Los conservadores vuelven a culpar falsamente de un tiroteo masivo a las personas trans
La festividad del 4 de julio ha sido escenario constante de tiroteos masivos en la última década, y este año no ha sido diferente: entre las 5 p.m. ET del viernes 30 de junio y las 5 a.m. ET del 5 de julio, se produjeron 22 tiroteos masivos en Estados Unidos, con un saldo de 20 personas muertas y 126 heridas, según el rastreador Gun Violence Archive. Hubo tiroteos en 17 estados y en el Distrito de Columbia. Según The Guardian, en Texas y Maryland se produjeron dos tiroteos masivos cada uno, que el rastreador define como "un único suceso con cuatro o más víctimas heridas o muertas", según ABC News.
Uno de esos incidentes, en Filadelfia, está siendo politizado por la derecha para blanquear el sentimiento antitrans y anti Black Lives Matter. En la noche del 3 de julio, Kimbrady Carriker, de 40 años, fuertemente armado con un rifle AR-15 y otras armas y con un chaleco antibalas, "aparentemente [disparó] al menos 50 tiros al azar contra las víctimas", según ABC, matando a cinco personas, entre ellas un joven de 15 años, e hiriendo a otras.
Poco después de conocerse la noticia de Filadelfia, algunos conservadores, entre ellos la diputada Marjorie Taylor Greene, afirmaron sin fundamento que Carriker era trans, y Greene y otros hicieron extrapolaciones incorrectas a partir de sus publicaciones en las redes sociales. Greene escribió "otro tirador trans", presumiblemente en referencia al tiroteo de Covenant en Nashville, que fue otro tiroteo masivo utilizado por los conservadores para avivar el sentimiento antitrans y crear un vínculo fabricado entre la violencia armada y las personas trans. Además de la transfobia, derechistas como Ben Shapiro se centraron en otros mensajes que sugerían que Carriker apoyaba Black Lives Matter. De hecho, muchos medios informaron de que Carriker era partidaria de Trump y contraria al control de armas.
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The Daily Beast escribió que Asa Khalif, del comité asesor LGBTQIA del fiscal del distrito de Filadelfia, utilizó una conferencia de prensa el miércoles para criticar la falsa narrativa que se está difundiendo, declarando: "El lenguaje que está vomitando la prensa conservadora es violento y es peligroso y está apuntando a las mujeres trans de color". Khalif declaró que Carriker se identificaba como varón y añadió que, a pesar de los mensajes de la derecha que intentan demonizar a la comunidad, las personas trans son "las más vulnerables a la violencia".
"No permitiremos que los fanáticos conservadores utilicen ese tipo de lenguaje para atacar a las personas trans", continuó Khalif. "Se trata de alguien que utilizó la violencia para herir y perjudicar a nuestra ciudad y a nuestra comunidad, y estoy segura de que será castigado con todo el peso de la ley. Pero no permitiremos que las mujeres trans, y en particular las mujeres trans de color, sean los chivos expiatorios de los intolerantes."
Como era de esperar, el discurso de la derecha se centró en las publicaciones de Carriker en las redes sociales, ignorando aquellas en las que elogiaba a Tucker Carlson, se quejaba de la postura de los liberales sobre las armas y presumía de haber comprado armas, y que los informes del Philadelphia Inquirer citaban a un pariente de Carriker, que le llamaba "extremista bíblico".
