¿La energía nuclear por encima del carbono?
En una época en la que el cambio climático afecta al planeta y la necesidad urgente de fuentes de energía sostenibles es innegable, el debate sobre la mejor alternativa a los combustibles fósiles se ha intensificado. Mientras que las fuentes de energía renovables como la solar y la eólica han acaparado gran atención, una solución que a menudo se pasa por alto es la energía nuclear. A pesar de la controversia que la rodea, la energía nuclear ofrece una alternativa limpia y fiable a los combustibles fósiles que emiten carbono. Ya es hora de que reconozcamos el potencial de la energía nuclear para mitigar el cambio climático y crear un futuro sostenible.
Uno de los argumentos más convincentes a favor de la energía nuclear es su capacidad para generar electricidad sin producir emisiones de gases de efecto invernadero. A diferencia de los combustibles fósiles, los reactores nucleares no emiten dióxido de carbono ni otros contaminantes nocivos a la atmósfera durante la generación de electricidad. En 2022, EE.UU. generó 390 toneladas métricas de CO2 por millón de kWh[1], por no hablar de los subproductos que no incluye el CO2. Sustituyendo las centrales eléctricas basadas en combustibles fósiles por reactores nucleares, podemos reducir significativamente las emisiones de carbono, frenando los devastadores efectos del cambio climático.
Muchos se preocupan por los residuos radiactivos derivados del uso del uranio como fuente de combustible. Estos residuos pueden seguir siendo nocivos para el ser humano durante miles de años. Sin embargo, la cantidad de estos residuos es tan pequeña que resulta insignificante. Desde 1954 hasta 2016, se generaron unas 390.000 toneladas de combustible gastado en todo el mundo[2]. Compárese con los 1.650 millones de toneladas de emisiones de CO2 sólo en 2022 en Estados Unidos. Además, el 95% del total de residuos nucleares son "residuos de muy baja actividad" o "residuos de baja actividad"[3], lo que significa que no causan mucho daño medioambiental ni humano.
Energía nuclear: El futuro
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Aunque los problemas de seguridad que rodean a la energía nuclear son válidos, los avances tecnológicos han mejorado significativamente los diseños de los reactores y los protocolos de seguridad. La existencia de "barreras y sistemas de seguridad diversos y redundantes", "actividades de prueba y mantenimiento" y "una amplia zona alrededor de la central nuclear restringida y vigilada por equipos de seguridad armados"[4] ayudan a prevenir cualquier tipo de ataque o fallo en la central. Como hay una amplia zona entre los civiles y la central, los efectos de cualquier accidente nuclear serán mínimos.
Ante los acuciantes retos del cambio climático y la necesidad de energía limpia, la energía nuclear se perfila como una solución convincente. Su capacidad para producir electricidad sin emitir gases de efecto invernadero, unida a sus mínimos residuos y a sus características de seguridad, hacen de la energía nuclear una alternativa viable a los combustibles fósiles que emiten carbono. Si adoptamos la energía nuclear junto con las fuentes renovables, podremos construir un futuro energético sostenible, sin sacrificar demasiado la tecnología actual tal y como la conocemos. Es hora de reconocer el potencial de la energía nuclear también en Hong Kong y fomentar una estrategia energética equilibrada que combine lo mejor de las tecnologías nuclear y renovable.