Zoe Saldana interpreta a una inmigrante ilegal en el thriller fronterizo "Ausencia del Edén", de Marco Perego
Cuando hablamos con Zoe Saldana y su marido, el artista y director de cine Marco Perego, acaban de llegar a Taormina y están deshaciendo las maletas. Llega el servicio de habitaciones y Zoe se disculpa por tener que comer enseguida la ensalada. Están aquí para asistir al estreno mundial de la primera película de Perego como director, "La ausencia del Edén", un drama que se desarrolla en el turbio mundo de la frontera sur de Estados Unidos, un paisaje infernal habitado por coyotes, agentes del ICE, inmigrantes desesperados y refugiados.
Es un universo alejado de la Pandora de las películas de "Avatar" o de las superproducciones de ciencia ficción de "Star Trek" y "Guardianes de la Galaxia" con las que se suele asociar a Saldana: "Cuando me eligieron para esas películas, no tenía ni idea de que iban a convertirse en franquicias. Pensaba que iba a ser algo de una sola vez. Responsabilizo a todas esas películas de cualquier tipo de notoriedad mundial que pueda tener. Sin embargo, lleva mucho tiempo. Entre 'Star Trek', 'Guardianes' y 'Avatar', tuve trabajo sólido durante más de 10 años. Cuando me convertí en un activo con cierto valor en esta industria, pude volcarlo en películas como ésta".
Para Perego, la película representa una continuación de su trabajo como artista, que comenzó en 2016 con una serie de esculturas de zapatos de niños rellenos de hormigón para representar a los niños que huían de Siria a Italia. "Vi una pregunta universal sobre la humanidad. Después de la escultura, quise completar la conversación sobre la humanidad y por eso escribí esta película."
Zoe Saldana, ese 'patito feo'
Zoe Saldana dice que quería haberse cambiado de nombre
"Mi familia es del Caribe", cuenta Saldana, "así que nuestra ola de inmigración procedía del este de Estados Unidos, del Atlántico. Fue una experiencia diferente. Mi abuela emigró por motivos políticos. Justo después del asesinato de Rafael Trujillo en la República Dominicana, se concedieron muchos más visados a los dominicanos. Ella llegó en el 61. La conversación sobre la inmigración siempre ha sido una conversación universal en mi vida".
Aunque la película empezó como parte de un proyecto artístico, la política de la situación es ineludible. Saldana afirma: "Creo que las líneas invisibles crean mucho juicio y división entre nosotros como raza humana. Y eso me duele. Estoy orgullosa de ser latina y afrocaribeña. Y me duele saber que mi comunidad es juzgada mucho más duramente que otras comunidades, cuando en realidad los latinos componen una jodida gran parte de la economía estadounidense. Y están, y te estabas excediendo, en tantas regiones económicas, como estamos, ya sabes, nuestros hijos se están alistando en el ejército más rápido que cualquier otra comunidad. Estamos comprando nuestras propias casas. Pedimos préstamos a los bancos, creamos nuestras propias empresas y nos matriculamos en la escuela a un ritmo mucho mayor que muchas otras comunidades de Estados Unidos, y sin embargo la imagen que se tiene de nosotros en las noticias y los medios de comunicación es negativa".
La película es audaz, tanto visualmente como en cuanto a la dirección de su narración. Ofrece algo de esperanza y la posibilidad de crecer, pero Perego no rehúye las duras realidades que descubrió en sus dos años de investigación al otro lado de la frontera con la ayuda de la activista transfronteriza y fundadora de This Is About Humanity, Elsa Collins. Al mismo tiempo, era importante para él mantener su perspectiva como artista: "En un principio estaba investigando para una escultura. Pensaba en el Jardín del Edén con Adán y Eva y sin Dios. Pero luego se convirtió en esta película y, aunque no me gusta explicar el arte, ahí está la paleta: el rojo, blanco y azul de la bandera estadounidense. Hay imágenes en la película en las que los inmigrantes se sientan como en un cuadro de Goya y lo hice para que hubiera una belleza ahí, una humanidad".
Como cineasta debutante, Perego empezó viendo una clase magistral en línea de Martin Scorsese y, al final de la producción, Scorsese estaba a bordo como productor ejecutivo: "Martin y [la montadora de Scorsese] Thelma Schoonmaker me dieron notas, y ahora me pellizco cuando veo su nombre en mi película"."Para Saldana, además del mensaje humanitario, también existía la oportunidad de ampliar sus dotes interpretativas en diferentes direcciones: "En lugar de que se me pasara por alto como "oh, ella sólo hace películas de acción. Y es verde y es azul". Quería saber qué se siente al seguir empujando, porque antes de alejarme y convertirme simplemente en una madre futbolista, cosa que aceptaré encantada, quiero ver si lo llevo dentro para estar en este tipo de películas".