Mica: El trabajo infantil detrás de la cara bonita

Es una mañana normal, te vistes y te maquillas. Los coches hacen ruido fuera, como siempre. Llega nuestro nuevo día y estamos entusiasmados con las cosas que van a pasar hoy.

¿Pero sabes que la situación anterior puede no ser algo habitual para algunos niños indios?

La mica es un mineral de brillo vítreo. Una vez transformada en láminas o polvo, sus diversos usos la hacen valiosa. Los humanos han utilizado la mica desde la prehistoria para las pinturas rupestres. La mica está muy extendida en Asia, África y América. Posee un buen aislamiento y estabilidad química, por lo que es adecuada para su uso en aparatos eléctricos. Puede reflejar y refractar la luz y hacer que los productos brillen y resplandezcan, por lo que se utiliza mucho en pinturas para vehículos, cosméticos, electrónica..., etc.

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Entonces, ¿de dónde procede la mica? Los principales yacimientos de mica del mundo se encuentran en la India. Por supuesto, India es también uno de los mayores exportadores de hojas de mica. Sin embargo, la mayor parte de la extracción de mica es ilegal, y la mayoría recurre al trabajo infantil. Esta es la historia que vamos a compartir hoy. Mientras nosotros disfrutamos hoy de todas las cosas "normales", más de veinte mil niños se juegan la vida trabajando en la minería.

Hay muchos tipos de cosméticos en el mercado. Por ejemplo: bases de maquillaje, colorete, pintalabios... Estas cosas tan bonitas contienen mica, por eso tienen un aspecto tan brillante.

Detrás de la industria cosmética hay un grupo de niños que trabajan en las minas. Había visto uno de los vídeos de Refinery 29, y en él se grababa el proceso de su investigación en esas minas ilegales. En el vídeo, los niños tamizan la mica de la grava, y muchos de ellos llevan años trabajando allí. La edad más temprana a la que los niños empezaron a realizar este trabajo era de tan sólo cuatro años. Con todo el duro trabajo realizado, ni siquiera saben adónde va a parar la mica después de extraerla. Los contratistas que contratan a estos niños no reciben cámaras porque saben que utilizar mano de obra infantil es ilegal. Y estas acciones ilegales siguen existiendo exageradamente, sobre todo en la India.

Trabajo infantil, ni siquiera llevan zapatos, sus cuerpos delgados se adentran en las oscuras y peligrosas minas. No saben lo que ocurrirá en la mina, además, trabajar constantemente en un lugar lleno de polvo puede provocarles neumonía o enfermedades respiratorias. Y lo que es peor, pueden resultar heridos o morir en el momento en que las rocas caigan sobre ellos.

Te preguntarás, ¿por qué tienen que trabajar los niños en un entorno tan terrible? La mayoría de las minas de mica situadas allí tienen el problema de la elevada pobreza. Para esas familias indias, la minería de la mica es la única forma de sobrevivir. Trabajar en las minas puede al menos asegurarles que no pasarán hambre. Sin embargo, ¿se puede dar la vuelta a la situación? La situación del trabajo infantil no salió a la luz hasta 2014.

Una de las marcas de cosméticos, Lush, decidió utilizar mica sintética (un pigmento brillante artificial y biodegradable) en lugar de mica natural en 2014. Desde 2018, todos sus productos están hechos con mica sintética con éxito, Lush espera oponerse al uso de mano de obra infantil por esta decisión. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Según Aysel Sabahoglu, responsable de derechos de la infancia en Terre des Hommes Holanda, afirma que "retirarse no resolverá ningún otro problema." Algunos expertos creen que las empresas tienen la responsabilidad de limpiar sus cadenas de suministro y garantizar que las personas que extraen estas materias primas puedan obtener un salario decente para detener el ciclo de la pobreza. ¿Y qué ocurre con otras empresas de cosméticos? La mayoría de ellas descartan el uso de mica india o declaran abiertamente a la comunidad que su cadena de suministro es responsable y no utiliza mano de obra infantil.

Entonces, ¿qué medidas ha tomado el gobierno? La NCPCR (Comisión Nacional para la Protección de los Derechos del Niño) es consciente del problema desde 2016. Hicieron una encuesta para conocer el problema, pero los altos cargos del Ministerio parecían saber poco del asunto.

Según la información del Ministerio de Minas, la producción de mica entre 2013 y 2014 es de unas 19.000 toneladas, pero la cantidad real de mica exportada es de unas 128.000 toneladas. Es seis veces más que los datos oficiales. Muchas empresas ignoran la cuestión del trabajo infantil para abaratar costes. ¿No es la diferencia de la cifra entre la verdad y el gobierno un espacio para que esos empresarios priven los derechos de los niños?

Las cosas no siempre van mal. A medida que pasa el tiempo, la gente valora cada vez más el problema del trabajo infantil. La avanzada y cómoda tecnología hace que la información se difunda más rápida y ampliamente. Algunas ONG (organizaciones no gubernamentales) también se esfuerzan mucho por ayudar a esos niños indios. Dos fundaciones, KSCF (Kenya Students' Christian Fellowship) y BBA, intentan que el gobierno tome más medidas y ayude a esos países pobres a organizar "pueblos amigos de los niños". Estas personas están haciendo todo lo posible para sacar a los niños de las minas, y debe haber algo en lo que podamos ayudar.

Como niño que vive en un entorno confortable, es difícil imaginar que siga existiendo este tipo de problema tan grave en la época moderna.

La cuestión del trabajo infantil nunca es un problema fácil, pero como adolescentes podemos solucionarlo con nuestras sencillas acciones. Aysel Sabahoglu mencionó que en realidad hay muchos productos en nuestra vida cotidiana que contienen mica, pero menos gente se da cuenta de ello. Seamos consumidores responsables, buscando información sobre el producto que vamos a comprar. Compartir las historias con nuestros amigos, para que más gente se dé cuenta del problema. Tenemos que hacer que las empresas que utilizan mano de obra infantil sólo para obtener beneficios económicos se den cuenta de que privar a los niños de sus derechos ya no es lo correcto para nuestra generación.