Lo que aprendí tras un año de instituto
Ahora estoy en el segundo año de la escuela secundaria. Aunque mi primer año de instituto ha sido virtual, he aprendido mucho sobre mí misma y sobre la gente que me rodea. Quiero compartir lo que aprendí para que sirva de consejo a los nuevos estudiantes de secundaria.
El crédito extra es increíble.
Los créditos extra se acumulan a medida que avanza el año. Yo no hice créditos extra en mi primer semestre, y me arrepentí. Puede que sea un asco hacerlo en el momento, pero lo agradecí mucho más adelante en el curso escolar. Si tienes tiempo, hazlo.
Estar cómodo no siempre es lo mejor.
Las salas de descanso eran incómodas. Unirse a nuevos clubes era extremadamente incómodo. Conocer gente nueva a través de una pantalla era diferente. Pero al final, me obligué a salir de mi zona de confort, y esto me ayudó a disfrutar de mi primer año. Creo que el primer año es tu año para experimentar con lo que quieres hacer en la escuela secundaria. Únete a nuevos clubes. Si no te gustan, puedes dejarlos y pasar a otro. También creo que es importante recordar que apuntarse a las actividades extraescolares no tiene que ver con el "futuro", sino con divertirse y crear una salida para uno mismo.
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Probar nuevas aficiones o poner a prueba nuevas teorías. Por ejemplo, odio correr, pero algunos de mis amigos me presionaron para que me uniera al equipo de atletismo de mi escuela (deporte al aire libre = agradable durante una pandemia). ¿Y sabes qué? Descubrí que en realidad disfrutaba de algunas partes del atletismo. Fue un reto, ya que no había practicado ningún deporte en un año, pero me sentí bien al salir y ver a otras personas de una manera segura.
Intenta no entrar en el instituto pensando que todo se trata de las notas.
Personalmente, estoy muy pendiente de las notas, y a menudo olvido que las notas no definen quién soy o quién seré. Esto suena muy profundo, pero yo me dejo llevar por ello todo el tiempo. Al principio del primer año, me costó entender la dinámica en línea, y eso afectó a mis notas y a mi mentalidad. Poco a poco aprendí que mis notas no son "yo", y mi mentalidad cambió. Me hice más consciente de la forma en que me desenvuelvo en público (en el buen sentido) y de cómo las cosas que hago y digo pueden afectar a los demás a mi alrededor. Aprendí mucho sobre la gente que me rodea. El primer año me enseñó que el instituto consiste en crecer y aprender socialmente, no sólo académicamente.
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