Los nuevos conocimientos reparan los viejos métodos

Los nuevos conocimientos reparan los viejos métodos

Pepito Grillo: Un grillo, una maldición y una conciencia. El término "Pepito Grillo" se utilizaba antiguamente para evitar blasfemias y mantener así una buena conciencia. Teniendo esto en cuenta, el nombre se utilizó para representar el papel de la conciencia de un niño de madera en Pinocho, un destacado dibujo animado con una fuerte moraleja: la importancia de las decisiones. Cuando a alguien le cuesta tomar una decisión, duda. La vacilación en la novela de Harper Lee, Matar a un ruiseñor, retrata un patrón constante de la conciencia de una persona, que cambia repetidamente el resultado de una decisión mediante la absorción de nueva información y la reconsideración de procesos de pensamiento obsoletos. Lee presenta esta postura con el modo en que los adultos dudan debido a la juventud, la cautela de los personajes por no sobrepasarse y el miedo a ser heridos.

Para poder experimentar el crecimiento y el desarrollo, una persona debe ser consciente de su entorno, específicamente de los niños que hay en él. Cuando Scout se acerca al Sr. Cunningham fuera de la cárcel, mantiene una conversación unidireccional con él con la esperanza de llegar a él y resolver de algún modo un conflicto de adultos. Intenta hablarle de su hijo y de su vinculación "en un último esfuerzo desesperado por hacerle sentir como en casa" (Lee 175). Su objetivo es conversar con él a nivel personal para hacerle reconocer esta nueva situación que le rodea. Mientras ella habla, él se siente incómodo y vacila, impidiéndole perseguir el objetivo del grupo, sacar a Tom Robinson de la cárcel. Esta vacilación implica que su forma de pensar está cambiando, de los negocios a lo personal. En este momento, Atticus también está en conflicto con sus decisiones. No está seguro de si seguir intentando persuadir a los niños para que vuelvan a casa o permitir que Scout intente un enfoque diferente. Asimila el hecho de que el Sr. Cunningham se sienta incómodo y reconoce que sus hijos son capaces de algo más y más cotidiano: "La boca de Atticus, incluso, estaba entreabierta", lo que él ha descrito como "grosero" (176), sugiriendo que incluso él se escandaliza ante el enfoque bastante audaz que adopta Scout. Su vacilación muestra a los lectores que poco a poco está cambiando su forma de pensar hacia sus hijos, lo que hace que su conciencia le diga que deje que Scout maneje la situación.

El miedo de una persona a sobrepasarse puede superarse cuando otra persona está ahí para proporcionar orientación. La conciencia de Atticus lucha por decidir si Scout podría soportar una historia de miedo después de un día bastante agitado. Al principio, piensa que sus hijos están debilitados por el incidente que puso en peligro su vida y que tendrán grandes dificultades para seguir adelante: "Atticus abrió la boca para decir algo, pero la volvió a cerrar" (323) y, en ese breve momento de vacilación, se centra en la nueva información que le proporciona Scout: el hecho de que, supuestamente, no está asustada. Su razonamiento cambia a tener confianza en Scout, permitiéndole irse a la cama con la afirmación de que es lo suficientemente valiente como para manejar situaciones aterradoras. Este miedo a sobrepasarse también puede ocurrir físicamente. Después de que Jem se hiciera daño en el brazo, Boo viene a visitarle a su habitación: "Boo levantó la mano, pero la dejó caer a su lado" (320), se muestra tímido y ansioso de que Jem pueda despertarse cuando le toque y le ponga en una situación difícil. Cuando Scout le anima, él duda una vez más, tomándose su tiempo para decidir si debe confiar en sus seguridades. Como recluso social, es más difícil que cambie de opinión, pero finalmente cede y acaricia el pelo de Jem. Aunque esto no significa que se sienta inmediatamente más cómodo socializando, se trata de un avance bastante importante en el camino hacia un posible cambio, que altera ligeramente su forma de pensar sobre las situaciones sociales.

Cuando una persona tiene miedo a hacerse daño, puede dudar ante el peligro. Esto se demuestra cuando Jem y Scout regresan del desfile de Halloween. Jem le dice a Scout que se calle varias veces para poder comprobar que no hay nada cerca después de haber oído algo en la oscuridad. Duda en informar a Scout de sus sospechas porque no quiere que se asuste. Sin embargo, durante sus pausas, llega a la conclusión de que algo peligroso puede estar acechando y lentamente contempla si hacérselo saber a Scout sería beneficioso. A medida que se vuelve más seguro, toma esta nueva información que cambia su forma de pensar a la preocupación de que puedan estar en gran peligro, y confirma su miedo a las lesiones gritando: "¡Corre, Scout! ¡Corre! Corre!" (301). Otro ejemplo de vacilación cuando alguien teme ser herido tiene lugar durante el juicio de Tom Robinson. Mayella tiene un conflicto entre su padre y la justicia tanto para ella como para Tom. Cuando Atticus le pregunta: "¿es bueno contigo?", refiriéndose a su padre, ella responde: "Es bueno, excepto cuando..." (209). Hace una pausa antes de terminar la frase, mirando a su padre y dudando si continuar. Esto vuelve a ocurrir cuando Atticus le pregunta si su padre ha abusado de ella alguna vez. El pensamiento de Mayella oscila entre decir la verdad y mentir por el bien de su propia seguridad. Si decide decir la verdad, sólo habrá una pequeña posibilidad de que Tom gane el caso. Como resultado, se vería obligada a volver a casa con un padre maltratador que no sufriría ninguna consecuencia. Aunque ella sigue negando los malos tratos, su vacilación ante esa decisión demuestra que había considerado la idea de que podría estar a salvo de cualquier daño si hablaba abiertamente de su relación con su padre. Esta nueva información y esta nueva esperanza muestran que Atticus puede tener la oportunidad de transformar el derecho tal y como lo conocen, lo que supone un gran primer paso hacia la justicia para todas las personas y para el crecimiento y el cambio de las obsoletas formas del derecho.

Harper Lee refuerza la idea de que la absorción de nueva información puede conducir a cambios en las viejas formas de pensar mediante la creación de un patrón de vacilación. Aunque el desarrollo de las formas de pensar puede no producirse instantáneamente, la vacilación da a los lectores indicios de signos de crecimiento y progreso. Cuando una persona reflexiona sobre la posibilidad de algo, se acerca un paso más al cambio real. Esta idea demuestra la facilidad con que el mundo puede cambiar y verse influido por el más mínimo conocimiento nuevo.

Categorías:

Noticias relacionadas