Las universidades se deshacen de sus recursos LGBTQ
Maria C. Gonzales, profesora asociada de Inglés en la Universidad de Houston, lleva más de 30 años enseñando allí. En 2010, ayudó a fundar el centro de recursos LGBTQ de la universidad. El objetivo del centro era proporcionar recursos a los estudiantes homosexuales y transexuales y a sus aliados, así como oportunidades para que se conocieran entre sí. Gonzales recuerda con cariño el helado social que la organización celebraba al principio de cada año. El centro era especialmente necesario en Texas, un estado en el que varios proyectos de ley ya restringen lo que se puede enseñar sobre la historia y la cultura LGBTQ+ en las escuelas. Pero hace poco, la universidad anunció que cerraría el centro, el 31 de agosto.
Además de cerrar su centro LGBTQ, la Universidad de Houston está disolviendo su centro para la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI). Estas decisiones se tomaron a raíz del proyecto de ley 17 del Senado de Texas, que prohíbe las oficinas de DEI en las universidades públicas del estado. El proyecto de ley las define como "una oficina, división u otra unidad de una institución de educación superior establecida con el propósito de", entre otras cosas, "llevar a cabo formaciones, programas o actividades diseñadas o implementadas en referencia a la raza, el color, la etnia, la identidad de género o la orientación sexual". Gonzales explica que, dado que el proyecto de ley no menciona explícitamente el género, el centro femenino de la universidad puede seguir funcionando.
En medio de una renovada cruzada contra los derechos LGBTQ+ y la DEI por parte de las legislaturas estatales, los recursos académicos y sociales para los estudiantes queer y marginados por razones de género están disminuyendo en Texas y en todo el país. El año pasado, el Senado de Wyoming propuso una enmienda presupuestaria con el fin de dejar de financiar el programa de Estudios de Género y de la Mujer de la Universidad de Wyoming.
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"Aunque la enmienda no se aprobó en la Cámara, se espera que surjan proyectos de ley similares en todo el país", afirma Jesse Hagopian, profesor del Proyecto Educativo Zinn. Estos cambios políticos tendrán un impacto inconmensurable en los jóvenes, muchos de los cuales podrían estar alejándose de una vida familiar conservadora y esperando una oportunidad de madurar en un entorno académico liberal".
El cierre del centro LGBTQ de la Universidad de Houston es especialmente molesto para Gonzales porque el centro servía como espacio comunitario. "Si eres LGBTQ y de primer año, estás más que abrumado", dice. "El centro daba a la gente la oportunidad de comenzar el proceso de crear comunidad, hacer algunas conexiones e involucrarse con una organización estudiantil".
Los estudiantes de Florida, un estado que ha instituido una ley contra la enseñanza de la identidad de género y la orientación sexual, también recibieron un duro golpe cuando el New College de Florida votó recientemente a favor de abolir su programa de Estudios de Género. En un artículo de opinión para City Journal, Christopher Rufo, un conservador nombrado miembro del consejo de administración del New College por el gobernador Ron DeSantis, esbozó tres razones por las que se había disuelto el programa: En primer lugar, argumentó que los miembros del consejo tienen derecho a "cerrar programas académicos en las universidades públicas que no se ajustan al mandato de los contribuyentes que generalmente los apoyan"; en segundo lugar, existe un "sólido precedente" para eliminar "departamentos académicos que se desvían de su misión académica en favor del activismo ideológico"; y en tercer lugar, el programa de Estudios de Género no se ajustaba a la misión de la universidad porque se opone "explícitamente a las concepciones clásicas de lo verdadero, lo bueno y lo bello".
Más allá de este único programa, Rufo y el resto de la nueva junta aprobada por DeSantis han estado realizando cambios radicales en la institución. Varios miembros del profesorado se han marchado en los últimos meses, entre ellos el ex director de ciencia de datos Aaron Hillegass, que en su carta de dimisión de abril calificó de "fascismo" el nombramiento por parte de DeSantis de seis nuevos miembros conservadores para el consejo de la universidad -que rápidamente votaron a favor de sustituir al presidente de la universidad-, y el profesor adjunto de filosofía y ciencias ambientales Nicolas Delon, que a principios de este año no solo dejó su puesto de titular en el New College, sino que se marchó de Florida.
Al menos 36 profesores han abandonado el New College desde enero. Según Rufo, los profesores contratados en su lugar "están interesados en perseguir las grandes cuestiones humanas en lugar de mantener una asfixiante cámara de eco de izquierdas."
En la reunión de la junta directiva en la que se decidió la supresión de su programa, Reid pronunció un discurso en contra de la decisión: "Nosotros, la facultad, New College, la institución, y nosotros en esta junta tenemos la responsabilidad de seguir ofreciendo los cursos necesarios para los estudiantes que quieran completar las AOC [Áreas de Concentración] en Estudios de Género, incluidos varios miembros de la clase entrante de 2023".
Reid dice que se sintió poco respetada por lo que percibió como una falta de compromiso con sus ideas por parte de algunos de sus compañeros de junta. "A pesar de que soy la única persona sentada a esa mesa con conocimientos en el campo de los estudios de género", añade, "se negaron a escucharme".
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Los ataques a estudiantes queer y trans en centros como el New College y la Universidad de Houston pueden tener efectos sorprendentes en los jóvenes LGBTQ+ de todo el país. Aunque otros estados no tengan las mismas políticas, explica Harper Keenan, profesor de Género y Sexualidad en la Educación de la Universidad de Columbia Británica, estos mandatos pueden contribuir a una falsa percepción de que la homofobia y la transfobia son ideologías más populares de lo que realmente son. Por ejemplo, una encuesta Gallup de mayo reveló que el 64% de los estadounidenses cree que las relaciones entre gays y lesbianas son "moralmente aceptables", frente al 33% que las considera "moralmente incorrectas". Estos datos también muestran que el apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo ha aumentado significativamente, hasta el 71%, frente al 27% de apoyo en 1996.
"Ser testigo del abandono institucional de las comunidades LGBTQ+ ha sido devastador", afirma Keenan por correo electrónico. "En muchos lugares, los frágiles logros conseguidos durante décadas de lucha por los organizadores queer y trans han sido rápidamente destruidos en respuesta a un alarmismo infundado. Esto envía un mensaje claro a los jóvenes queer y trans de Estados Unidos y de otros lugares de que las personas en posiciones de autoridad ven sus vidas como un mero balón de fútbol político en las guerras culturales que se están fabricando como distracción de problemas sociales y económicos muy reales como la crisis climática y la pobreza. Las escuelas desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar que las personas LGBTQ+ tengan comunidades que les proporcionen igualdad de acceso a la atención sanitaria, al empleo y a todas las dimensiones de la vida pública."
Aunque las escuelas eliminen los recursos formales para los estudiantes LGBTQ+, Gonzales confía en que seguirán encontrando formas de reunirse y crear comunidad. "Otras organizaciones estudiantiles todavía pueden programar, invitar a oradores o celebrar actos", afirma. "Es necesario que más gente se implique en nuestra causa. Si ya lo estás, estupendo, hazlo más. Si no lo estás, ¿cómo puedes contribuir? Un aspecto positivo es que, hasta cierto punto, nos habíamos vuelto un poco perezosos, porque cuando surgía un problema pensábamos: "El centro de recursos se encargará de ello. Pero ahora es responsabilidad nuestra ocuparnos de todo".
