Cómo la guerra de Ucrania me ayudó a descubrir mi identidad étnica

Cómo la guerra de Ucrania me ayudó a descubrir mi identidad étnica

De niña, siempre había sabido de las penurias de mi familia; ser judíos en la Unión Soviética significaba que la lucha estaba garantizada. Siempre sentí la fuerza que conservaban mis bisabuelos por haber sobrevivido al Holocausto. Sabía de la persistencia de mis abuelos al crecer bajo un régimen antisemita y comunista. Comprendí la valentía que tuvieron mis padres para emigrar al otro lado del mundo, a un país que siempre les dijeron que odiaban. Nunca podría imaginarme a mí mismo en esas posiciones aparentemente inconcebibles a las que se enfrentaron mis antepasados. Sin embargo, todos perseveraron y vencieron las adversidades para crearse una vida y, por tanto, para mí. Hoy, el pueblo ucraniano se enfrenta a una situación que recuerda a la de mi familia y a la de tantas otras familias como la mía. Su fuerza y perseverancia para defenderse han iluminado un camino de comprensión y han inspirado un nuevo reconocimiento de mis raíces ucranianas.

Cuando vi las imágenes de los tanques rusos entrando en Ucrania, me invadió una tremenda ola de culpabilidad. Siempre había dicho a los demás que yo era ruso por conveniencia y, francamente, mucha gente ni siquiera sabía lo que era Ucrania. A decir verdad, yo no sabía lo que significaba ser ucraniano. Me sentía culpable por no reconocer realmente mi herencia ucraniana, pero también por el hecho de que el país con el que tanto me identificaba estuviera causando estragos en una nación independiente y libre. La guerra estaba en todas partes; parecía como si no pudiera escapar de ella, a pesar de estar a más de seis mil millas de distancia. Al ver la valentía del pueblo ucraniano, empecé a hacerme preguntas, a investigar y a comprender mejor lo que significaba ser ucraniano.

Esta guerra no se limitaba a Ucrania; también se libraba dentro de mí. Por primera vez, dudaba en decir a los demás que era rusa. Al ver desgarrada la ciudad natal de mi padre y al observar cómo el Presidente Zelensky se mantenía firme y defendía a su pueblo, me sentí motivada para explorar este aspecto aparentemente nuevo de mi identidad. Empecé a sentirme más segura de quién soy y de dónde procede realmente mi familia. Me uní a protestas, concentraciones, seminarios e incluso llegué a hablar con el Consulado General de Ucrania en San Francisco. Estos momentos de desesperación no sólo me animaron a apoyar a Ucrania, sino que también me llevaron por un camino de autodescubrimiento, reconocimiento y orgullo de mi herencia.

La guerra en Ucrania ha dejado un profundo impacto en innumerables vidas, especialmente en los ciudadanos inocentes de Ucrania, que soportan la peor parte de la agresión y la destrucción de Rusia. Mientras reflexiono sobre cómo la guerra ha moldeado mi propia identidad, es crucial reconocer que, incluso mientras escribo estas palabras, ucranianos inocentes siguen perdiendo la vida a diario. A medida que nos acercamos al segundo aniversario de la invasión a gran escala, es imperativo que el mundo nunca descuide la difícil situación del pueblo ucraniano y siga apoyándolo con firmeza en su incesante búsqueda de la paz. La resistencia del pueblo ucraniano es un testimonio de su valentía y de su anhelo universal de libertad. Al igual que la guerra me ayudó a descubrir mi identidad, también ha iluminado la intensa importancia de la democracia en todo el mundo. La clave de la victoria está clara: el mundo nunca debe dejar de apoyar a Ucrania y su libertad. Слава Україні.

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