Rituales para celebrar el solsticio de invierno
A medida que la Rueda del Año sigue avanzando, la última parada que hace es el solsticio de invierno de 2023 (o Yule, como algunos lo llaman). El cambio estacional y la celebración de la festividad el 21 de diciembre a las 10:17 p.m. ET nos permite entrar en un nuevo portal, marcando el comienzo del invierno. El solsticio de invierno es el día más corto del año en el hemisferio norte y coincide con la entrada del Sol en el signo zodiacal de Capricornio.
A medida que el año se acerca a su fin con el solsticio, es costumbre hacer una pausa en nuestras rutinas diarias y tomarnos un momento para apreciar lo que tenemos, conectar con nuestros amigos y familiares, y rememorar y reflexionar sobre los buenos tiempos. Con Mercurio girando hacia atrás durante el solsticio, es posible que nos sintamos muy sentimentales, lo que nos impulsará a acercarnos a viejos conocidos. No dudes en dar el primer paso enviando el primer mensaje de texto o DM a alguien que te importa. Esto le dará una sensación de conexión, incluso si ha estado fuera de contacto.
El velo entre el mundo espiritual y el físico es más fino que nunca durante el solsticio, lo que nos permite sentir que nos transportamos a través del tiempo. Esta es una buena oportunidad para honrar a nuestros antepasados y rendir homenaje a aquellos miembros de nuestra familia que han tenido un impacto duradero en nuestras vidas y que ya no están con nosotros. Para ello, podemos empezar por hacerles un hueco y celebrar sus vidas. Recordar y mirar fotos antiguas puede ser una buena manera de sentir su presencia y mantenerlos siempre presentes. Encender un tronco de Navidad o quemar incienso de incienso también puede ser útil para protegernos de las entidades negativas y asegurarnos de que sólo invitamos a las positivas.
El plan definitivo para celebrar el nuevo año
Lo esencial para el invierno: Cómo prepararse para el frío
Durante el solsticio de invierno, es habitual decorar árboles de hoja perenne, ramas o coronas y dar un toque de glamour a nuestros hogares. Esta tradición nos recuerda que debemos abrazar la luz en el día más oscuro del año y honrar a la fuerza que guía la naturaleza. Los árboles de hoja perenne simbolizan la muerte y el renacimiento (como los cambios estacionales), y nos recuerdan el círculo de la vida. Por tanto, deberíamos plantearnos mantener viva esta tradición y alegrar nuestras viviendas. Por supuesto, no tenemos por qué utilizar un árbol o una corona de verdad. La intención sigue siendo la misma.
Melissa Madara, autora de The Witch's Workshop (El taller de la bruja) y del sitio Moon Cult (Culto a la luna), dice que su "ritual favorito para el solsticio de invierno es verter o sumergir mis propias velas e infusionarlas con hierbas asociadas con el sol, como la caléndula, el incienso y la hierba de San Juan". Otra idea podría ser infusionar un aceite suavemente calentado con plantas frescas de hoja perenne, como cedro, pino o enebro (¡el árbol de Navidad es un lugar estupendo para recolectarlas!), y gotear este aceite en un baño de solsticio de invierno para un baño que abra los pulmones, purifique el aire y limpie el espíritu". Esto aportará una energía fresca para la estación y desintoxicará los efectos residuales del otoño. "Para los practicantes de la magia", continúa Madara, "el solsticio de invierno es una época de sombras profundas, fantasmas y sueños... en las profundidades del invierno, en la oscuridad más oscura, es importante encontrar formas de llevar la luz".
Meditar con cristales puede ser increíblemente beneficioso porque nos permiten despejar cualquier bloqueo en nuestro interior y abrirnos a nuevas posibilidades. La obsidiana es ideal para protegernos de las influencias negativas. También se cree que la labradorita nos ayuda a aprovechar la energía mística del solsticio de invierno. El citrino aumenta los sentimientos de optimismo y el espíritu navideño. El cuarzo transparente también puede utilizarse para encontrar momentos de calma y relajación. El jaspe rojo puede ayudarnos a enraizar nuestras emociones y energía. Para obtener resultados óptimos, se recomienda sostener el cristal que resuene con nuestra vibración personal en nuestras manos o colocarlo frente a nosotros mientras meditamos sobre lo que queremos traer a nuestras vidas este invierno.
Reflexionar sobre nuestro crecimiento en el último año puede motivarnos para ir más allá en el siguiente. Esta introspección nos permitirá aprender de nuestras experiencias y conocer mejor a los demás y a nosotros mismos. Al hacerlo, podemos convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos y canalizar nuestra energía hacia la consecución de nuestros objetivos de forma eficaz. Si nos dejamos llevar por el dolor o el trauma, puede ser un momento mágico para sanar. Reparar nuestros corazones y emociones lleva tiempo, pero hacer el esfuerzo de dar el primer paso es fundamental. Tanto escribir un diario como hablar con amigos íntimos y familiares pueden ser formas eficaces de procesar nuestros pensamientos y emociones. Sin embargo, si prefieres reflexionar en soledad, también puede ser un enfoque valioso. Aprovecha el momento en que puedas estar a solas con tus pensamientos y sentimientos.
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Otro ritual maravilloso para conectar con la naturaleza es honrar al sol durante el solsticio de invierno. Esta celebración de la energía y la fuerza vital del sol puede reconocerse haciendo un saludo al sol al amanecer, dando la bienvenida a nuestras vidas a las vibraciones positivas. Al atardecer, dediquemos un momento a disfrutar de la belleza del mundo que nos rodea, saboreando una taza de té o cacao caliente mientras armonizamos con los colores del cielo. Mediante este sencillo ritual, podemos apreciar el papel del sol en todo lo que vemos, tocamos, sentimos, creemos y conocemos. Esto nos recordará que no debemos darlo por sentado.
¡Feliz solsticio!