Aida Osman, Ariana Greenblatt Suzette Boozer en A-Frame Agency

Groomer para Chris Briney, Keith Powers, Iñaki Godoy Melissa DeZarate en A-Frame Agency

Maquilladora de Maddie Ziegler, Megan Suri Miriam Nichterlein en A-Frame Agency