Por qué la educación financiera es importante para los jóvenes

Lo escuchamos todo el tiempo en las noticias, en los documentales y, por supuesto, en The Ramsey Show. En 2010, el mismo número de individuos que se graduaron de la universidad se declararon en bancarrota (Washington Post). Una encuesta realizada por NASFAA en 2018 encontró que solo el 40-45% de los estudiantes universitarios, que asisten a instituciones de dos o cuatro años, tomaron un curso de finanzas personales.

Además, muchos estudios han descubierto que incluso quienes tienen un doctorado pueden vivir de cheque en cheque. Con estadísticas más altas que los saldos de las cuentas bancarias de muchas personas, hace que uno se pregunte cuál es el núcleo de este problema y cómo se puede combatir para las generaciones futuras.

Es muy sencillo: el plan de estudios estadounidense rara vez da prioridad a las asignaturas realmente importantes, como las que enseñan a tener más conocimientos financieros. En su lugar, muchos estudiantes se encuentran anotando Romeo y Julieta como si eso fuera a llevarles a algún sitio en la vida aparte de estar atrapados en una relación tóxica. Si no estás de acuerdo, podemos discutir todo el día, pero al final de todo, las estadísticas hablan más que nadie.

13 razones por las que la educación es importante

Cómo la educación financiera contribuirá a un mundo más pacífico

Cuando la deuda total de un país en concepto de préstamos estudiantiles supera los 1,7 TRILLONES, se sabe que hay un problema. Cuando dos de cada tres familias carecen de un fondo de emergencia, sabes que hay un problema. Cuando el 78% de los adultos viven de cheque en cheque, sabes que hay un problema.

La alfabetización financiera es sencillamente la capacidad de gestionar eficazmente las finanzas propias no sólo para la vida diaria, sino también para alcanzar objetivos financieros a largo plazo. La alfabetización financiera dota a una persona de conocimientos y habilidades que le permiten gestionar, ahorrar e invertir su dinero de forma estratégica.

Como dijo una vez un sabio: "no es tu salario lo que te hace rico, sino tus hábitos de gasto". Demasiadas veces vemos a un abogado de primera fila con préstamos apilados tan altos como su mansión que, al final de todo, tiene el mismo patrimonio neto que alguien que trabaja en Ross y vive en un pequeño apartamento. Excepto que este último está probablemente mucho menos estresado que el abogado y ni siquiera tuvo que pasar por el dolor de obtener un título.

Muy fácil. Añadiendo un curso de finanzas a la lista de créditos necesarios para graduarse en el instituto. Por ejemplo, muchas escuelas ofrecen el curso Dólares y Sentido que es perfecto para enseñar conocimientos financieros básicos. Profundiza en los impuestos, los seguros, los presupuestos, los tipos de bancos, los préstamos, las acciones, los bienes inmuebles/comerciales, etc. Sin embargo, no es obligatorio tomarlo y la descripción de la clase es bastante aburrida, por lo que mucha gente decide no tomarlo.

Para muchos estudiantes de secundaria, la única referencia que reciben antes de sumergirse en la independencia que supone la universidad es la clase de economía, y claramente, basándonos en las estadísticas, eso no está funcionando demasiado bien. Algunos pueden argumentar que el hecho de que los estudiantes de secundaria realicen simplemente prácticas, trabajos, voluntariado, etc., les enseña las habilidades financieras de forma natural. De nuevo, no está funcionando muy bien, ¿verdad?

Como estudiante de secundaria actual, puedo decir con seguridad que la mayoría de mis compañeros derrochan como nadie. Y esas personas acaban siendo las que comen fideos para microondas todos los días en la universidad. Una prueba de que es necesario tener conocimientos financieros, especialmente para los jóvenes. No puedes llorar por no tener dinero mientras llevas un Birkin.

Si eres inteligente con tu dinero, nunca estarás en la ruina.

Las escuelas pueden tardar en establecer sus prioridades, así que, mientras tanto, los padres o tutores legales deberían tomar la iniciativa y enseñar a sus hijos los conocimientos financieros básicos. Se puede empezar hablando de sus propios trabajos y de cómo funciona el sistema general de bruto a neto. Después de dar a sus hijos una idea de las bases en torno a las finanzas, podrían empezar a profundizar en sus propios préstamos y en cómo se las arreglan para... bueno, gestionarlo todo.

Si no te enseñan tus padres, literalmente no hay excusa viviendo en una época en la que existe Internet. En YouTube hay muchos vídeos cortos que hacen más interesante el aparentemente aburrido tema de la gestión del dinero con animaciones y una interesante selección de chistes. Si no te gustan los vídeos y prefieres simplemente leer, hay muchos artículos en línea, como los publicados en Forbes, que tratan todo lo que necesitas saber.

Sin embargo, a pesar de todo, la juventud no va a aprender a ser financieramente alfabetizada por gente sesgada de la industria financiera que está haciendo videos y artículos para alimentarse del analfabetismo de la gente, la juventud aprenderá si se le enseña y se le da prioridad desde una edad temprana, específicamente en la escuela o en casa.

El dinero no puede comprar la felicidad, claro, pero las deudas, los altos tipos de interés, el riesgo de quiebra, etc., tampoco te llevarán a la felicidad. La seguridad financiera es importante y aceptarla desde una edad temprana realmente te beneficia para el resto de tu vida.